El candidato presidencial del PRO, el Partido Liberal y algunos movimientos independientes, Marco Enríquez-Ominami, informó este miércoles, luego de una reunión con miembros de la Asociación Nacional de Fiscales, que no asistirá a acto conmemorativo de los 40 años del golpe militar organizado por el gobierno, asegurando que no hay en el Ejecutivo un afán reparatorio, de justicia y de construcción colectiva.
«Hemos recibido un e-mail el día de ayer y, tras ello, solicité de vuelta más información sobre el espíritu, el ánimo, el objetivo y el contenido de esta actividad del lunes 9 de septiembre. Lo que recibí confirma mi preocupación de que la derecha y la Concertación están en una pelea que es electoral, en cuyas ceremonias y actitud no veo afán reparatorio, no veo un ánimo de justicia, un ánimo de verdad, un ánimo de construcción colectiva», agregando que participará de una conmemoración más progresista y alegre «como lo que hicimos con los anteojos de Allende, y creativamente vamos a contribuir a construir un piso ético», expresó.
En cuanto a la reunión que sostuvo con la Asociación Nacional de Fiscales, manifestó que «el estado de la Fiscalía es uno de los desafíos menos visibles. Los candidatos hablamos de más carabineros, de más cárceles, de prevención, de educación, de rehabilitación, pero si tenemos fiscalías precarizadas, finalmente el que se beneficia es el delincuente y no la ciudadanía que queda con sus problemáticas sin resolver», afirmó, planteando dos desafíos, «por una parte la situación administrativa, que implica mejoras en las condiciones laborales tanto en calidad como en cantidad. Hay que ser sensatos, pero esto significa aumentar la cantidad de fiscales. En segundo lugar, revisar los temas remuneratorios, lo que es desafío clave de la justicia en Chile», agregó el presidenciable.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fiscales, Claudio Uribe dijo que «agradecemos la oportunidad de reunirnos con Marco Enríquez-Ominami para darle a conocer la problemática que tenemos hoy día como fiscales. Estamos colapsados, tenemos más de 180 colegas que han renunciado, porque no sólo no tenemos expectativas de desarrollo profesional, sino que además no estamos en capacidad de hacernos caso en forma efectiva de todas las causas y todas las víctimas que acuden a nosotros».
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