Con una visita a la cancha del Estadio Nacional y sus instalaciones, el Intendente Metropolitano Juan Antonio Peribonio, junto al Gerente de Competiciones de la ANFP René Rozas, realizaron una inspección al recinto a horas del encuentro entre las selecciones de Chile y Venezuela.
La autoridad regional pasó revista a las medidas de seguridad del estadio e hizo especial hincapié a las denuncias de reventas de entradas.
El pasado 4 de agosto se inició la venta de tickets que se agotaron en cuatro días y se han conocido de denuncias sobre la venta ilegal. La acción de reventa, es decir, ofrecer una entrada a un precio superior al original, se considera una falta que tiene multas de entre de 4 a 20 unidades tributarias mensuales.
«La reventa de entradas es ilegal. Sabemos la existencia de sitios web que están realizando esta acción y por lo tanto la Intendencia Metropolitana junto a la ANFP, hemos iniciado las acciones judiciales para castigar esta infracción. Nosotros no podemos permitir que se infrinja la ley», indicó Peribonio.
«Hacemos un llamado a las personas a que no se dejen tentar, pues se arriesgan a comprar una entrada falsa. Pero peor aún, debido a los círculos de seguridad, quien tenga una entrada falsa no podrá entrar», agregó.
Para evitar este tipo de comportamiento ilegal, para el próximo encuentro de Chile, contra Ecuador en el mes de octubre, se aumentará el aforo del estadio y se disminuirá el número de entradas que pueda comprar cada persona a solo dos.
Respecto al tema de seguridad, la apertura de puertas se realizará a las 17:30, tres horas antes del encuentro. Para el partido, la Intendencia Metropolitana exigió a los organizadores la asistencia de 384 guardias, 165 controles, 15 megáfonos, 2.600 rejas de seguridad, 23 paletas detectoras de metales y cuatro ambulancias.
Se utilizarán además 92 torniquetes, por lo que el llamado es llevar a mano el carnet de identidad.
«Los partidos de la selección deben ser un ejemplo de unidad y celebración con alegría y sin violencia», señaló Peribonio, quien añadió que «no podemos dar espacio a los desórdenes y la violencia de los mal llamados hinchas que le hacen mal al deporte chileno. Tomaremos las medidas necesarias para garantizar la seguridad no sólo de los asistentes, sino que también de los vecinos del entorno del Estadio Nacional».
La venta de alcohol será prohibida tres horas antes del encuentro y dos horas después en un rango de cinco cuadras a la redonda del Estadio Nacional.
El aforo autorizado por la Intendencia para el partido es de es de 46.463 personas. De este total 1.104 entradas fueron destinadas a los hinchas del equipo visitante.
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