El presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Peter Hill, estimó este miércoles que la economía nacional crecerá un 4,3% en 2014, con un rol más activo del sector exportador y una moderación del consumo en los hogares, expresando, por otro lado, su preocupación por las candidaturas presidenciales que llaman a «cambiarlo todo».
Peter Hill encabezó el seminario «Proyecciones Económicas 2014. Una visión multisectorial», donde formuló las proyecciones de la CCS para la marcha de la economía del país.
Respecto al 2013, Hill señaló que «todo indica que cerraremos este período con un crecimiento cercano a un 4,5% real, que es uno de los más altos de América Latina y un ingreso per cápita de 19 mil dólares, que ha significado que el Banco Mundial nos ascienda a la categoría de naciones de ingresos altos».
Al encuentro asistieron, entre otros, el gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Ricardo Matte; la gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ema Budinic; y el gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), Javier Hurtado.
Entre las cifras de 2013, Peter Hill, destacó «la tasa de desempleo del orden de 6,1%, la más baja de los últimos quince años; y una inflación estimada entre 2% y 2,5%, que ha permitido avances en el poder adquisitivo real de los hogares».
«Gracias a esto la comunidad internacional ha dado abiertos y numerosos reconocimientos a los avances de Chile, situándolo como un país ejemplo global de gobernabilidad y responsabilidad en el manejo de las arcas fiscales», agregó.
El presidente de la CCS se refirió también al proceso eleccionario que enfrenta el país, indicando que «no puede dejar de preocuparnos el escuchar, por parte de sus protagonistas, propuestas cargadas de aseveraciones demagógicas, llamando a cambiarlo todo».
Hill añadió que «al respecto, formulamos un llamado a la sensatez y seriedad en los planteamientos públicos para no llevar a engaño a quienes puedan más fácilmente dejarse cautivar por promesas que, en la práctica, serán imposibles de cumplir. Siento que en estas circunstancias, tenemos el deber de salir en defensa del modelo económico de libre mercado, actuando con claridad, humildad y entereza y haciendo ver sus múltiples bondades».
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