El candidato presidencial del PRO y el Partido Liberal, Marco Enríquez-Ominami enfatizó este domingo sus propuestas en materia educativa, reafirmando que la gratuidad en la educación permite tener calidad y precisó además sus compromisos respecto de los recursos hídricos, en su gira por el norte, en la ciudad de Copiapó.
«Para que haya educación gratuita requerimos pasar a segunda vuelta y hay una oportunidad histórica de dejar en primera vuelta a Evelyn Matthei, es primera vez que en los últimos 24 años podemos dejar a la derecha dura, populista y pinochetista, atrás y que la segunda vuelta sea entre Bachelet y nosotros, y ahí si vamos a discutir de los temas de educación, de la gratuidad que es un tremendo tema», recalcó el aspirante al sillón presidencial.
Enríquez-Ominami puntualizó que «no hay ninguna razón para que en Chile habiendo esta cantidad de recursos no tengamos educación gratuita, hemos escuchado a gente preguntar por qué los ricos vana a estudiar gratis. No, se equivocan, los ricos no van a estudiar gratis, los ricos van a pagar más impuestos y es a través de los impuestos que haremos la diferencia, el que tiene más paga más impuestos».
El abanderado del PRO explicó que promete «Universidades gratuitas estatales, arancel diferenciado en las privadas, lo que significa para todos los estudiantes de la educación universitaria privada que pagaran lo justo y no lo que están pagando hoy día, quiero agregar que hemos anunciado la creación de 7 CFT o Institutos Profesionales, uno de ellos en esta región, al menos en 7 regiones habrá uno que sea gratuito y público».
Recursos Naturales
En relación a los recursos hídricos , el candidato presidencial aclaró que él considera que el agua debe estar disponibles para los seres humanos antes que para la minería, señalando que «proponemos derogar el código de aguas, transformarlo en un código de riego y un código de agua de verdad, segundo significa poner una multas enormes para quién especule con el agua, porque el agua hoy día son acciones y están en manos de Endesa o del sector agroexportador y por último una reforma constitucional que garantice el agua como un derecho humano».
Agregando que «el código de agua es un código de riego que no defiende ni siquiera los glaciares, nosotros nos oponemos a Pascua Lama, que es un proyecto chileno-argentino de canadienses y el código de agua no lo protegió, porque los glaciares están en tierra de nadie, y si chile tiene algo es agua, somos ricos en agua a pesar de la escasez, y tenemos glaciares que están desapareciendo y aquí ocurrió algo con el agua que es inaceptable, se privatizó»
Respecto de una Política energética, Enríquez-Ominami manifestó que «el desafío de la energía tiene que ser al servicio de más eficiencia energética, Chile gasta mucho en energía, contamina, carboniza su planta, su matriz y hay otros caminos como lo han demostrado muchos países, que desacoplan el crecimiento energético con el consumo de energía, significa menos carbón, más energías renovables no convencionales y se va a financiar con el impuesto a los combustibles, etc.».
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