El sociólogo y académico de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Alberto Mayol, sostuvo que un eventual nuevo gobierno de Michelle Bachelet estaría sometido a una oposición bilateral, desde la derecha y desde un nuevo bloque de izquierda.
Mayol explicó que uno de los puntos «llamativos» de la reciente elección fue la aparición «de un tercer bloque en disputa».
«La caída en la votación de la derecha en estas elecciones no hizo crecer a la Concertación, hecho que demuestra que existe un tercer bloque en disputa y que, en su mayoría, está a favor de una Asamblea Constituyente y educación gratuita para Chile», planteó el sociólogo.
En este contexto, para el académico el eventual gobierno de Michelle Bachelet quedaría como «jamón de sándwich», dado que estaría sometido a una oposición bilateral, desde la derecha y este nuevo bloque de izquierda.
«El enfrentarse a oposición desde estos dos bloques es un hecho inédito en Chile y representa una reconfiguración total del panorama político nacional», expuso Alberto Mayol.
Por otro lado, el analista dijo que los resultados más determinantes de los comicios son, «la alta abstención electoral, el éxito del Partido Comunista, el triunfo de candidatos que apoyan una educación gratuita y la peor votación obtenida por la derecha en los últimos años».
Para Mayol la abstención electoral «demuestra que aún existe un desacople entre ciudadanía y política que no se ha podido solucionar».
«Este es un fenómeno que no se resolvió pese a que se presentaron nueve candidatos y varios jóvenes postularon al parlamento», dijo.
En cuanto al triunfo en las urnas de candidatos que se caracterizaron por exigir educación gratuita, el sociólogo manifestó que «un eventual gobierno de Michelle Bachelet deberá responder ante las expectativas generadas o tendrá dificultades en su administración».
Respecto a los positivos resultados para el Partido Comunista a través de las candidaturas ganadoras de Camila Vallejo y Karol Cariola, entre otras, Mayol expresó que el PC aumentó su influencia, lo que le otorga capacidad para «presionar al gobierno».
«El Partido Comunista ya hizo la parte del negocio que le interesaba, se instaló con fuerza en el Parlamento y ahora pueden ser más díscolos y hostiles, a menos que pretendan tener presencia en un ministerio», dijo el sociólogo.
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