El presidente de la Fundación Progresa Marco Enríquez-Ominami criticó este martes el veto presidencial en contra de la definición de pluralismo que incluía la Ley de Televisión Digital, manifestando que su organización se opone a que los «grupos de poder» tomen este tipo de decisiones.
A juicio del ex abanderado del PRO, el veto presidencial es una muestra de cómo el gobierno «borra con el codo» lo que se escribió en cinco años de trabajo y también devela la incomodidad que provocan las voces pluralistas y diversas.
«Es insólito que se intente acotar la definición de pluralismo, pero es algo a lo que lamentablemente nos hemos acostumbrado a lo largo de los últimos años. La no votación de la modificación al sistema binominal es otra muestra de que son muchos los sectores a los que les cuesta aceptar de que en el nuevo Chile existen muchos colores, muchas posturas, que ya no nos regimos bajo un código binario con dos grandes bloques de poder», enfatizó el ex presidenciable progresista.
Enríquez-Ominami recalcó que «la autorregulación no existe en los medios, al menos no en materia de pluralismo y libertad de expresión. Lo que el Gobierno está haciendo con el veto es borrar con el codo lo que se escribió con la mano a lo largo de cinco años de trabajo. Nos oponemos tenazmente a que los grupos de poder decidan cómo será la televisión digital en Chile».
Adicionalmente sostuvo que «el veto presidencial a la Ley de Televisión Digital es una nueva muestra de la incomodidad de las autoridades a aceptar que nuevas voces tengan espacio en el acontecer político y social de nuestro país».
El presidente de la Fundación Progresa puntualizó que «una vez más se está actuando de espalda a la ciudadanía, enviando vetos mientras la atención estaba centrada en una elección presidencial, decidiendo cómo serán los medios de comunicaciones de las próximas décadas. Como think tank progresista y como movimiento trabajaremos para que no se pase a llevar una vez más a los chilenos».
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