Michael Ríos, mediocampista de Universidad Católica, se declaró arrepentido por encarar al arquero Paulo Garcés y golpear al argentino Roberto Bonano, ayudante técnico de O’Higgins, tras el pitazo final de la definición del Torneo de Apertura.
Luego que Jorge Osorio diera por finalizada la final del campeonato, que quedó en manos de los rancagüinos al vencer por 1-0 en el Estadio Nacional, Ríos ingresó totalmente descontrolado al campo y tras insultar al meta ‘celeste’ comenzó a golpear a Bonano, que llegó para separar a ambos jugadores.
Por esta airada reacción, Ríos fue citado por el Tribunal de Disciplina de la ANFP, que verá su caso el próximo martes 17 de diciembre, arriesgando una dura sanción.
Consultado por el hecho, el volante declaró a El Mercurio que «estaba muy molesto por salir de la cancha. Sentía que estaba jugando bien, quería seguir. Pero nada justifica la reacción que tuve al salir. La impotencia que tenía en ese momento me llevó a cometer un error que asumo. No es la reacción que debe tener un profesional. Estuve muy mal, lo reconozco».
«Ayer (miércoles) hablé con mis compañeros y el cuerpo técnico y les pedí disculpas. Ellos son mi familia, no se merecen que nadie haga algo así», agregó.
Luego, el ex jugador de Santiago Morning y Deportes Iquique continuó con su mea culpa, señalando que «estaba con las revoluciones a mil, le quiero pedir las más sinceras disculpas a Paulo Garcés y a Roberto Bonano. No justifico haberme agarrado a puñetes».
«Agredir a un compañero de profesión no lo debe hacer ningún profesional. Fue una reacción de un ser humano que sintió mucha impotencia. Cuando me encuentre con ellos les pediré disculpas», añadió.
Por último, el centrocampista de 28 años espera el año 2014 cobrarse revancha por la final perdida del Apertura y gritar por primera vez campeón con la casaquilla cruzada.
«Quiero una revancha con esta camiseta, ganar un título para premiar a los hinchas», sentenció.
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