Frente a una multitudinaria presencia de adherentes congregados en las afueras del Hotel Plaza San Francisco, la abanderada del pacto opositor Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, agradeció el apoyo que le permitió imponerse en la segunda vuelta presidencial desarrollada este domingo.
La ex mandataria, que retornará a La Moneda tras cuatro años, en marzo próximo, valoró también la visita que le hizo la derrotada aspirante oficialista, Evelyn Matthei. «Agradezco su visita y el reconocimiento de nuestro triunfo. Más allá de nuestras diferencias, sé que compartimos el amor por Chile y las ganas de servir en el proyecto en el que creemos», expresó.
Luego ahondó en sus planteamientos programáticos. «Hoy abrimos una nueva etapa y lo hacemos reconociendo la labor que a cada generación y a cada gobierno democrático le ha correspondido en el desarrollo de Chile. Hemos hecho mucho, hemos construido un país del que podemos sentirnos orgullosos, con una economía sana, con una democracia estable, con una sociedad y una ciudadanía empoderadas y conscientes de sus derechos. Y justamente porque hemos construido todo esto, es que hoy día debemos imponernos un desafío mucho más alto. Debemos marcarnos un nuevo destino y yo estoy al servicio de ese destino. Estoy al servicio de ustedes compatriotas y mandantes y es un privilegio estar acá, encabezando la tarea de dirigir esta hermosa patria en un momento histórico. Si, histórico, porque en este tiempo Chile se ha mirado sí mismo, ha mirado de frente su trayectoria, su pasado reciente, sus heridas, sus gestas, sus tareas pendientes y este Chile ha decidido que es momento de iniciar transformaciones de fondo, con responsabilidad y con energía, con amplitud y voluntad de diálogo, con unidad y determinación», argumentó la futura gobernante.
«La victoria de esta jornada no es personal, es un sueño colectivo el que triunfa», afirmó Bachelet en su discurso hacia los ciudadanos que festejaban su triunfo en la Alameda.
Además se refirió a los jóvenes que se han manifestado en las calles el último tiempo por un sistema educativo público, gratuito y de calidad, asegurando que «hoy ya nadie duda: el lucro no puede ser el motor de la educación, porque la educación no es una mercancía, porque los sueños no son un bien de mercado».
Además Bachelet reiteró su convicción de la necesidad de cambiar la Carta Magna. Según dijo, con su triunfo quedó de manifiesto que el país se pronunció a favor de «que tengamos una nueva Constitución, nacida en democracia, que asegure más derechos y que garantice que en el futuro la mayoría nunca más será callada por una minoría. Una nueva Constitución que se trasforme en el pacto social nuevo, moderno y renovado que Chile demanda y necesita, que sea la base de una nueva relación entre las instituciones y la ciudadanía, que sea una expresión y una herramienta de la nueva política».
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