La Presidenta Michelle Bachelet, y su par de Uruguay, José Mujica, participaron en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de una mesa de alto nivel en la cual ambos hicieron un llamado a trabajar por una mayor integración regional como una forma de alcanzar un desarrollo más inclusivo.
Los mandatarios fueron recibidos por la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, quien en su bienvenida a los mandatarios resaltó que América Latina se encuentra hoy en una encrucijada, ya que transita por una senda de crecimiento económico con altos niveles de desigualdad, con escaso empuje hacia el cambio estructural, y un escenario externo cada vez más problemático, manifestando al respecto que «por ello es necesario asegurar los incontrarrestables logros sociales alcanzados y promover, mediante un conjunto renovado de reformas institucionales y de políticas, un crecimiento sostenible con crecientes grados de igualdad».
La secretaria ejecutiva destacó los esfuerzos realizados por ambos presidentes en el surgimiento de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), diciendo que «los pueblos que miran tanto al Atlántico como al Pacífico son parte de un espacio común que no admite arquitecturas excluyentes».
Luego de estas palabras invitó a que los Presidentes Bachelet y Mujica presentaron sus visiones sobre el desarrollo de la región, quienes concordaron en que la integración es una necesidad urgente frente a los grandes problemas que afectan a los pueblos y para tener una voz potente ante los desafíos que presenta la globalización.
Por su parte, Michelle Bachelet indicó, primero, que era especialmente significativo estar ahí a solo 24 horas de haber asumido la Presidencia de Chile, manifestando que la CEPAL es una institución que «ha hecho un tremendo aporte a la reflexión en América Latina».
Referente al tema de la mesa que los convocaba, la Mandataria chilena dijo que «a pesar de las diferencias puntuales que puedan haber, somos todos latinoamericanos. Hoy podemos actuar juntos para impulsar un agenda de unidad en la región», agregando que además de contar con una voz común que defienda los intereses regionales, se necesitan instituciones fuertes y respetadas a nivel internacional.
«Nunca hemos creído que debe existir un trade-off (compensación) entre crecimiento y políticas sociales. América Latina debe acabar definitivamente con las injusticias que se arrastran desde hace mucho. En nuestra mirada del desarrollo la dignidad y la cooperación son herramientas principales para construir un futuro más justo», declaró la Presidenta.
En tanto, su par uruguayo, José Mujica, manifestó que «el hombre nunca ha tenido tantos recursos ni tantas posibilidades técnicas como hoy y, sin embargo, despilfarramos millones de dólares en presupuestos militares. Hay un montón de problemas que se acumulan y para los cuales no tenemos respuesta por la falta de una gobernanza mundial», apuntó durante su intervención.
El presidente de Uruguay remarcó que en América Latina la integración es esencial para poder negociar con las grandes potencias mundiales y eso requiere «una voz fuerte y organización», indicó, agregando que «hemos avanzado, pero nos falta mucho. Todavía pesan los chauvinismos nacionales y el sentimiento de la integración no ha llegado a las masas», declaró Mujica.
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