«El paro de los profesores causa daño a la educación pública del país»

El paro de los profesores gatillado por la negativa de reconocer la deuda histórica del gremio ha mantenido en un constante gallito al Gobierno y los parlamentarios, que han mostrado claras señales de apoyo a los docentes. Entre otros puntos se negaron a aprobar el presupuesto de Educación para 2010 si no se resolvía la compleja situación.

Esta semana podría marcar una nueva diferencia en el ámbito educativo entre los congresistas y el Ejecutivo, aunque a nivel universitario. Desde hace algunos meses, el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), venía planteando una serie de peticiones relativas al Presupuesto de 2010. Pero tras constatar que la mayoría de esos puntos no estaban incluidos, el fin de semana realizaron una declaración pública señalando dificultades en ayudas estudiantiles y crédito solidario, becas de arancel, aranceles de referencia, Programa Mecesup y financiamiento Conicyt.

Un punto en particular caló hondo en las casas de estudio públicas, aglutinadas en el Consorcio de Universidades Estatales de Chile (CUECH): la falta de flexibilización a las condiciones de endeudamiento. Por ello, decidieron solicitar a La Moneda incluir indicaciones al presupuesto de 2010 que les permita contratar créditos de largo plazo y la posibilidad de renegociar deudas con la banca.

De esta forma se podría invertir en infraestructura, gestión financiera y equipamiento con tasas de interés convenientes y en tiempos bastante menos acotados.

La batalla es antigua, y se refiere a la imposibilidad de las casas de estudio públicas para acceder a créditos sin una ley de quórum calificado, y además, a que legalmente el único lapso en el que pueden solicitarlos y cancelarlos es el período presidencial vigente.

Según explicó a El Mostrador el presidente del CUECH y rector de la Universidad de Santiago, Juan Manuel Zolezzi, esto «tiene que ver con desigualdades y discriminación respecto de las otras universidades». Por eso, asegura «tenemos apoyo transversal de los parlamentarios, igual que en la ley de incentivo al retiro», aprobada hace unos meses.

Apoyo que se reflejó en la conferencia de prensa liderada por los rectores ayer martes, que contó con la presencia de los senadores Andrés Chadwick, Carlos Cantero, Carlos Ominami, Ricardo Núñez, Guido Girardi, Alejandro Navarro y Hernán Larraín.

-¿Qué postura ha tenido el Ejecutivo al respecto?

–Tenemos esperanza que incluya las indicaciones, aunque no está muy clara la postura, a diferencia de la de los parlamentarios.

–Finalmente el que corta el asunto es el ministro de Hacienda, Andrés Velasco ¿han hablado con él?

–No. Sólo hemos mantenido conversaciones a nivel intermedio, con la División de Presupuesto (Dipres). Pero estamos en buena línea.

-¿Tienen un plan B si la postura del gobierno es desfavorable?

–Si el Ejecutivo no hiciera las indicaciones, por cosas del destino que no calificaré, los parlamentarios pedirán protocolo de acuerdo para incluirlas. Pero ojalá salga del Gobierno.

-¿Por qué ahora se podría aprobar esto si el tema se reclama desde hace años?

–Durante 28 años nos han mantenido trabajando en forma desfavorable. Pero creo que ha quedado claro que el país piensa que la educación estatal universitaria es de excelencia y los rectores nos hemos puesto de acuerdo en lo que hay que hacer y hemos trabajado con parlamentarios sobre esto.

Mal momento para el paro

-Su petición se da justamente en el contexto del extenso paro de profesores municipalizados ¿qué opina sobre sus demandas?

–Es un tema que se pudo haber evitado. Pero quizás no fue el momento más oportuno: a fin de año los padres se preocupan más de los niños y esto deteriora la imagen de los profesores, que ya está bastante cuestionada.

Por otra parte, aunque el Ejecutivo plantea que no existe la deuda histórica me parece que se podría haber planteado un camino de acuerdo, como una compensación por desempeño, una relación entre lo que podría ser aumento de aporte por vía de desempeño y mejoramiento de la calidad.

-¿Pero considera válido el reclamo del gremio?

–Preferiría no calificarlo en este minuto. Pero independientemente de que uno comparta o no los fundamentos de la petición, esto indiscutiblemente causa daño a la educación pública del país. Independientemente de si es justo o no, el período no es oportuno: los alumnos están un mes de dar la PSU y nos preocupa su preparación para darla.

-¿Y cuál es la postura del Consejo de Rectores al respecto?

–El consejo de rectores no ha estado preocupado de ese tema, sino del asunto estudiantil: las partidas, el fondo de crédito solidario, Mecesup e  investigación, la falta de recursos de becas.

El error de Becas Chile

–Hablando del tema de las becas ¿cómo evalúa la iniciativa de postgrados en el extranjero promovidos por Becas Chile, programa fuertemente cuestionado?

-Siempre es positivo que la gente vaya afuera, pero por lo menos se debieran equiparar las condiciones de los que salen y los que estudian acá, ya que sino se podrían deteriorar los postgrados nacionales y la sustentabilidad de los trabajos, investigación e innovación.

A lo mejor si se hubiera pedido apoyo a las universidades que tienen infraestructura, que mandan gente permanentemente al extranjero se podría haber ayudado más.

-¿De que forma?

–Por la experiencia acumulada en años en mandar gente, contactos, recibir intercambios, conocimiento de los mejores planteles. Se sabe dónde tienen que ir las personas, hay un trabajo muy serio que se hace en el Cruch cuando alguien quiere estudiar afuera.

-¿Nunca les solicitaron apoyo?

–En algún momento se consultó, pero cuando estaba todo definido. No hubo participación más institucionalizada, por lo que el país se perdió la oportunidad de ocupar aporte, experiencia y progreso de las universidades.

Por eso esperábamos que Becas Chile hubiera convocado  a gente que tenía experiencia en todo el proceso para estudiar afuera, que incluye la postulación y el proceso de selección.