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Madre alza la voz por el no pago de licencias médicas y exige ley para cuidar a su hijo Maternidad

Madre alza la voz por el no pago de licencias médicas y exige ley para cuidar a su hijo

Ingrid Garces
Por : Ingrid Garces Periodista, penquista, ex Sub gerente de contenidos de La Red, experta en marketing digital. Directora en www.elmostrador.cl/braga En Instagram @ingridgarces En Twitter @ingrid_garces
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Daniela Peralta de La Serena está luchando junto a un grupo de madres a las que no se le pagan las licencias médicas que les dan los especialistas cuando diagnostican enfermedades en sus hijos. Esta mamá se endeudó por la espera eterna del pago y ahora exige ser escuchada.


¿Cómo estamos apoyando la maternidad en Chile? Pareciera que con nuestras leyes no basta. Daniela Peralta Aliste es una de las tantas mujeres que deben esperar más de lo justo y necesario por el pago de sus licencias tras dar a luz a sus hijos.

Esta chilena que vive con su familia en La Serena declara en la solicitud de firmas para que apoyen su caso en change.org (lleva más de 5000 firmas): “soy una madre, y trabajadora chilena que como muchas tenemos que esperar meses para el pago de licencias por estar con nuestros hijos. En mi caso, mi bebé Daniel que tiene menos de un año es alérgico a la proteína de leche y apnea secundaria”, explica desconsolada.

Peralta desde octubre pasado no recibe ni un peso por las licencias de más de 30 días y la situación se le hizo difícil de mantener, ya que como toda persona debía pagar sus gastos mes a mes. “Esta situación es insostenible. Es muy triste que te pongan tantas trabas para recibir el dinero de la leche especial y los pañales de tu hijo. Han sido más de 6 meses luchando para que las entidades atiendan mi caso, pero aún no pagan mi licencia” explicó en la carta de solicitud de firmas.

Esta madre de dos hijos, relató a El Mostrador Braga que se las ha “rebuscado” para pagar los tarros de leche que tienen un valor de entre 25 a 30 mil pesos y que duran una semana. “Tuve que hacer la dieta del amor para ayudar a mi hijo en este proceso de alimentación que debido a la apnea secundaria se podía agravar, por eso debía acompañarlo. Ahora me piden documentos que se demoran semanas en dártelos y se suman y suman días”.

Tristemente el testimonio de Daniela Peralta no es el único. Las quejas sobre demoras en la tramitación de pago de licencias en el sector público y privado no son nuevas. Los tres últimos gobiernos han intentado, sin éxito, conseguir mejoras en los tiempos de respuesta de este servicio, que hace unos años eran de un tiempo promedio de 60 días para el pago.

Según datos entregados por la Seremi de Salud Metropolitana, el 2016, sólo en Santiago, se tramitaron 2.468.586 licencias médicas. A esta cifra se suman las apelaciones a resoluciones de isapres, que corresponden a 279.407 y las certificaciones de discapacidad que se realizaron, por lo que el sistema no da abasto.

Las tasas de natalidad del 2015 en Chile, demuestran un índice de fecundidad que alcanza 1,83 niño por mujer. Este valor es inferior a los 2,1 hijos por mujer que se define como la fecundidad de reemplazo y que garantiza la estabilidad de la pirámide poblacional. Entonces, para proteger la maternidad deben tomarse en cuenta este sinnúmero de quejas que se remiten a mujeres que esperan meses por el pago de sus licencias para lo que existen sólo 38 médicos contralores que se dedican a evaluar estos documentos, según la página de Transparencia Activa de la Autoridad Sanitaria.

Son tantas las mujeres que están luchando por la compleja situación que viven por el no pago de licencias que crearon un grupo de Facebook llamado “Mamás de APLV y AAM indignadas y rechazadas” que representa a las madres con licencias rechazadas y alergia agravada, basta recorrer el muro para sensibilizarse con la rabia y tristeza de sus testimonios.

Las críticas van dirigidas en especial a la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) que se defiende planteando la alta recarga de licencias y la rotación de médicos contralores. Además, en el proceso, las licencias deben ser visadas por la Contraloría Médica.

Mientras tanto siguen pasando los días para Daniela que debe pedir licencias para acompañar a su hijo enfermo y no se las pagan. “La salud de mi hijo es lo más importante. Lo peor, es que me han puesto muchos obstáculos para darme la licencia, es claro que debo estar con mi hijo porque necesita de cuidados especiales”. Esta madre no entiende por qué la han tramitado tanto, “me duelen los días hábiles, he llorado afuera del Compin. Por qué si el gastroenterólogo me da licencia, luego es objetada, no se supone que ¿él es el experto?”.

Pareciera que existe un tremendo vacío en la ley que se promulgó en, octubre del 2011, que modifica las normas sobre protección a la maternidad e incorpora el permiso postnatal parental. Porque claramente son insuficientes y se hace urgente la necesidad que avance el proyecto de ley llamado con “licencia para cuidar” que fue despachado los primeros días de abril de este año.

Este proyecto tiene como objetivos principales:

-Crear un fondo, integrado con una cotización mensual, que financie un seguro para las madres y padres trabajadores de hijos e hijas menores de edad afectados por una condición grave de salud y de alto riesgo vital, con el objeto de que puedan ausentarse justificadamente de su trabajo, durante un tiempo determinado, para prestarles atención, acompañamiento o cuidado personal.

-Disminuir gradualmente la cotización extraordinaria para el Fondo de Contingencia administrado por las Mutualidades de Empleadores – que por esta ley se prorroga- hasta su extinción definitiva en diciembre de 2019, dado que se crea la cotización para el Fondo del seguro de acompañamiento de los hijos afectados por una condición grave de salud.

-Establecer un límite máximo de recursos que las mutualidades deben aportar al Fondo de Contingencia, equivalente al 4% de los ingresos por cotización básica.

Es importantísimo entonces agilizar esta ley, porque la historia de esta serenense es la de muchas mujeres que desean acompañar a sus hijos, “siguen pasando los días y las cuentas no dan abasto. Muchas mamás chilenas pasamos por los mismo para recibir nuestras licencias, necesitamos una ley que nos proteja” señala.

Es cierto que existen mejoras, por ejemplo, la extensión del postnatal a seis meses que significó un gran avance en apoyo a la maternidad de las chilenas. Sin embargo, pareciera que la legislación no está acompañando a las madres con hijos enfermos y ni siquiera considera lo que significa tener que esperar más de un mes el pago de una licencia. “Tuve que vender mi auto para pagar las deudas, las tarjetas de crédito las tengo copadas. Por eso llegaré hasta las últimas consecuencias, porque se lo debo a mi hijo, es su derecho, es su dinero” dice esperanzada Daniela.

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