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Alerta por aumento de edulcorantes en alimentos procesados: ¿es seguro para los niños? Alimentación

Alerta por aumento de edulcorantes en alimentos procesados: ¿es seguro para los niños?

Aunque los edulcorantes están recomendados para el mantenimiento o baja de peso, su consumo excesivo podría ser perjudicial. Y si bien no existen edulcorantes para adultos o para niños, es necesario fijarse cuál es la dosis diaria recomendada.


Luego de la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado, las empresas de alimentos han decidido reemplazar el azúcar por edulcorantes para no tener los vistosos sellos de advertencia en sus envases.

Mientras el Departamento de Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud está revisando las evidencias científicas que existen del efecto de los edulcorantes a largo plazo, diversos especialistas han hecho algunas recomendaciones sobre el consumo de los endulzantes.

Un edulcorante es cualquier sustancia que endulza los alimentos y se clasifican en naturales o artificiales según su origen. «No aportan energía por lo que sirven para personas con exceso de peso, resistencia a la insulina, diabetes o quienes quieran cuidarse de la ingesta de azúcar», explica Bárbara Castro Jordán, Nutrióloga de Clínica Terré.

Los que usamos están aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Food and Drug Administration norteamericana (FDA), basados en diversas investigaciones que determinan que su consumo no significa riesgos en niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, diabéticos y personas que deben controlar su peso o mantenerlo. Sin embargo, con el tiempo han aparecido estudios que replantean esos datos.

La doctora Castro, confirma que un estudio publicado el año pasado plantea que la sucralosa, el aspartamo, el ciclomato y la sacarina estarían aumentando el apetito de quienes los consumen, por lo tanto habría más ingesta y mayor riesgo de obesidad.

A su vez, hay estudios que muestran que algunos edulcorantes artificiales están relacionados con ciertos tipos de enfermedades al modificar la microbiota intestinal. Asimismo, el aspartamo debe evitarse en personas con fenilcetonuria y la sacarina está asociada a mayor riesgo de cáncer.

Como no existen estudios concluyente para hacer una recomendación sobre el consumo de endulzantes, el llamado es a la moderación, dice Ana Claudia Villarroel, Nutrióloga y Diabetóloga de Clínica Santa María.

«Como en todo punto de vista nutricional y dado que uno como facultativo va a desconocer la cantidad real de edulcorante que la persona va a ingerir en todo el día el llamado es a la moderación, es decir, que se utilice lo mínimo posible y que se trate de evitar», explica la especialista.

La Ingesta Diaria Aceptable (IDA) corresponde a la cantidad máxima que se puede consumir diariamente por kilo de peso corporal sin que represente un riesgo para la salud del consumidor. Entre los que se usan en Chile, están:

  • Acesulfamo: 9 mg. por kilo de peso corporal
  • Aspartamo: Hasta 40 mg. por kilo
  • Ciclamato: 7 mg. por kilo
  • Estevia: 4 mg. por kilo
  • Sacarina: 5 mg. por kilo
  • Sucralosa: 15 mg. por kilo
  • Taumatina: No se especifica un nivel máximo recomendado

Por ejemplo, una mujer de 55 kilos podría tomar un máximo de 2,2 gramos de aspartamo al día.

¿Qué pasa con los niños?

Ahora que los endulzantes están cada vez más presentes en los alimentos que consumen, hay que tener mayor cuidado con la IDA, pues mientras más pequeño, menos peso se tiene, por lo que es mucho más difícil dar una dosis que sea segura.

«En los niños lo que se pretende a nivel mundial es que se evite lo más posible habituarse a estos alimentos excesivamente azucarados porque es en la temprana infancia donde se queda para toda la vida el gusto por lo dulce», recomienda Villarroel.

A su vez la nutrióloga de Clínica Terré dice que «el uso de edulcorantes en niños está permitido desde los dos años de edad o desde los 20 kilos de peso».

Sin embargo, la Dra. Villarroel  explica que los edulcorantes no son necesarios para la nutrición humana, porque son moléculas que se sintetizaron para lograr el sabor dulce en los alimentos y así poder hacerlos más apetecible.

«El sabor dulce ha salido a la discusión porque se asocia al consumo de alimentos procesados, que es aquél que está modificado respecto de la forma en que la naturaleza entrega. Puntualmente en lo dulce, eso se puede exacerbar ya sea colocando azúcar o endulzantes artificiales, por lo tanto la idea para hacer un plan de alimentación nutricional acorde a la prevención del sobrepeso y de las enfermedades crónicas no transmisibles es evitar lo más posible el consumo de alimentos refinados», explica la especialista de Clínica Santa María.

La Dra. Castro también recomienda opciones naturales como la miel, estevia o los dátiles. Y agrega que «las personas que no consumen azúcar pueden consumir edulcorantes ojalá de origen natural como la estevia o la sucralosa, sin que esto genere un daño si se usan las dosis adecuadas».

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