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«La agorafobia no me define»: cómo una mujer que teme salir de su casa logra recorrer el mundo Testimonio

«La agorafobia no me define»: cómo una mujer que teme salir de su casa logra recorrer el mundo

Para Jacqui Kenny una simple ida al supermercado puede desatar un ataque de ansiedad y el temor de una catástrofe inminente.


Kenny padece agorafobia, una enfermedad en la que la simple idea de estar en un lugar abierto puede desencadenar un ataque de pánico.

Pero ha encontrado una forma de recorrer el mundo gracias a su cuenta en Instagram, que tiene cerca de 20.000 seguidores, muchos de los cuales padecen el mismo trastorno.

El nombre de Kenny en Instagram es «Agoraphobic Traveller« o «viajera agorafóbica» y las imágenes que publica son captadas con Google Street View.

En su cuenta pueden verse fotos de un grupo de monjas en Perú, enormes bloques de apartamentos en Rusia o y niños corriendo en un pueblo del desierto de Atacama.

Lugares mágicos

A pesar de vivir en una zona central de Londres, Kenny lleva más de 20 años evitando lugares concurridos y el transporte público.

Niños corriendo en un pueblo del Desierto de Atacama

Kenny capta imágenes con Google Street View. Esta foto en su cuenta de Instagram muestra niños en un pueblo del Desierto de Atacama.

Pero se siente feliz de que gracias a la «era digital» puede visitar lugares que de otra forma jamás habría visto.

«Voy a cualquier parte que me transmite algo mágico», señaló a la BBC. «Tal vez esos sitios me atraen tanto porque sé que llegar allí sería para mi ncasi imposible».

Kenny, quien fue diagnostica en 2009, elige lugares «con cierto misterio».

«Las fotos transmiten una sensación de algo remoto, de aislamiento, pero también hay color y esperanza», señaló. «Las imágenes reflejan mis propios sentimientos y mi agorafobia».

«Siento que mis pies no tocan el suelo»

La emoción de sus aventuras digitales contrasta con el miedo que Kenny experimenta en situaciones cotidianas.

Ir a una tienda es «una pesadilla» y no ha tomado el metro en más de 10 años.

Hombre en una parada de autobús en un sitio remoto en Rusia

Una parada de autobús en Belgorod Oblast, en Rusia. «Las fotos transmiten una sensación de algo remoto, de aislamiento…»

«Si estoy en un lugar con mucha gente siento pánico, me sudan las palmas de las manos, el corazón se me acelera, siento que mis pies no tocan el suelo», relató.

«Y los pensamientos se disparan como un tren de alta velocidad. Me parece que perderé el control, que acabaré colapsando y desparramando todos los productos de la tienda por el piso y que todos será testigos».

Pánico

Kenny tiene 43 años. Tenía 23 y vivía en Australia cuando sufrió su primer ataque de pánico durante un día bastante estresante en el trabajo.

«Sentí que estaba muriendo. Un médico le restó importancia y me dijo que seguramente la causa era una salsa que había cenado el día anterior».

Un árbol en una plaza en Senegal.

«…pero también hay color y esperanza». Un árbol en una plaza en Senegal.

«Nadie hablaba entonces abiertamente sobre enfermedades mentales».

Antes de comenzar su proyecto en 2016, Kenny sólo había confesado sus síntomas a su familia.

Era gerente de una empresa de marketing digital, pero sólo concurría a reuniones de trabajo si tenían lugar en una oficina que se encontraba a dos minutos caminando de su casa.

Kenny asegura que encontrar y compartir imágenes en Instagram le ha ayudado a aceptar su enfermedad sin sentir ira, como antes.

«Antes de sufrir ataques de pánico soñaba con ser una fotógrafa. Pero me había resignado a que esto jamás sucedería. Ahora siento que la enfermedad no me define, yo no soy esa enfermedad, simplemente es una parte de mí».

«Gente de todo el mundo»

Kenny asegura que su cuenta en Instagram le ha dado la confianza para hablar sobre su enfermedad con otras personas.

Bloque de apartamentos de concreto en Rusia

Bloque de apartamentos en Rusia. «Las imágenes reflejan mis propios sentimientos y mi agorafobia».

«Ahora hay gente de todo el mundo que comparte luchas similares con esta enfermedad. Es increíble».

Mucha gente piensa que la agorafobia es simplemente un miedo a lugares abiertos, pero Kenny ha descubierto el enorme espectro de experiencias de quienes sufren este mal.

Un periodista agorafóbico que contactó a Kenny relató la agonía de trabajar en una sala de noticias. Otros fotógrafos compartieron sus dificultades de viajar para realizar un reportaje.

Humor

Kenny controla mejor su ansiedad gracias a sesiones de terapias cognitivo-conductuales, conocidas en inglés como Cognitive Behavioral Therapy o CBT.

Un perro corre en un calle solitaria en Arequipa, Perú

Arequipa, Perú. Kenny tiene más de 20.000 seguidores. «Ahora hay gente de todo el mundo que comparte luchas similares con esta enfermedad».

Gracias a esa terapia logró recientemente asistir a la boda de su hermana en Nueva Zelanda.

Para combatir sus miedos, un psicólogo le enseñó a imaginar en su mente el «peor escenario» de un viaje en avión. «Me imaginaba intentando derribar la puerta del avión. Y de pronto me di cuenta de lo gracioso de esa escena. Yo y el psicólogo acabamos riendo. Y ese humor me ayudó cuando subí al avión de verdad».

No fue fácil, pero viajar a Nueva Zelanda le dio esperanza. «Hay veces en que no logro controlar mi ansiedad y acabo volviendo a casa, pero sé que si lo hago me siento peor», dijo Kenny.

«Siempre trato de ir más allá de mis límites, de que no me gane el miedo».


Qué es la agorafobia

Frente de una casa
  • Mucha gente piensa que la agorafobia es simplemente el miedo a los espacios abiertos, pero se trata de una enfermedad más compleja. Alguien con agorafobia puede sentir miedo de viajar en transporte público, visitar un shopping o dejar su casa.
  • Si una persona con agorafobia se encuentra en una situación estresante usualmente experimenta síntomas de un ataque de pánico, como ritmo cardíaco acelerado, hiperventilación, sudor, calores o naúsea.
  • Eventos traumáticos como la pérdida de un ser querido pueden contribuir a que se desencadene esta enfermedad, al igual que ciertos genes.
  • Mucha gente mejora simplemente hablando sobre sus síntomas con un terapeuta, con sesiones de CBT.
  • Si sientes un ataque de pánico puede ayudarte enfocarte en algo muy concreto, visible y que no te parezca amenazante. Debes estar en el momento presente y respirar lenta y profundamente.
  • La agorafobia es dos veces más común en las mujeres que en los hombres. Usualmente comienza entre las edades de 18 y 35 años.

Fuente: NHS, Servicio Nacional de Salud del Reino Unido

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