Moda y política
Una clásica y otra moderna, cada una disfrazada de un mensaje
Melania Trump sigue de gira mundial interpretando su papel de primera dama de Estados Unidos. Después de Polonia y Hamburgo, ahora el matrimonio presidencial ha aterrizado en París en donde han sido recibidos por sus equivalentes franceses, Emmanuel y Brigitte Macron.
Por supuesto, a vez que espera a que se conozca el contenido de las conversaciones “políticas” de los dos mandatarios (en realidad, medio internet está especulando, entre risas, qué se estarán diciendo por lo bajo), el mundo también comenta los estilismos de las esposas, obligadas a pasar tiempo juntas por la ciudad. Al ver la foto se aprecia que ambas están encantadas
Melania y Brigitte, mejores amigas. / AFP PHOTO / POOL / IAN LANGSDON
También, por supuesto, se han hecho muchas lecturas acerca de los looks de ambas, ninguno de los dos casual. Melania llegó vestida de Dior, con un traje de chaqueta y falda cuyo corte pertenece al ‘New Look’ característico de la maison. Clásica, elegante y de rojo, el color preferido de una primerísima dama de Estados Unidos, la poderosa Nancy Reagan (le gustaba tanto que llegó a darle nombre a un tono).
Por su parte, Brigitte Macron optó por la otra versión del chic francés: la moderna y despreocupada, con un minivestido blanco de Louis Vuitton con cuello de motorista. Con los ‘stilettos’ azules y el bolsito de la misma marca, recordaba a una ‘modette’ sesentera dispuesta a salir de fiesta.
Melania y Brigitte, un poco más contentas (Martin Bureau/Pool Photo via AP)
El mensaje que cada una intentó enviar (si lo consiguieron o no es otra cosa) está bastante claro. Trump se disfrazó de “señora” seria y distinguida, con un conjunto de una firma segura y sin complementos que pusieran en peligro la sobriedad. Intentó mostrar entereza, refinamiento y poder (“Nancy, ayúdame”) en el reino de los snobs.
Por su parte, Brigitte quiso luchar contra el estigma de profesora mayor casada con su alumno joven y se vistió de manera pizpireta, intentando desterrar también el tópico de que los franceses son unos estirados. El toque de estilo yanki del cuero blanco y las cremalleras de su vestido también fueron un gesto.
Emmanuel Macron, Brigitte Macron, Donald Trump y Melania. (AP Photo / Matthieu Alexandre)
Una disfrazada de la otra, ambas paseando por la ciudad con tacones imposibles y vestidas con prendas escogidas por otros y para otros. Como discursos complementarios (y de refuerzo) a los de sus maridos, programadas para agradar aunque las vayan a criticar.
Y como una nota a pie de página de ese especie de manifiesto con patas: los colores de sus estilismos unidos son los mismos que los de la bandera de Francia y la de Estados Unidos. Detallitos.
Fuente: lavanguardia.com (Carmen López Álvarez)
