Renee Goust, es música, graduada de la Universidad de Guadalajara, que luego de escribir la canción Feminazi versión cumbia se viralizó rápidamente. Al hacerse conocida Goust ha recibido insultos en las redes sociales. «Me han llamado machorra, zorra y he recibido amenazas. Creo que esa es la razón por la que muchas mujeres dicen que no son feministas o no defienden sus ideas, porque tienen miedo a recibir estos insultos o a quedar mal con los hombres que tienen estas ideas». Sin embargo, asegura que ha recibido más respuestas positivas que negativas.
«Estoy muy contenta porque me ha escrito gente de México, España, Colombia agradeciéndome por la canción. No solo mujeres, también hombres me escriben para decirme que me apoyan y apoyan la causa. Me da gusto que exista más entusiasmo que agresión», comentó al sitio Verne.com.
La canción que se conoció primero por un video donde sólo se veía a la cantante y su guitarra logró tener más de 65.000 visitas. Ahora, el tema tiene un video clip con un trabajo audiovisual simple pero que cumple su objetivo: entregar un mensaje.
Renee explicó en su Facebook que escribió esta cumbia «para invitarl@s a guapachear con sabrosura y a la vez evidenciar el mal uso de este termino: «Feminazi». Es mi respuesta al acoso que demasiado frecuentemente sufrimos las mujeres al querer defender nuestros derechos. El que creamos merecer derechos básicos como el respeto y la equidad de género parece enfurecer a muchos, y en respuesta pretenden desprestigiar y demeritar nuestro avance usando el ignorante término «Feminazi», instituido por el republicano de ultra derecha Rush Limbaugh en 1992, para describir a las mujeres que en ese momento luchaban por el derecho a decidir sobre su sistema reproductivo y su cuerpo».
Además, aprovechó de agradecer por la red social: «Muchas gracias a mi adorada Astrid Montaño por su apoyo incondicional, al increiblemente talentoso Miguel Herrera por su ayuda con este video, y a todas las mujeres luchonas que día con día e incansablemente dan lo mejor de sí para sacar adelante sus carreras, sus hijos, sus familias, y sobre todo su amor por si mismas. Gracias también a los hombres que logran vernos como algo más que un objeto sexual, que entienden que ellos también ganan con la equidad de derechos y responsabilidades entre los géneros. Son poquitos, pero día con día el número crece y la esperanza del progreso se agranda. Pero sobre todo gracias a ustedes que escuchan mis pedacitos de corazón auditivos. Los invito a compartir aquellos que sean de su agrado».
