Ni una menos
El drama de Mega que fue éxito de rating en un horario que los televidentes habían dejado de lado, marcó un histórico peak de 27 puntos, se encuentra en su recta final. El personaje femenino de la teleserie sufrió de violencia extrema y puso en la mesa el tema contingente contra la violencia de género.
La teleserie Amanda del grupo Bethia es furor a las 15:00 horas y ha logrado peak históricos, 27 puntos de rating, en un horario que los televidentes habían dejado de lado. Fue comentario obligado en redes sociales y de los hogares de los chilenos por su exceso de drama. Esta semana la producción se encuentra en su recta final y los seguidores lo esperan con ansias.
Aunque la producción fue criticada por su factura y su efectos de baja calidad, fue la interpretación de los personajes femeninos los que se tomaron la pantalla de Mega. La villana Loreto Valenzuela y la protagonista Daniela Ramírez.
Ramírez personifica a Amanda Solís, una joven que fue violada por tres hermanos y que luego de algunos años vuelve al lugar de los hechos buscando justicia y venganza, que claramente no le resultó nada fácil.
La actriz habló con La Tercera sobre el fenómeno de la teleserie y que ha significado para ella el proceso de grabación de un personaje tan torturado y sufrido. Además, la profesional explicó como se sintió sobre el contexto social para las mujeres y el movimiento Ni una Menos y si el drama se hizo cargo de lo que pasa en nuestro país.
«Como mujeres tenemos mucho que decir a nivel histórico. Tenemos mucho para sostener y llevar una teleserie y una narración. Las mujeres tenemos mucho material para encabezar una historia, y es cosa de ver a Loreto Valenzuela. Ella hizo un trabajo muy prolijo como la villana. Tiene todo lo que puede detonar el lado oscuro de la teleserie. Fue un verdadero plus para enmarcar el género, para dejar en claro que la mujer es la que va con la bandera de yo me atrevo a denunciar y yo me atrevo a decir lo que está pasando» manifestó Ramírez.
Asimismo, explicó que «es perfecto que el tema de la mujer hoy esté tan presente, y justo hagamos Amanda. Finalmente, estamos hablando de un caso puntual, y desde ahí se desprende lo que significa en la sociedad la violencia frente a la mujer. Estamos hablando de una persona y desde ahí rebota la historia, y representa a muchos, y sensibiliza y hace entender. Es muy bueno hablar de la contingencia y es bueno que también funcione una historia que es ficción».
Cuando La Tercera le pregunta cuál fue una de la escenas que más la marcó, la actriz no dudo en declarar que fue la de la tortura. «Fue muy intenso, y había toda esta impunidad que existe de que los poderosos hacen lo que quieren y todos se quedan callados. A mí me gustaba opinar desde ahí, desde lo terrible que puede ser una tortura. Me marcó harto y siento que funcionó bien. Todas esas escenas yo las revisé porque tenía mucha inquietud sobre cómo se iban a mostrar y cómo se iban a ver. Uno las actúa, pero no las ve. Luego de revisarlas me gustaron mucho cómo quedaron. Estaban en un tono bueno, bajito, bien real», expresó.
Pero explicó que la producción tuvo sumo cuidado para realizarlas, «las escenas delicadas uno las hace con bastante cuidado y con tiempo, pero en general, más allá de esa en específico, nos reíamos harto. Fue un equipo increíble, tirábamos la talla siempre y nos reíamos de todo, como la escena del toro. Recuerdo que ahí todos nos dijimos ya basta (ríe). Lo pasamos tan bien grabando, que creo que se notaba. Eramos un equipo cohesionado, y creo que algo se veía de esa química en pantalla», dijo.
