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Proponen «Ley Menstrual» en Chile: ¿Qué dice la experiencia en el mundo? Bella y Sana

Proponen «Ley Menstrual» en Chile: ¿Qué dice la experiencia en el mundo?

La candidata a diputada Valeska Naranjo planteó un proyecto de ley para que las mujeres con fuertes dolores o malestares menstruales pudieran tener días libres cada mes. La iniciativa ya existe en países de Asia y se está discutiendo en Europa.


El proyecto de la candidata a diputada independiente (PS) por el cada vez más codiciado distrito 10 -Santiago, Providencia, Ñuñoa, Macul, San Joaquín y La Granja-, Valeska Naranjo, ha generado gran atención por hablar de un tema muchas veces tabú, pero sumamente cotidiano, como los dolores que las mujeres enfrentan en su período menstrual.

La iniciativa que ya se conoce como «Ley Menstrual», aunque en lo concreto se refiere a la disminorrea y endometriosis, plantea que se les permita a las mujeres ausentarse del trabajo en caso de sufrir dolores menstruales invalidantes.

En 24Horas, la antropóloga explicó que la propuesta busca «que mujeres con esta dolencia, que son dos de cada 10, puedan acceder a este derecho y no sean castigadas con descuentos, considerando que ya ganamos 30% menos de dinero».

La iniciativa ha llamado la atención y ha generado diversos tipos de opiniones a favor y en contra, justamente porque las condiciones laborales en nuestro país están lejos de ser las óptimas para las mujeres.

Naranjo ha dicho que con esto también busca que la discusión de fondo sea la salud reproductiva como un tema de la sociedad en su conjunto y no sólo exclusivo de las mujeres. Algo no menor cuando las cifras indican que la tasa de natalidad en Chile bajó a 1,8, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), pero todavía existen diversos problemas para que las mujeres puedan conciliar su vida laboral con la maternidad, o se les castigue en el sistema de salud por estar en una edad fértil, entre otras cosas.

Quienes ven con temor este tipo de iniciativas explican que ya hay suficientes «castigos» para las mujeres en el ámbito laboral y que podría discriminar más aún por los posibles «costos» que le genere a las empresas. Además, significaría darles un trato diferente a las mujeres por su género, en momentos en que la tendencia es buscar la igualdad de condiciones para ambos sexos.

Quienes están de acuerdo con la iniciativa dicen que una plena igualdad de derechos también reconoce e integra las diferencias entre hombres y mujeres, como en este caso, las biológicas.

El debate en el mundo

En Asia hace rato que existe el seirikyuuka (baja menstrual), pues se considera un derecho biológico.

En Japón este permiso se implantó en 1947, donde el artículo 68 de la Ley de Normas Laborales establece que «cuando una mujer, para quien el trabajo durante los períodos menstruales sea especialmente difícil, ha pedido licencia, el empleador no empleará a dicha mujer en los días del período menstrual». Eso sí, la empresa no está obligada a pagar esos días.

En Corea del Sur desde el 2001 el artículo 71 de la Ley de Normas Laborales determina que las trabajadoras tienen derecho a dos días libres al mes de licencia menstrual y también se les garantiza un pago adicional si no toman la licencia. Sin embargo, pocas ejercen su derecho, sobre todo en lugares de trabajo dominados por hombres, según el Korea Times.

En Taiwán, la Ley de Igualdad de Género en el Empleo otorga desde 2014 a las trabajadoras hasta un día de permiso menstrual por mes y tres de estos califican para medio pago, que se pueden sumar a los 30 días de licencia pagada «por enfermedad común».

A las mujeres en Indonesia se les concede dos días de licencia menstrual al mes por ley desde 1948. Sin embargo, las trabajadoras no suelen aprovechar este derecho porque las empresas realizan exámenes físicos a las mujeres antes de concederles la licencia.

Italia fue el primer país europeo en realizar una propuesta concreta sobre el tema, cuando cuatro legisladoras del Partido Democrático presentaron el proyecto “Establecimiento de la licencia para las mujeres que sufren de dismenorrea”. La norma aplicaría para aquellas mujeres que comprueben cada año, a través de un certificado médico, padecer de los molestos síntomas.

El debate en el parlamento italiano inició también la discusión en otros países como España, Reino Unido, Suecia y Finlandia. En Latinoamérica, también ha generado interés en Argentina y Colombia.

La ley también se ha debatido en China, donde ya entró en vigencia en algunas provincias, lo que no estuvo exento de polémicas.

La licencia menstrual ya ha sido estipulada en Anhui, Shanxi y Hubei. También se realizó una consulta en Cantón, donde también había recelo porque afectara a las mujeres en el mundo laboral. Li Sipan, defensora de los derechos de la mujer en Cantón, dijo a CNN: «A las mujeres les podría preocupar de que no las contraten por el tiempo adicional de descanso. Así que yo sugeriría que la regulación no apunte a un género específico, sino a las mujeres con trabajos específicos».

Una encuesta realizada en la provincia de Guangdong en China, reflejó que el 20% de las mujeres no se sentiría cómodas con una licencia de este tipo por miedo a revelar sus intimidades.

En Hong Kong la norma se extiende incluso a las estudiantes. Lowina Tse, ginecóloga y directora de Hong Kong Women Doctors Association, dijo a CNN que los esfuerzos para implementar una legislación relacionada con los períodos menstruales deben ser parte de un movimiento para una mejor protección de salud laboral.

«Lamentablemente, esta baja ad hoc podría genera más discriminación para la mujer, que queda señalada bajo el estereotipo de ‘está en esos días’ y suponer más trabas en cuanto a su contratación», alerta Gina Aran, profesora colaboradora de Economía y Empresa de la UOC y experta en recursos humanos.

En un país como España donde trabaja casi el 56% de las mujeres, Aran alerta de que si se sigue el planteamiento italiano, las empresas probablemente no lo aceptarán. «Se pueden dar reticencias al contratar mujeres porque potencialmente causarían baja laboral tres días de cada mes o por la creencia de que la productividad femenina disminuye cuando tienen la menstruación», explica. Actualmente, durante el proceso de selección, las empresas intentan saber si la mujer tiene hijos o desea tenerlos. «Si a dicho prejuicio le sumamos esta ley, todavía se verán más perjudicadas y en el caso de expedientes de regulación serán las primeras a las que querrán despedir», alerta.

¿Afecta la productividad?

En el 2014, el ginecólogo londinense Gedis Grudzinkas sostuvo que las mujeres deberían recibir una licencia médica por menstruación con tres días pagados al mes, debido a la agitación corporal causada por los dolores del período menstrual y tensión, lo cual provocó un debate sobre el tema, lo que fue criticado por muchas mujeres en su país.

Pese a que la dismenorrea es un dolor intenso que se produce por cólicos uterinos menstruales y puede estar acompañada de molestia lumbar y dolor irradiado a más zonas del cuerpo, no se considera una enfermedad sino una complicación del periodo menstrual.

También Lena Dunham, creadora de la exitosa serie de HBO, Girls, ha comentado las dificultades de vivir y trabajar con endometriosis, una enfermedad dolorosa asociada con la menstruación. «Estoy pasando por un momento difícil con la enfermedad y mi cuerpo, así como mis médicos, me han señalado que es tiempo de reposar», explicó cuando debió cancelar una gira promocional.

Los expertos no se ponen de acuerdo en cómo afecta el mundo laboral. Un estudio realizado por dos economistas italianos publicado en 2009 en American Economic Journal concluyó que el «ciclo menstrual femenino aumenta el ausentismo», aunque otro publicado en 2012 en Journal of Human Resources, decía que «no hay evidencias de que la menstruación provoque un aumento del ausentismo femenino».

Pero una de las actividades donde se pueden medir las consecuencias físicas de los dolores premenstruales en las mujeres es el deporte. Aunque Paula Radcliffe batió el récord mundial femenino de maratón en el año 2000 el mismo día en que tuvo su período, reconoció que no estaba en su condición óptima para competir: «Logré hacerlo gracias a una óptima hidratación, pero tuve que luchar mucho para no pensar en ello durante la carrera».

«Conozco el caso de varias mujeres que sus médicos les recetan pastillas para demorar la menstruación el día de la competencia, lo que es perjudicial», agregó Radcliffe.

La activista china Churan Zheng, contó a BBC Mundo que sufre «de dolores menstruales severos. (…) La noche antes de que me llegue el período, siempre me siento pesada y me dan espasmos en el estómago. Y cuando me despierto, el dolor que acompaña a la regla es tan insoportable que siempre me imagino arrancándome los intestinos del cuerpo o cortándolos con una tijera. Siento ganas de vomitar».

«Desde que dejé la universidad y empecé a trabajar, he tomado calmantes casi todos los meses, pero me hacen sentir cansada y dormida. También necesito una bolsa de agua caliente para calmar el dolor. En esos momentos me cuesta concentrarme en el trabajo y acabo maldiciendo a mi género. Afortunadamente, la compañía en donde trabajo -Pride Planning, que hace campañas sobre los derechos de la mujer- le ofrece a su personal femenino un día de vacaciones todos los meses. Las empleadas no necesitan un certificado médico, o preocuparse por perder un día de sueldo», sostuvo.

Además aclaró las supuestas pérdidas para la empresa: «Hasta donde sé, mi compañía -donde la mayoría de los empleados son mujeres- no sufre pérdidas significativas a pesar de que casi todas se toman un día al mes o mes por medio».

Según Zheng, existe una organización interna preparada para esos días de ausencia. «Nosotros tendemos a planificar de antemano si tomamos el día libre o tratamos de ponernos al día apenas regresamos. Los colegas hombres no sienten que haya un trato injusto. De hecho, nuestro ambiente de trabajo es más positivo y amigable desde que se introdujeron las nuevas reglas», explicó.

La empresa de Zheng no es la única en promover días libres para mujeres que sufren dolor en su menstruación más allá de las leyes. Nike incluyó la baja menstrual en su código de conducta en 2007. También lo hizo la empresa británica Coexist, una compañía sin fines de lucro.

«He visto a mujeres dobladas por el dolor premenstrual que no pueden irse a sus casas, lo que me parece un poco injusto», explicó la directora de Coexist, Bex Baxter, al diario Bristol Post.

Con respecto a Chile, uno de los grandes temores cuando se promulgó la Ley de Postnatal Parental en octubre de 2011 fue que el permiso extendido generara un impacto negativo en la empleabilidad de las mujeres. Sin embargo, la participación femenina en el mundo laboral en el 2010 era de 45,3 según datos del INE, y el 2016 llegó a 48,0.

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