Los peligros de convocar por Facebook: niña fue violada en su fiesta de 15 por al menos cuatro jóvenes

Las formas de comunicarse han cambiado, qué duda cabe. Convocar a fiestas a través de las redes sociales, especialmente Facebook, es de lo más común. Por eso, nadie esperaba que postear la invitación a los 15 años de Camila en la casa de un amigo, sería el gatillante de una horrible tragedia, que hoy conmueve a Argentina.

Fue el miércoles pasado cuando Camila (el nombre fue cambiado para resguardar su identidad) cumplió 15 años. Sus padres no tenían la plata para organizarle una fiesta, por lo que armaron la celebración en la casa de uno de sus amigos el sábado a la noche. La familia propietaria del inmueble en San Pedro, accedió a permitir la celebración cuando el padre de la cumpleañera dio su visto bueno. Su hija no salía. Aunque muchas veces había pedido permiso, sus padres preferían que no lo hiciera.

“No la dejábamos salir por el miedo de que le pase algo, porque a la salida de los boliches siempre había heridos, veíamos en las noticias. Entonces no le dábamos permiso para salir. A ella no le gustaba. Es que antes eran otros tiempos, ahora salís y no sabés si volvés”, contó su madre al semanario trasandino La Opinión.

Pero la que debería haber sido una noche soñada para Camila, con música, algo para tomar que cada invitado pudiera llevar, bailar y compartir una velada de celebración, se transformó en su peor pesadilla: diez adolescentes de entre 12 y 18 años que habían llegado sin invitación tomaron a la chica por la fuerza, se la llevaron a un descampado y abusaron de ella en grupo.

«La fiesta la organizaron por Facebook. En el posteo invitaban a amigos a que se sumaran llevando alguna bebida, lo que terminó siendo un arma de doble filo», dijo Carlos Torres, cuñado de la joven abusada al prestigioso diario argentino Clarín. Torres agregó que la invitación se terminó viralizando tanto en las redes que la fiesta se fue de las manos y en el lugar aparecieron algunos «conocidos» del barrio que no habían sido convocados.

La fiesta había comenzado a las 21 horas. La dueña de casa miraba televisión y cada tanto los iba a ver, para controlar que todo estuviera bien. A eso de las 3 de la mañana irrumpió el grupo que no estaba invitado. Eran alrededor de 10. Llegaron caminando, con botellas en la mano. Todos tenían entre 14 y 17 años, quizás alguno ya había cumplido los 18.

Según averiguó La Opinión, “el anfitrión fue al baño y cuando volvió, su amiga, la cumpleañera, no estaba. Preguntó por ella y nadie sabía. No la veía. Salió a la calle y observó que tres de los del grupo que no sabía si habían sido invitados regresaban desde el fondo del descampado, donde hay una especie de “corral”, con alambre y tranquera, donde muchos de los vecinos llevan a pastar a sus caballos. Detrás de esos tres, otros tres. Corrió hacia el corral y allí estaba su amiga, tirada en el piso. El resto de los muchachos que estaba en el lugar regresó hacia la fiesta cuando él alumbró con la linterna de su celular. No entendía qué pasaba, pero su amiga lloraba”, relata el periodista.

«Cuando los pibes vieron la luz, se dispersaron y la dejaron tirada. Estaba llorando, toda sucia, con la ropa corrida y en shock. No podía ni caminar», agregó el cuñado de la víctima.

Luego de eso, Camila no paraba de llorar, estaba asustada y callada. Sólo señaló al grupo ante las insistentes preguntas de su amigo que quería saber qué pasaba. Finalmente fue la madre del muchacho quien logró que admitiera que la habían violado y consignó a al menos cuatro nombres.

La chica testificaría más tarde, que pasadas las 3.30 de la mañana del domingo, diez de estos jóvenes le pidieron que los acompañara afuera de la casa porque tenían «un regalo» para darle. Ella se negó e intentó forcejear, pero la sacaron a los empujones y se la llevaron a un descampado ubicado a unos 50 metros del lugar. Allí, en la oscuridad, abusaron de ella.

Ellos lo negaron. Pero más tarde, en base a su testimonio ampliado y a lo que pudieron comprobar los médicos del Hospital Subzonal General Municipal de San Pedro, se supo que cuatro de los jóvenes que la atacaron llegaron a penetrarla mientras el resto miraba, la manoseaba o aguardaba por su turno.

Según han informado distintos medios trasandinos, mientras Camila se recuperaba en el hospital, sus familiares y amigos empezaron a buscar perfiles en Facebook para reconocer a los agresores. Ya han logrado identificar a siete. «Sólo uno es mayor de edad. Tiene 18 años y asiste a la misma escuela que la hermana mayor de Camila. El resto son todos menores. Hay un rumor que dice que a uno lo entregó la propia madre en la comisaría cuando se enteró», reveló Torres.

Camila está con tratamiento sicológico en su casa. Se la ve fuerte, pero porque sigue en shock. La causa, caratulada como «abuso sexual», está en manos del fiscal de menores de San Nicolás José María Guadagnoli. El jueves la chica declarará en Cámara Gesell. Hasta el momento, ninguno ha sido detenido.