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Sharon Tate: de la tormentosa relación con Roman Polanski al brutal asesinato de Charles Manson Fatídica histora

Sharon Tate: de la tormentosa relación con Roman Polanski al brutal asesinato de Charles Manson

La historia de la trágica muerte de la actriz en manos de los seguidores de Charles Manson conmocionó al mundo a fines de los 60s y sigue siendo una de los crímenes más horrorosos de la historia policial estadounidense.


Charles Manson, uno de los asesinos más sanguinarios en la historia de Estados Unidos, murió este domingo a los 83 años en un hospital de Bakersfield, al cual fue trasladado de la prisión Corcoran State, California, donde estaba desde 1989.

Los sangrientos asesinatos aterrorizaron a la ciudad de Los Ángeles y de, paso, horrorizaron al mundo cuando el líder de un culto que se hacía llamar «La Familia Manson», ordenó matar a la actriz Sharon Tate y a seis personas más en agosto de 1969.

Era época de un fuerte racismo en Estados Unidos y de una contracultura que promovía la paz y el amor con el movimiento hippie. Según la investigación, Manson envió a sus seguidores a cometer los asesinatos como parte de una estrategia que provocaría una guerra racial.

Sharon Tate, se transformó en la más recordada víctima del ataque y no solo por ser parte de Hollywood sino porque estaba embarazada de casi nueve meses.

De los concursos de belleza a Hollywood

Nacida el 24 de enero de 1943 en Dallas, Sharon Tate deslumbró en su época por su belleza, por lo que se convirtió en una de las modelos y actrices más cotizadas de su época.

Fue la primera de las tres hijas de Paul James Tate, un coronel del ejército de Estados Unidos, y su esposa Doris Gwendolyn. A los seis meses de edad,  ganó el concurso su primer concurso de belleza, lo que se repitiría varias veces duante su adolescencia.

Fue una de las promesas de Hollywood y nominada a un Globo de Oro por su actuación en la película Valley of the Dolls (1967), aunque reconocía que le interesaba la comedia más que los grandes papeles dramáticos: «No me veo haciendo Shakespeare», dijo sobre sí misma en una entrevista.

Pero su vida no fue fácil. Al ser hija de un coronel, tuvo que vivir en varias partes por los constantes traslados de su padre, lo que hizo que fuera retraída en su infancia. Sería en Italia donde empezó a sacar su personalidad y donde se encontraría con el mundo del cine, participando como extra en algunas películas.

Su vida amorosa tampoco fue fácil. A los 17 años, fue violada por un soldado con el que había salido, según Ed Sanders, autor del libro Sharon Tate: una vida. Fue uno de sus secretos mejor guardados y solo se lo reveló a quien sería el gran amor de su vida: Roman Polanski

Pero antes de la relación con el polémico director, estuvo comprometida con el actor francés Phillipe Forquet, con quien mantuvo una relación con constantes peleas y que terminó abruptamente tras un episodio de violencia que terminó con ella hospitalizada.

En 1964 durante una fiesta en Hollywood, conoció a Jay Sebring, un reconocido estilista con quien empezó una relación. Tate contó después que él incluso llegó a proponerle matrimonio, pero ella privilegió su carrera. Aún así mantendrían un vínculo tan cercano, que estaban juntos la noche del brutal crimen.

A principios de 1966, Sharon se marchó a Londres para rodar El baile de los vampiros. Fue ahí donde conocería a Polanski, aunque los dos confesaron no sentir una atracción inmediata. Pero luego de empezar a trabajar juntos, comenzó una relación de mutua admiración.  Pero los excesos y el consumo de drogas también marcaron el romance. Pese a que la relación se profundizó -en abril de 1966 decidieron vivir juntos- también comenzaron las orgías y un creciente desprecio del cineaste hacia ella, según el libro de Sanders. Tanto así, que el director grababa los encuentros sexuales con Tate y con otras mujeres y luego las exhibía para sus amigos.

Para los cercanos de la actriz, el dominio que Polanski tenía sobre Sharon era absoluto e incluso le indicaba cómo vestirse y maquillarse. Tenían un vínculo creativo importante y las carreras de ambos fueron creciendo. En enero de 1968 ambos decidieron casarse después de 2 años de convivencia.

Pero todo cambió cuando se dio cuenta que estaba embarazada. Ella sabía que Polanski no quería ser padre. Cuando el director se enteró, le dijo que se hiciera un aborto, pero ella se negó. Polanski se fue a filmar a Londres y nunca más la volvió a ver con vida. Pese al distanciamiento de la pareja, seguían manteniendo un vínculo y ella esperaba que volviera con el nacimiento de su hijo.

La actriz tenía ocho meses y medio cuando los seguidores de Manson irrumpieron en su casa y la apuñalaron 16 veces junto a sus invitados. El director Wojciech Frykowski, y su novia Abigail Folger, no querían dejar sola a Tate con un embarazo tan avanzado y se quedaron a acompañarla. Jay Sebring también la visitaba a menudo.

Esa noche los cuatro salieron a comer y luego volvieron a casa donde fueron asesinados un par de horas después. La matanza fue producto del azar. La casa en 10050 Cielo Drive, en Beverly Hills, era propiedad del productor musical Terry Melcher, quien se la arrendaba a Polanski y Tate.

Charles Manson había conocido a Melcher cuando quiso hacer carrera como músico, lo que no prosperó.
Manson furioso ordenó a sus seguidores que fueran a la casa de Melcher y asesinaran a todos sus ocupantes. Además de vengarse, pensó que podría provocar una guerra racial matando salvajemente a gente adinerada en sus casas e intentando hacer recaer las sospechas sobre grupos como los Black Panthers. La casa representaba su rechazo contra el show business establecido.

Esa noche, los cuatro ocupantes de la casa fueron llevados a la sala de estar. Jay Sebring pidió que tuvieran en cuenta el estado de Tate y no le hicieran daño, lo que provocó que le dispararan inmediatamente. Frykowski y Folger corrieron pero pronto los alcanzaron y asesinaron.

Tate suplicó por la vida de su hijo, y pidió que la secuestraran para poder dar a luz y si querían después la matasen. No tuvieron misericordia con ella. Los cuerpos de Tate y Sebring fueron unidos por una cuerda larga atada a sus cuellos para conectarlos entre sí.

El cuerpo de Sharon fue enterrado con su hijo en brazos.

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