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Mujeres toman la iniciativa en seguridad y crean diversas medidas para protegerse entre ellas mismas Mujeres unidas jamás serán vencidas

Mujeres toman la iniciativa en seguridad y crean diversas medidas para protegerse entre ellas mismas

Deborah Sepúlveda Pozo
Por : Deborah Sepúlveda Pozo Estudiante de Periodismo, Universidad de Chile
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¿Cómo lograr ser mujer y andar segura por la calle, sin miedo? No se trata de esperar que se legisle en temas de género ni que otros tomen medidas concretas para mayor protección. Hoy un grupo de mujeres de nuestro país ha tomado las riendas, se organizaron y han implementado diferentes medidas para el apoyo y soporte de una a la otra. Yo he visto su proceso y hoy lo cuento.


Según estudios del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), un 71% de personas encuestadas ha tenido una experiencia de acoso traumática. Cifras que comienzan a cobrar vida desde aproximadamente los 12 años de edad para cada mujer chilena.

Según datos que maneja el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, al 31 de diciembre de 2017, en Chile se registraron 42 femicidios consumados y 112 frustrados. Y solo hasta el 11 de enero de este 2018, ha habido 1 femicidio y 4 frustrados.

La sociedad parece no protegernos. Son muchas las cifras que abundan para dar cuenta de la dificultad de ser mujer en el Chile de hoy. Nosotras ganamos menos por el mismo trabajo que un colega varón, somos cuestionadas si tenemos una vida sexual libre mientras que los hombres siempre serán «campeones» por tener más conquistas, nuestros planes de isapre son más costosas por los años de vida fertilidad y posibles embarazos. Así mismo se contrata a menos mujeres por el costo adicional que supondría una trabajadora en cinta, tenemos menos representatividad política y social en altos cargos, y podría continuar porque la lista no acaba.

Pero nos cansamos y estamos tomando medidas para el resguardo de unas con las otras, mientras en el parlamento se sigan implementando política públicas para que el día de mañana podamos caminar tranquilas, sin ser acosadas, sin el temor de ser violadas.

La comunidad

Hoy pasamos a ser no solo mujeres que nos unimos sino compañeras a partir de Facebook, donde a través de un grupo secreto se creó una red femenina, ansiosas por un cambio. Solo mujeres son admitidas -todas las mujeres, no solo quienes nacimos con el sexo femenino- y para evitar la filtración de personas se han tomado medidas con la ayuda de todas para identificar a los impostores. Porque incluso en un espacio así los hombres deciden irrumpir, como si fuese ilegal querer crear una comunidad entre nosotras.

Y la discusión que se ha llevado a cabo nace de la necesidad por querer sentirse segura. Surge a partir de lo que se conoce como Carpooling en Estados Unidos, que básicamente trata de compartir el auto para viajes específicos o periódicos. Allí mismo surgió la iniciativa de un Carpooling 100% solo mujeres, pues las terribles dificultades de andar en la calle son las mismas aquí y en todo el mundo para nosotras, por lo que se han creado app para la facilidad y tranquilidad de las usuarias.

No solo eso. Acá en Chile tendremos próximamente la aplicación para smartphone llamada She Drive
Us, simíl al Uber y que será ocupado por y para mujeres. Se lanzará en Santiago el 1 de febrero y desde ya se encuentra disponible para la descarga de sus futuras usuarias.

Pero por mientras, en dicho grupo se ha dado espacio para tomar acciones propias y apoyar a las mujeres que lo necesiten. Además de aplicar sororidad, término de alusión específica para la solidaridad entre mujeres en un contexto patriarcal. A partir de esto han surgido las más bellas situaciones.

Hace unos días una mujer venía llegando a altas horas en bus al terminal junto a su hijo. Sin tener cómo trasladarse, otra miembro del grupo pagó por su Uber para que llegara sana y no tuviese que esperar micro sola, ya que de noche es cuando más sufrimos del terror de que nos pase algo.

A raíz de esto además se ha conformado una lista de mujeres confiables en Uber para que nos sintamos seguras y podamos acudir a ellas con total confianza. También, en caso de quedar varadas en algún lugar, algunas compañeras ofrecen su morada para acompañarlas mientras solucionan cómo irse, extendiendo incluso la invitación a quedarse.

Pero además las mujeres han sentido la necesidad de crear comunidad también por comunas. Recientemente quienes vivimos en Ñuñoa compartimos una rica once para conocernos, para compartir, para acompañarnos. Porque urge esta necesidad de crear comunidad, de estar juntas, de apoyarnos. Independiente de nuestra diferencia de pensamiento, el fin es el mismo: protegernos unas a otras.

Aquella noche todas salimos caminando por las calles ñuñoínas más seguras que nunca, porque estábamos acompañadas. Y déjenme decirle que hace bastante que no caminaba por Santiago sintiéndome tan tranquila, sin estar mirando a todos lados cada 5 minutos, sin apretar el celular en mi bolsillo, ni apurar el paso.

Y todas llegaron a la misma conclusión, es importante mantenernos unidas y más empoderadas que nunca. La urgencia de una comunidad para mujeres se hizo presente y se creó. No es perfecta, cometemos errores, juicios, pero no debemos olvidar cuál es nuestro fin y este es apoyarnos con sororidad.

Aventurándose en solitario

Además han surgido varios derivados de esta iniciativa, como es el grupo para viajar, donde las féminas comparten tips de viajes para atreverse a recorrer el mundo seguras y empoderadas. De aquí es que surgió una reunión, una charla hecha por María Paz Castillo, mejor conocida como “Mapapo”, una amante del viaje que enseña que se puede viajar en solitario sin mayores problemas.

“Nos enseñan a tener miedo”, dijeron muchas. La cita que tuvo lugar en el Museo de la Educación Gabriela Mistral, congregó a más de 60 mujeres. Algunas habían viajado solas, otras iban con el afán de nutrirse de las experiencias de otras para atreverse. Sin embargo, todas convergían en lo mismo: nos crían sobre la base del miedo. Porque nuestra seguridad como mujeres siempre se ha visto afectada y lo vivieron muchas generaciones de luchadoras que murieron teniendo miedo.

En esta oportunidad se invitó a reflexionar en que “también las cosas buenas suceden” y que las cosas malas “pasan en cualquier parte”, ¿por qué yo debería detenerme? La Mapapo invitó a “vivir el aquí y el ahora”, de otra manera seguiremos dejando de lado nuestros sueños por el terror de tener el mundo en contra.

¿Cuál es la importancia de crear comunidad?

Es bello tener en quién apoyarte, además de conocer un sinfín de mujeres con historias como las nuestras y que pueden darte la palabra justa para avanzar en tu día a día. Porque empodera saber que tenemos una compañera cerca, tal vez a no más de una cuadra, que te va a auxiliar si te ve en peligro. Esa es la propuesta que surge desde nosotras mismas, para el resto de las féminas que se quieran seguir sumando.

Algunas están organizando actividades de sanación para quienes lo requieran, otras para enseñar defensa personal. Incluso para aprender a tejer, pintar o simplemente salir a andar en bicicleta en compañía.

Y es que si desde nosotras surge la iniciativa de lograr un ambiente menos hostil e inseguro para las mujeres, tal vez podamos aportar y dar el ejemplo para que desde los altos cargos seamos escuchadas, seamos comprendidas y seamos protegidas.

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