La acompañaron Cindy Lauper y Camilla Cabello
Tras años de lucha legal contra el productor Dr. Luke, a quien acusó de abuso sexual entre otros cargos, la estrella pop no sacaba una canción hacía cinco años. Y su regreso fue en gloria y majestad con el álbum Rainbow y la canción autobiográfica Praying, dedicada al movimiento Me Too.
Fue pura emoción. Era su primera vez en los Grammys y Kesha estaba nerviosa. Flanqueada por estrellas como Cindy Lauper y Camilla Cabello, la estrella pop salió al escenario de los premios más importantes de la industria musical para cantar Praying, un tema autobiográfico, que escribió tras años de batalla legal contra el productor Dr. Luke, a quien acusó de acoso sexual y violencia sicológica entre otros cargos, que la dejaron en la ruina económica y, sobre todo, emocional. Y los Grammy de 2018 se rindieron a sus pies y llegaron junto con ella hasta las lágrimas.
Kesha dedicó su show y su canción al movimiento #MeToo y a todas las mujeres que han sobrevivido al abuso, al acoso y la violencia.
«Espero que encuentres tu paz, cayendo de rodillas», cantó, desgarrándose.
Lauper, Cabello, Andra Day, Julia Michaels y todas las coristas que la acompañaron, la abrazaron al final de su actuación, mientras lloraba. El anfitrión James Corden también se sintió visiblemente conmovido. Y cómo no.
Kesha ha sido particularmente elocuente al hablar en contra del abuso sexual, ya que su batalla legal contra Dr. Luke, se convirtió en noticia mundial antes de que estallaran los movimientos #metoo y Time’s Up. Otras estrellas, como Taylor Swift, dieron un paso al frente para ofrecer su apoyo y pagar algunas de sus cuentas legales.
El lanzamiento en junio de Praying marcó la primera producción musical de Kesha en cinco años. Su tono emocional sombrío difería enormemente de su música anterior, y recibió elogios universales.
El nuevo álbum, Rainbow, fue nominado al mejor álbum vocal pop y Praying fue nominada a la mejor actuación vocal pop, que finalmente Ed Sheeran ganó por Shape of You.
Pero eso no importó, porque Kesha -que tiene programada una gira con el rapero Macklemore a partir de junio- demostró con creces lo buena artista que es, emocionando a la audiencia presente en el Madison Square Garden.
La Presentación
La actuación de Kesha estuvo precedida por la presentación de la actriz y cantante Janelle Monáe y fue realmente inspiradora.
«Esta noche me enorgullece ser solidaria no como artista, sino como mujeres jóvenes con mis hermanas que integran la industria de la música: artistas, escritores, asistentes, publicistas, directores generales, productores, ingenieros y mujeres de todos los sectores del negocio. También somos hijas, esposas, madres, hermanas y seres humanos», dijo Monae.
«Venimos en paz, pero hablamos en serio. Y ay de aquellos que se atrevan a intentar silenciarnos. Ofrecemos dos palabras: se acabó el tiempo (Time’s Up). Decimos que se acabó el tiempo para la desigualdad salarial. Se acabó el tiempo para la discriminación. Ha pasado el tiempo para el acoso de cualquier tipo. Y se acabó el abuso de poder porque ve que no solo está sucediendo en Hollywood, que no solo está sucediendo en Washington, sino que está justo aquí en nuestra industria. Y así como tenemos el poder de dar forma a la cultura, también tenemos el poder de deshacer la cultura que no nos sirve bien. Así que trabajemos juntos «, continuó.
Concluyendo: «Mujeres y hombres como una industria musical unida comprometida a crear ambientes de trabajo seguros, igual salario y acceso para todas las mujeres. Y como los artistas tan a menudo lo hacen, nuestro próximo artista intérprete o ejecutante personifica la gran tradición de transmitir mensajes sociales importantes. Esta intrépida nominada al Grammy en dos ocasiones inspira a muchos de nosotros, incluyéndome a mí misma cuando dijo su verdad en su álbum Rainbow, que está nominado para el mejor álbum vocal pop esta noche «.
