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Medicina Placentaria: más que el consumo de placenta post parto Yo opino

Medicina Placentaria: más que el consumo de placenta post parto

Constanza Opazo Schmied
Por : Constanza Opazo Schmied Madre, Antropóloga Social, Doula, Medicina de la Placenta en Nacer Sonriendo, Miembro del Programa Parto Natural Seguro Clínica U. Andes, Co fundadora de Nacer desde la Tierra.
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El consumo de placenta genera controversia. El año 2014 las doulas comenzamos con la formación y practica como facilitadoras de esta medicina proveniente principalmente de México, sin embargo, es una tradición que algunas parteras y matronas practican hace 10 años en Chile.

La Medicina Placentaria no es únicamente proyectada en el consumo; es un cierre del proceso, donde en una primera instancia se hace un reconocimiento de esta, luego impresiones o arte placentario, en donde se estampa esta misma en un papel acuarela, está abierta la posibilidad de deshidratar y tejer un atrapa sueños del cordón umbilical, hacer un tambor o sonajas de amnios (bolsa o saco amniótico) y enterrar la base llamada “árbol de la vida” como ofrenda a la tierra, como lo practican distintas etnias y tribus a nivel mundial.

Pero sí se recomienda el consumo de placenta post parto en un contexto riguroso mediante un manejo clínico, ya que ésta contiene múltiples nutrientes, vitaminas, proteínas y hormonas que facilitan la recuperación fisiológica y emocional de las madres.

Por ejemplo, la placenta tiene más de un 50% de su composición en vitamina K, la cual es necesaria para evitar hemorragias post parto (mayor causa de mortalidad materna), además de su alto porcentaje de hierro y magnesio lo que previene anemias y facilita la retracción uterina y la recuperación muscular, sobre todo al considerar que el útero es un músculo que realiza un enorme esfuerzo en trabajo de parto.

Por otra parte podemos encontrar las hormonas tales como oxitocina -encargada de las contracciones uterinas y la eyección de la leche- que lleva a la sensación de bienestar y apego o vínculo con ese recién nacido, generando un aumento de los niveles de satisfacción, así como la disminución de depresiones post parto, y un apoyo en lactancia, al igual que las hormonas lactoplacentarias, que son consideradas un aporte en el proceso de puerperio.

Todas las madres son aptas para el consumo de su propia placenta, siempre y cuando esta haya sido alumbrada bajo condiciones óptimas de salud. Las madres deben presentar exámenes médicos como el de VIH, hepatitis, entre otras, y se puede ingerir en batidos o micro dosis, capsulas, tinturas madres homeopáticas, chocolates, aliños, etc.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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