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Agrupaciones cuestionan uso excesivo de Ritalín en estudiantes: «Un porcentaje enorme de niños son obligados por las escuelas a medicarse» Presentaron proyecto de ley para no prohibir matrícula condicionada al uso de medicamentos

Agrupaciones cuestionan uso excesivo de Ritalín en estudiantes: «Un porcentaje enorme de niños son obligados por las escuelas a medicarse»

Ingrid Garces
Por : Ingrid Garces Periodista, penquista, ex Sub gerente de contenidos de La Red, experta en marketing digital. Directora en www.elmostrador.cl/braga En Instagram @ingridgarces En Twitter @ingrid_garces
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Un grupo transversal de parlamentarios, encabezado por las diputadas Cristina Girardi y Marisela Santibáñez, presentaron una moción que establece que los establecimientos no pueden prohibir la matrícula o asistencia de alumnos condicionada al uso de medicamentos como el metilfenidato, para los casos de menores que han sido diagnosticados con hiperactividad y otras patologías.


En el 2012 se publicó que en solo un año la cantidad de niños diagnosticados con déficit atencional -TDAH- pasó de 7.940 a 28.095 en nuestro país cubiertos por el sistema de salud. Según los disidentes de la época, la explicación era que se «rotula» a niños con este trastorno para aumentar la subvención escolar de $51.138 a $141.746. El grupo etario más afectado, es el que va entre los 10 y 14 años, que subió de 9.700 en 2009 a 20.018 en 2013. Un alza de 106%.

Tras este diagnostico de TDAH, muchos niños están siendo medicados con el fármaco mas conocido como Ritalín -hoy Metilfenidato-, derivado de la anfetamina, que se receta a niños desde kinder en varios colegios y en dosis que superarían las cien pastillas al mes, en estas cifras no se incluían a niños con hiperactividad.

El Ritalín es clasificado por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos como un narcótico de Clase II, junto a la cocaína, la morfina y las anfetaminas. El Ritalín activa áreas específicas del cerebro en niños con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), imitando la actividad del cerebro de niños sin la enfermedad. Es un medicamento para re-encuazar a niños que se salen de los comportamientos deseados, funcionales.

Basado en estos antecedentes, testimonios y cifras de consumo, un grupo transversal de parlamentarios, encabezados por las diputadas Cristina Girardi y Marisela Santibáñez, presentaron una moción que establece que los establecimientos no pueden prohibir la matrícula o asistencia de alumnos condicionada al uso de medicamentos como el Ritalín, para los casos de menores que han sido diagnosticados con hiperactividad y otras patologías.

«Un gran porcentaje de alumnos estaría siendo obligado a medicarse por parte de las escuelas para poder asistir a clases», informó la diputada Cristina Girardi (PPD) al presentar la moción.

«Uno de los trastornos más importantes que sufren nuestros niños en la etapa escolar es el trastorno de déficit atencional con hiperactividad y esto, claramente, se ha convertido básicamente en que un porcentaje enorme de niños que son obligados por las escuelas a medicarse para que ellos puedan asistir al colegio. O sea, aquí se está vulnerando el derecho de los niños”, afirmó la legisladora PPD.

Girardi agregó que, no solo en el Sename se vulneran los derechos de los niños, sino que en nuestro sistema escolar también, obligando a que los padres mediquen a sus hijos para poder asistir y para poder acceder al derecho a la educación.

La presidenta de la ONG Red Infancia, Lorena Bustamante explicó que: «Creemos que existen factores por los cuales los niños, niñas y adolescentes están siendo mal medicados. Una, y la más importante, es que los niños según decreto y con diagnóstico de déficit atencional son catalogados por el Ministerio de Educación como niños con necesidades especiales, (NEE), lo que incrementa el dinero recibido por subvención considerablemente».

Bustamante es categórica al explicar que «el test de Conners abreviado, que es realizado por el profesor, no representa un diagnóstico, y dice relación con mínimas condiciones que un niño normal hace durante el día. Un niño normal se mueve, juega  constantemente, sobretodo cuando la única meta del ministerio es lograr las máximas notas en Lenguaje y Matemáticas, y no centra la atención en los verdaderos intereses de los niños».

Y manifestó que, «respecto a los neurólogos es necesario decir que muchos de ellos se basan en un test abreviado y la atención no supera los 10 minutos.
Nuestros profesores no deben tener la presión de llegar a metas académicas, cada niño aprende distinto, necesitamos bajar la cantidad de niños por sala, incorporar ayudantes de aula, y detectar a esos grandes deportistas, bailarines y artistas que están bajo medicación».

El test de Conners  fue diseñado por C. Keith Conners en 1969. Aunque estas escalas se desarrollaron para evaluar los cambios en la conducta de niños hiperactivos que recibían tratamiento farmacológico, su uso se ha extendido al proceso de evaluación anterior al tratamiento. Este test se ha convertido en un instrumento cuyo objetivo es detectar la presencia de TDAH y otros problemas asociados, mediante la evaluación de la información recogida de padres y profesores.

Por su parte, la diputada Marisela Santibáñez (PRO) sostuvo que acá se vulneran los derechos de los niños. «Eso, como madre, como diputadas y como ciudadanas no lo vamos a permitir. Y sí, tenemos que levantar esta bandera por las madres, por lo educadores y por los niños como prioridad», planteó.

En la presentación de la moción estuvieron presentes, entre otros, representantes del Colegio de Psicopedagogos de Chile, los que entregaron su respaldo al proyecto de ley.

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