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Walter Heyer se operó para ser mujer y luego para volver a ser hombre: la carta conservadora en discusión de ley de identidad de género «Es como haber traído la aguja del pajar», dice Franco Fuica de OTD

Walter Heyer se operó para ser mujer y luego para volver a ser hombre: la carta conservadora en discusión de ley de identidad de género

El estadounidense, que se dedica a recorrer el mundo para «ayudar» a otros como él, vivió ocho años como mujer, Laura, pero sintió que había cometido un error. «Hace unos años atrás nos habría dado mucho miedo escuchar lo que estábamos escuchando. Hoy en día la verdad es que nos da risa», dicen desde OTD.


Ayer fue la segunda jornada de la Comisión Mixta que discute los aspectos más controversiales de la Ley de Identidad de Género. La instancia parlamentaria, conformada por senadores y diputados, se constituyó para zanjar las divergencias en torno al proyecto que reconoce y da protección al derecho al cambio de sexo registral, entre ellas las que tienen que ver con niñas, niños y adolescentes.

Es en ese contexto, es que ayer conversaron con los parlamentarios el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, y diversas organizaciones de la sociedad civil. Con la asistencia de Larraín, el Ejecutivo buscará impulsar que los adolescentes mayores de 14 años y menores de 18 puedan cambiar su sexo registral con autorización de sus padres y respaldo médico, lo que ha generado enorme polémica en el ala más conservadora del oficialismo y de la sociedad civil.

«Queremos reconocer la situación de los adultos y permitirles un procedimiento libre y voluntario ante el registro civil, pero no reversible en el futuro; para los menores de 14 años no se podrá acceder a un cambio registral, pero sus padres podrán buscar los medios para acompañar este proceso, con el apoyo de los sistemas educativos y de salud podrán apoyar; y para los adolescentes mayores de 14 años y menores 18 años, los padres podrán solicitar el cambio registral adjudicando los antecedentes médicos y otros que acrediten que se ha ido suscitando este hecho, lo que podrá ser modificado por el adolescente ante el registro civil, en el momento que cumpla la mayoría de edad y optar a una cirugía solo podrá ser cuando cumplan mayoría de edad», explicó ante la Comisión Larraín.

El Ministro Larraín precisó que «quisiéramos proponer que tal vez la fórmula de solución sea un texto nuevo y que para eso pudiera servir de base esta sesión, para ponernos de acuerdo en las bases centrales. Nosotros tenemos una indicación sustitutiva si es necesaria entregarla. Pensamos que es útil ponemos de acuerdo en los ejes centrales, porque estamos de acuerdo que requiere solución legal».

«Es difícil que cualquier acuerdo pueda alcanzar unanimidad, pero estamos de acuerdo que tenemos que dar una solución y esperamos que esta tenga el mayor consenso posible y que interprete a una gran mayoría», sentenció.

Al respecto, la senadora Jacqueline Van Rysselberghe aclaró que «no podemos votar una proposición del Ejecutivo sin escuchar a las organizaciones, es básico». Además, «se le tiene que dar la posibilidad de presentar indicaciones a los parlamentarios, lo contrario es cercenar debatir», afirmó.

La senadora Adriana Muñoz aclaró que «nosotros estamos en pleno proceso, en el tercer trámite constitucional y esta es una propuesta más que entra y la valoramos; sin embargo, hay muchos elementos que escapan del proyecto mismo».

Para los senadores Alejandro Navarro y Felipe Kast es importante recordar que el proyecto se ha debatido por tres años en el Congreso y en las Comisiones de Derechos Humanos.

En tanto, el senador Jorge Pizarro consultó la diferencia entre el adulto que tramita ante un oficial y los adolescentes que lo deben hacer ante un tribunal, «no es que se reconozca el derecho, el tribunal puede decir no», advirtió.

¿Quién es Walter Heyer?

Tras escuchar al ejecutivo y a los parlamentarios, se dio paso a las intervenciones de organizaciones y expertos sobre la materia. Uno de los que más llamó la atención fue Walter Heyer, un estadounidense que contó su experiencia tras haber hecho el tránsito para convertirse en una mujer trans y que luego se operó para volver a ser hombre.

«Me di cuenta que mucha gente tiene remordimiento y es un tema de largo plazo y soy testigo de que hay casos similares. Mi preocupación es que no se permite revertir cuando llega el arrepentimiento», ha dicho.

Según su biografía, desde muy pequeño su abuela le ponía un vestido azul cuando se quedaba a solas en su casa. Eso habría marcado a Heyer para el resto de su vida. Las dudas sobre su identidad sexual, lo llevaron a los 42 años, ya casado y con dos hijos, a operarse para cambiarse de sexo.

Vivió ochos años como una mujer, Laura, pero sintió que había cometido un error. Se operó de nuevo para recuperar su masculinidad y desde entonces se dedica a “ayudar” a personas en su misma situación para evitar que sigan su mismo camino y puedan tener una vida plena y feliz.

Según Heyer, el cambio de sexo fue algo totalmente físico, que no tuvo en él resultados en lo psicológico: «Todo lo que hacen es llenar a la gente de hormonas, poner implantes y decir que han fabricado a una mujer. Es imposible biológicamente hacer un hombre de una mujer. Cuando estudié me di cuenta de que es imposible transformar biológicamente a alguien de un género u otro, y en ese momento te das cuenta de que es condición psicológica, y no médica».

Esa frase no es la única polémica. Para Walter, la comunidad LGBT «es una organización sexual política altamente financiada que está causando estragos en comunidades, familias e individuos por todo el mundo»; «no hay absolutamente ninguna justificación médica para proporcionar hormonas, bloqueadores de hormonas o procedimientos quirúrgicos para cualquier persona que se autoidentifique como persona transgénero»; «estas personas padecen algún trastorno emocional, psicológico, psiquiátrico o sexual que requiere de terapias que van más allá de las hormonas o la cirugía»; y «deberíamos afirmar a nuestros hijos en cómo fueron hechos por Dios, y no a la manera de los LGBT. Un niño con una familia sana puede tener experiencias horribles con personas fuera de ella que pueden causar disforia de género».

Para Franco Fuica, de OTD y quien expuso después de Heyer: «Traer a una persona como Walter Heyer, es como haber traído la aguja del pajar. Él indica que el 90% se arrepiente y me pregunto, en Chile ¿dónde está ese 90%? De todas las personas trans que conozco, no conozco ninguna que se haya arrepentido, solo uno que decidió detener su tránsito».

Y agrega: «Hace unos años atrás nos habría dado mucho miedo escuchar lo que estábamos escuchando. Hoy en día la verdad es que nos da risa. Y a mí lo que me sorprende es que el diputado Jaime Bellolio que es de la UDI estuvo todo el rato la postura trans, de una manera muy inteligente, muy preparada y eso es lo sorprendente para nosotros: tener un aliado en la ultra derecha».

En tanto, el mismo presidente de OTD (Organizando Trans Diversidades), señaló ante la Comisión Mixta que el tema trans «no solo tiene consecuencias registrales, por ello la importancia de incluir a niños y niñas». Al respecto, el senador Juan Ignacio Latorre consultó la edad recomendad para una operación de cambio de sexo de un menor, a lo que se manifestó que «se recomiendan primero cambios con hormonas».

Para la doctora Francisca Ugarte, Endocrinóloga Infantil de la Clínica UANDES, es importante considerar que la disforia de género o incongruencia de género pueden ser patologías varias o corresponder a una persona transexual, la evidencia científica tiene una incidencia entre el 80 y 355 de niños trans en nuestro país.

Es más, añadió, «en los niños entre el 85% a 95% resuelven espontáneamente su disforia o identidad de género al llegar a la pubertad, pero no se puede saber cuál sí y cuál no (…) Nadie tiene totalmente resuelto cómo diagnosticar a un niño trans, por ello se debe ser muy prudente».

El abogado constitucionalista, Jorge Barrera, señaló que persisten las dudas de constitucionalidad en el texto legal, dado que a su juicio «no existe una colisión de derechos entre Estado y familia, sino entre dignidad humana -que es un derecho personalísimo- versus la decisión familiar, puesto que se trata de suplir la voluntad feble y progresiva de un menor de edad».

Posteriormente, hicieron uso de la palabra los representantes de la Fundación Renaciendo, Eduardo Rodríguez y Mónica Flores, quienes dieron cuenta de la realidad de familias que tienen hijos trans. «No estamos hablando que se trate de un niño que le guste jugar con muñecas, se trata de realidades mucho más complejas y dramáticas y, en ese sentido, una ley que los reconozca a los 14 años puede llegar muy tarde. Entendemos lo difícil que es esta discusión, pero hay que comprender que los niños son capaces de vivir y sentir su género independientemente de su cuerpo biológico», expresaron.

¿Y qué pasa con el vínculo matrimonial no resuelto?

Tras la presentación de Renaciendo, hubo una inflexión, en que la diputada Natalia Castillo (RD) entregó a varios parlamentarios su propuesta en la Comisión Mixta: que los menores de 14 años accedan al cambio de nombre y sexo registral mediante un trámite judicial simple que deberá ser solicitado por ambos padres o por quien detente el cuidado del niño/a, además de presentar un informe redactado por un profesional que lo haya acompañado en su transición.

Castillo emplazó a los sectores de la derecha más liberal: «Si están por poner al centro de la discusión a los niños y niñas, debieran apoyar una iniciativa consensuada que permita incluir a los niños menores de 14 años de esta ley, pues son las personas más expuestas a desarrollar problemas a lo largo de su vida, como la amenaza del suicidio y la depresión, por el solo hecho de que no podamos reconocer quiénes son realmente».

«Debemos legislar con criterios de realidad», señaló la diputada durante la sesión de este lunes a la que asistieron 11 organizaciones de la sociedad civil para exponer sus argumentos en torno a este tema. La abogada agregó que «si reconocemos el derecho a la identidad como un derecho humano, debiésemos al menos introducir algún mecanismo para que los menores de 14 años accedan al cambio de sexo registral».

Castillo criticó que el Ejecutivo no se haga cargo en su propuesta de la situación de las personas que tienen un vínculo matrimonial no disuelto. Al respecto, indicó que «no se está resolviendo un problema legal eventual, y esto ocurre porque en Chile estamos atrasados, esta clase de casos revela la necesidad de que legislemos sobre el matrimonio igualitario».

Finalmente, la diputada adelantó que buscarán lograr un acuerdo en torno a la propuesta de Revolución Democrática sobre la materia: que los niños, niñas y adolescentes entre los 14 y los 18 años podrán acceder al cambio de nombre y sexo registral a través de un trámite administrativo ante el Registro Civil, con autorización de ambos padres, mientras que los menores de 14 podrán hacerlo a través de un procedimiento judicial, a solicitud de ambos padres o quien detente su cuidado personal, adjuntando un informe de un profesional que haya realizado labores de acompañamiento por al menos un año. Asimismo, y por último, la propuesta contempla que las personas con vínculo matrimonial no disuelto, puedan acceder al cambio de nombre y sexo registral a través del procedimiento judicial, con emplazamiento al otro cónyuge.

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