La madre quería disponer de los restos de su hijo ya fallecido y enterrado por su pareja
Esta sentencia marca un precedente porque considera como familia a una pareja del mismo sexo sin un vínculo legal. En este caso, se destaca la relación estable y permanente de 13 años y el proyecto de vida en común, por el que adquirieron una casa.
A comienzos de abril, el Segundo Juzgado de Letras de Los Ángeles reconoció a una pareja del mismo sexo como familia, a pesar de no tener un vínculo legal. El pronunciamiento responde a la demanda interpuesta en marzo de 2017 por la madre de Rodrigo Moreno -fallecido en octubre de 2014-, quien buscaba que se le reconociera el derecho a disponer de los restos de su hijo: el problema, éste ya había sido sepultado por su pareja, Vladimir Urrutia.
Ante esto, el juzgado reconoció los 13 años de relación entre Moreno y Urrutia como una «relación estable y permanente», en la que ambos hombres «conformaban una familia», pese a no tener un vínculo legal vigente.
Además, la justicia explicó que la pareja no pudo legalizar su vínculo, puesto que la Ley de Unión Civil -que permite tanto las uniones de parejas del mismo como de distinto sexo en Chile- aún no estaba vigente.
Para Urrutia, esta sentencia «cierra un ciclo importante no solo para mí, sino para todas las parejas del mismo sexo, pues el Estado, a través de un tribunal de primera instancia, me reconoció como familia. Estoy feliz porque muchas parejas han sido reivindicadas con este fallo».
Por su parte, la directora jurídica de Fundación Iguales, Jimena Lizama, explicó que «esta sentencia marca un precedente, ya que reconoce a una pareja del mismo como familia, a pesar de no tener un vínculo legal. Esto porque se destacan los elementos que demuestran que la conformaban al tener una relación estable y permanente de 13 años y que además tuvieron un proyecto de vida en común, por lo que adquirieron una casa y formaron una sociedad».
«Rodrigo Moreno (médico) fue mi pareja y conviviente cai 13 años, los mejores de mi vida. Tuvimos en común desde un par de sábanas, negocios, propiedades, hasta un proyecto de vida que se truncó con su deceso, el 5 de abril de 2014, por un infarto cardiaco», cuenta Vladimir, corredor de propiedades, en Las Últimas Noticias de hoy.
Sobre la manera en que se conocieron, dice que «fue de película, una coincidencia del destino. Nos vimos por primera vez en un supermercado de Temuco y en la noche coincidimos en una cena de amigos. Rodrigo venía saliendo de una relación muy tormentosa y yo también, fue un flechazo a primera vista, nos enamoramos, y a la semana de conocernos estábamos viviendo juntos. Y no nos separamos más, hasta su muerte».
