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Emotiva reflexión de pediatra que atendió a la pequeña Ámbar: «Cuanto amor le faltaba» La niña fue asesinada y violada

Emotiva reflexión de pediatra que atendió a la pequeña Ámbar: «Cuanto amor le faltaba»

El equipo médico que atendió a la bebe de un año 7 meses tendrá ayuda psicológica para poder sobrellevar el hecho. Álvaro Retamal, el médico que la recibió relató que “En un primer momento te enfocas en hacer la pega, el horror te golpea después. Eso afectó mucho al equipo que la recibió, al personal que participó en la cirugía y por supuesto que a nosotros”.


El pediatra Álvaro Retamal que atendió a la pequeña Ámbar, que fue asesinada y violada, presuntamente por su tío, conversó con La Tercera y expresó que “jamás” había visto un abuso de este nivel.

Ámbar tenía un neumoperitoneo, denominación clínica para la presencia de aire en la cavidad abdominal, lo que da cuenta de una perforación interna, por lo que una caída, razón que dieron sus cuidadores de las lesiones, era una explicación poco razonable para que una pequeña presentara una fisura en el tracto digestivo.

La niña, según los antecedentes médicos, presentaba lesiones sugerentes de penetración anal y además se encontraba en estado de shock, por ello fue referida hasta el Hospital San Camilo, donde el doctor Retamal la recibió en la UCI pediátrica.

Ante dicha situación, lo primero era estabilizarla y denunciar la agresión de la que había sido víctima. “En un primer momento te enfocas en hacer la pega, el horror te golpea después. Eso afectó mucho al equipo que la recibió, al personal que participó en la cirugía y por supuesto que a nosotros”, relató.

Como parte de sus labores, como expresó, Retamal vio a la menor dormida, bajo los efectos de los medicamentos, momento en que pudo contemplarla y pensar en “cuanto amor le faltaba”.

Luego de haberla visto, es complejo no haber sentido ira contra el culpable, pero como lo mencionó a través de su cuenta de Facebook, también hay una cuota de responsabilidad en quienes callaron y en una sociedad que no estuvo a la altura.

“Contra el culpable se siente repugnancia, rabia, espanto, pero también horror frente a los que callaron y al final, en menor medida, todos de alguna forma como sociedad le fallamos”, sinceró.

Teniendo en cuenta aquello, hace un llamado a que no todo se deje en manos del Estado, y que cada uno, desde su vereda, pueda aportar en materia de infancia.

“Lo que espero es poder contribuir a que esto no pase nunca más, que se identifique al culpable y que se castigue con el máximo rigor de la ley, pero por sobre todo que como personas asumamos que cada cual tiene una tarea que cumplir. Que el abuso y el maltrato ocurren mucho más seguido y más cerca de lo que estamos dispuestos a creer y que debemos actuar antes del espanto”, enfatizó.

El mensaje que escribió Retamal en su Facebook:

«Que fácil enojarse y pedir pena de muerte para un monstruo como este, criminal que seguramente, como todo UDI, pedía pena de muerte para estos delitos.. y es que es fácil enganchar con esta idea… cuando tuve a Ámbar Lazcano en la unidad y luchábamos por su vida, cuando veías su cuerpo frágil, sus manitos, cuando en medio de todo te dabas tiempo para acariciar su cabecita golpeada y decirle que viviera porque nunca más dejaríamos que alguien le hiciera daño..» El doctor continuó, profundamente emocionado, confesando «cuando tienes la oportunidad de decirle en voz baja y que nadie escuche que viva por favor que no tenga miedo porque hay en esta Tierra personas que estamos dispuestas a quererla.. que los tíos y tías que la recibimos en los Andes, que la trasladaron en la ambulancia, que la cuidaron en urgencia en Pabellón mientras se operaba, y nosotros en la UCIP.. todos nosotros desde el que hace el aseo hasta los médicos que a veces toman esa fría distancia para no empaparse de tanto dolor.. todos estábamos sufriendo acompañando a este bello angelito…»

Respecto a las reacciones que han surgido en las mismas redes sociales, dijo que «y claro con ganas de que él perpetrador sufriera lo indecible por lo que hizo… Ámbar descansó finalmente de una vida que sólo conoció el dolor.. yo tomé sus manitos cuando partió y sin ser nada.. sin ser digno de hacerlo la bendije, solo porque yo estaba ahí y no un sacerdote, no su padre.

Lo que siento hoy no es deseos de que maten a nadie, cuestión que no soluciona nada… hoy siento que debimos estar ahí… antes que todo pasara para Ámbar y para tantos otros.. más fácil pedir pena de muerte.. pero porque no convertimos tanto odio en Amor y protección para nuestros niños..?»Y profundizó en el sentimiento, escribiendo «porque ellos son de sus padres pero también de todos los que callamos, no sabemos o no queremos saber que pasa con ellos.. el llamado tiene que ser a organizarnos para proteger a los niños que nos rodean en este Valle entre cerros y cordillera eso si puede ser de ayuda… pedir la muerte de un monstruo solo un desahogo».

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