La firma alemana, dueña del sello BMG, se apartó del discurso de las compañías discográficas, que han condenado al sitio de Internet que ofrece música on line.
Napster ha sido llevada hasta la justicia por las disqueras más grandes del mundo, acusada de atentar contra la propiedad intelectual al entregar música gratuita en formato digital a través de su sitio en Internet.
Bertelsmann, el gigante alemán de las comunicaciones -dueño del sello BMG- estaba también entre los acusadores, pero ahora se ha pasado al "enemigo" y firmó con Napster una alianza estratégica para utilizar esta popular pagina web de contenidos musicales -que se convertirá en un servicio de abonados- para difundir su catálogo por Internet.
Gracias al apoyo técnico y financiero del gigante alemán, la página web se convertirá en un servicio de abonados, donde el internauta deberá pagar una cuota fija mensual (4,95 dólares) para acceder de forma ilimitada a los archivos musicales que hasta ahora podían descargarse gratuitamente, lo que prácticamente pondría fin a la disputa que hasta ahora llevan adelante las disqueras.
Según comenta hoy el diario español El País, esta "es una solución salomónica que conviene a las dos partes. David se ha aliado con Goliat. A cambio de perder algo de su alma, Napster consigue el respaldo de una de las discográficas que hasta ahora había pedido su cierre. Bertelsmann, por su parte, reconoce que la difusión de la música por Internet es imparable y soluciona así el problema de los royalties para los artistas y los sellos discográficos."
Bertelsmann y Napster llamaron al resto de la industria para que se una al acuerdo.
«Ésta es una oportunidad para abrir nuevos mercados. Invitamos a todos a que participen en este esfuerzo», dijo Andreas Schmidt, presidente de Bertelsmann Ecommerce Group, en la conferencia de prensa que tuvo lugar en Nueva York. De hecho, algunas discográficas, como es el caso de la Universal, ya han intentado lanzar por su cuenta un servicio de música por Internet muy similar al de Napster. «Es un hecho ineluctable, alguien tenía que dar el primer paso y hemos sido nosotros», dijo Schmidt.
La empresa alemana no teme que esto pueda afectar a sus ventas directas y, por el contrario, espera que esta forma de distribución de música sea un interesante negocio para la industria.
