Cerca de 18.000 personas asistieron al concierto que ofreció ayer en un estadio de Buenos Aires el cantautor español Joan Manuel Serrat, en el que presentó su último disco y recordó viejos temas, acompañado de voces amigas.
Serrat llegó a comienzos de noviembre a Argentina para presentar el disco «Cansiones. Tarres-Serrat», en una gira que incluyó seis conciertos en un teatro de Buenos Aires y visitas a ciudades del interior.
El recital que ofreció anoche en el Estadio Atlanta, de la capital argentina, fue pedido por el público, según el cantautor, que pudo encontrarse con sus admiradores bonaerenses con entradas a un precio de US$13.
En el concierto, de algo más de dos horas, estuvo acompañado por los intérpretes argentinos Fito Páez, Víctor Heredia, Diego Torres, Adriana Varela y Marcela Morelo y la española Ana Belén, quienes cantaron al alimón con Serrat algunos de sus temas clásicos.
Además, el bandoneonista local Rodolfo Mederos le acompañó con el tango «El último organito», incluido en su último trabajo discográfico.
Durante el concierto, Serrat cantó algunos temas de su nuevo disco y se divirtió con las posibilidades que forma el palíndromo Tarres-Serrat y el carácter de «otro yo» que le otorgó al inventado Tarres.
Consiguió las carcajadas del público cuando, al hacer un recuento de otras «palabras o frases capicúas» mencionó el nombre de Menem, en alusión al ex gobernante argentino Carlos Menem, que fue recibido con silbidos.
«No me busquen problemas, porque sea lo que sea, Menem es un palíndromo», dijo el cantautor.
Su «otro yo»
Serrat presentó a Tarres como su «otro yo» aficionado al alcohol, juerguista y mujeriego. «Hace muchos años que no soporto a Tarres, pero no sé si valdría la pena vivir sin el», añadió.
Vestido con su habitual traje negro y en un escenario con motivos porteños, Serrat fue ovacionado tanto por sus nuevas producciones como por los viejos temas, incluyendo «Penélope», el primero que cantó en América, hace treinta años, y que anoche interpretó con Diego Torres.
A las mujeres que lo acompañaron en el escenario Serrat les ofreció un ramo de flores, mientras los hombres salieron del escenario con una botella de vino como obsequio.
Temas viejos como «Lucía», «No hago otra cosa que pensar en ti», «Aquellas pequeñas cosas» o «Mediterráneo», este último cantado junto con la española Ana Belén, fueron seguidos también por el público, de todas las edades.
EFE
