Aunque no han estado exentas de la polémica, las conmemoraciones que se realizarán por los cien años de la muerte de Verdi prometen rescatar lo mejor de este compositor italiano.
Italia recuerda este año el centenario de la muerte de Giuseppe Verdi, al que considera su músico más representativo y cuya vida trasciende a la faceta estrictamente artística, pues su nombre está también vinculado a la unificación del país en 1860.
Verdi dejó tras de sí una prolífica carrera como compositor que lo ha convertido en uno de los autores preferidos en los teatros de ópera de todo el mundo. De la misma manera que en otros países, Verdi será este año el protagonista de la temporada en los teatros musicales de Italia, con la programación de sus principales óperas, pero también con la celebración de diferentes exposiciones que recordarán su vida y su obra.
La Scala de Milán, el teatro operístico más importante de Italia, ha programado este año diez obras de Verdi y otros recintos, como el San Carlo de Nápoles o el Teatro de la Opera de Roma también han incluido varios montajes con la música del célebre autor.
Así, las notas de Il Trovatore, Rigoletto, La Traviata, Macbeth, Falstaff, La Forza del Destino o Don Carlo sonarán este año más que nunca como homenaje a uno de los compositores más afamados y al que los expertos consideran el creador del melodrama italiano.
Rivalidad por Verdi
Pero no todo es armonía en el comienzo del «año Verdi», ya que las celebraciones del centenario han supuesto un enfrentamiento entre los Ayuntamientos de Busseto, localidad natal del músico y Parma, a la que siempre estuvo muy vinculado durante su carrera.
Ambas ciudades programaron para ayer, fecha del centenario, un homenaje especial, la Aida dirigida por Franco Zefirelli en el caso de Bussetto y la Misa de Réquiem en lo que fue el inicio del Festival de Parma, con la presencia del presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.
Sin embargo, también Busseto quería contar con la presencia del jefe del Estado, por lo que ha acusado a Parma de no querer modificar el horario de su homenaje para impedir que Ciampi acudiera también a esa pequeña localidad del norte de Italia, polémica aumentada por el hecho de que ambos lugares están gobernados por partidos de diversa ideología.
Verdi también será festejado en Berlín
El tributo que se le rendirá a Verdi en el centenario de su muerte alcanzará su cima los próximos días 27 y 28 con la representación de obras del compositor italiano dirigidas por dos maestros emblemáticos de Alemania como Daniel Barenboim y Claudio Abbado.
El primero, director de la orquesta de la Staatsoper Unter den Linden, subirá al podio con la partitura de Otello, drama lírico en cuatro actos con el que Verdi regresó a la Scala de Milán en 1887, dieciséis años después del estreno de Aida.
Daniel Barenboim, pieza clave del mosaico cultural berlinés contará en la premiere con las voces de Christian Franz (Otello) y Emily Magee (Desdémona). Otello, fruto de la compleja, pero fructífera relación que Verdi mantuvo con Arrigo Boito, autor del libreto, fue -tras Macbeth– la segunda incursión del compositor en el universo dramático de Shaekespeare, quien junto con Dante y Schiller fue su principal ídolo.
Claudio Abbado, director de la Filarmónica de Berlín, puesto que hasta el último minuto se creyó ocuparía Barenboim, tomará la batuta para interpretar el Requiem, cima de la música italiana del siglo XIX.
Barenboim se adelantó con el Requiem a Abbado y aunque su orquesta, elegida la mejor de año en Alemania, carece del prestigio internacional de la Filarmónica, contó con la mezzosoprano alemana Waltraud Meier, invitada permanente en el Festival de Bayreuth desde 1983, donde ha reencarnado, entre otros personajes wagnerianos, a Kundry, Waltraute, Brangaene e Isolda.
EFE
