Publicidad

La versión popular del jazz

Angel Parra anda contento. El grupo de jazz que lleva su nombre y que lidera junto a Roberto Lindl y Moncho Pérez, tuvo un gran año. Su quinto y último álbum "No junta ni pega" obtuvo excelentes críticas y una aceptación extrañamente masiva para una banda de este género. Los músicos apuntan ahora hacia el extranjero.


"No me han parado de pasar cosas buenas desde que se separaron Los Tres", dice entusiasmado Angel Parra. Tras el fin de la ya legendaria banda penquista, el guitarrista pudo volcarse a su proyecto personal, que desarrolló en paralelo a Los Tres, junto a su partner Roberto Titae Lindl, durante más de siete años.



Aunque el nombre de Angel Parra Trío se ha ganado un importante espacio en la escena de jazz nacional, fue con su nuevo trabajo No junta ni pega que los músicos comenzaron a llenar teatros y a presentarse, con gran éxito, en actos al aire libre (la Fiesta de la Cultura de Lagos y el aniversario de la Universidad de Chile celebrado en Plaza Ñuñoa, por signar algunos).



Su quinto largaduración -y el segundo compuesto sólo por creaciones propias después de Patata,(1995)- entregó un sonido fresco, pero a la vez repleto de reminiscencias al trabajo de algunos jazzistas de los años 50 y 60, y aparentemente sencillo que les ha valido la ampliación de su público.



"Lo que nosotros estamos haciendo ahora no es el típico jazz, es mucho más popular.La recepción del público ha sido buenísima. En nuestra música de ahora están todas nuestras influencias. Hemos hecho de todo tipo de música con Titae y Moncho y hemos llegado a una síntesis que va hacia una música más simple y entretenida, porque somos cinco instrumentistas, así que los solos de guitarra o teclado no pueden ser demasiado largos. Y la economía en el jazz es lo más valorado", indica Parra.



En esta nueva etapa, la inclusión de los tecladistas Camilo Salinas y Raúl Morales ha sido fundamental: "A estas alturas son imprescindibles, le dan un timbre increíble al grupo, no podríamos volver atrás. Para lo que estamos haciendo ahora es imprescindible estar con ellos".



-¿Podríamos hablar, entonces, de Angel Parra Quinteto?
-De todas formas, aunque creo que vamos a seguir llamándonos Angel Parra Trío somos un quinteto claramente establecido. Tenemos muy buena relación entre nosotros, empatía en nuestros gustos. Ellos están súper contentos con estar invitados al trío, aunque la cabeza somos el Titae, el Moncho y yo, ellos están súper inspirados. Nosotros les damos todas las posibilidades de expresarse.



La opción por un sonido más oreja se ha traducido en una serie de ofertas que les ha copado la agenda para los próximos meses. "He comprobado en este último tiempo, en que nos han llamado de todos lados, que hay un interés por escuchar nuestras música de manera creciente. A lo mejor algún día vamos a tener un público que también escuche a Chancho en Piedra o Joe Vasconcellos, hay un espacio grande para nosotros, creo, especialmente entre los universitarios", reflexiona el guitarrista.



Parra está emocionado por la incipiente rotación de sus temas en algunas radios nacionales: "Es lo máximo que nos estén programando, traspasar esas barreras es como un premio mayor".



-¿Qué pasa cuando tocan en vivo, por ejemplo, el "Forró para Manuela" y todo el mundo aplaude y se pone a bailar?
-Creo que nosotros ya no podemos manifestar más nuestra alegría en el escenario porque realmente nos damos cuenta que la gente está alucinada con lo que estamos haciendo.



De la mano con los Inti



Una de las mayores satisfacciones de este último tiempo para Angel Parra Trío ha sido la posibilidad de compartir escenario con Inti Illimani. El ahora quinteto ha actuado en un par de oportunidades con la agrupación liderada por Horacio Salinas, adaptando temas instrumentales a su vocación jazzística.



"Tocar las composiciones de Horacio Salinas ha sido increíble -cuenta Angel Parra-. Él nos había dicho hace un tiempo que tenía ganas de tocar algún tema con nosotros. Ellos tienen una fusión de estilos que se amalgaman súper bien con nuestro grupo. Sus temas son complejos porque son casi música clásica. Recién ahora que vamos a cumplir una relación musical como de seis meses estamos empezando a soltarnos".



El músico confidencia que tienen planes de salir al extranjero a tocar junto a Inti Illimani y que, a través de la productora de la agrupación, están gestionando la posibilidad de proyectar su carrera al extranjero, pero que, por el momento, de fechas y lugares concretos no se sabe nada.



Los vínculos con el tradicional grupo chileno provienen desde los primeros años de vida de Ángel Parra, porque los músicos eran muy amigos de su padre. "Cuando estuve en Europa estudiando a los 16 años, ellos eran como mis tíos que pasaban por París. Hay una cosa afectiva, más que musical. Son años de cariño, el exilio, todas esas cosas que se juntan. Las cosas pasan en determinado momento por algo. Recién ahora que tengo 34 años se dio la oportunidad", relata.



"Lo principal es que la música de Inti Illimani me inspira a mí, y a los demás, para seguir tocando -continúa-. Siempre lo he dicho: para mí es como estar tocando con Miles Davis. No necesito irme a Nueva York a golpear puertas para ver si podemos tocar con alguien en especial. Lo que hemos hecho con ellos es demasiado importante".



-Eso me recuerda una frase que dijiste cuando actuaron en el Teatro Oriente el mismo día que una banda de jazz fusión norteamericana en el Teletón, y comentaste que Yellowjackets no era para tanto.
-Es que creo que la calidad del jazz chileno es muy alta. Cuando tocamos en el Festival de Jazz de Nuñoa vimos una cantidad enorme de grupos que pasaron, desde orquestas Big Band a Tríos. Tocan muy bien, hay un nivel súper bueno.



"La única crítica constructiva que le haría a los otros grupos es que traten de acercarse a lo popular porque de repente es muy fácil parecerse -y lo digo por experiencia propia, porque nosotros lo hicimos bastante- a grupos norteamericanos de jazz fusión. Es bastante fácil caer en eso", dice.



Por lo mismo, Ángel Parra no tiene grandes elogios para los músicos de jazz de la vieja guardia nacional. "Tipos como Daniel Lencina, al contrario de los que ellos creen, no han hecho ningún aporte a las generaciones más jóvenes. Yo creo que han sido ‘traumatizadores’ más que formadores de jóvenes. A nosotros, que hemos tenido muy buenas críticas con nuestro último disco, nos deben mirar con bastante recelo, porque hubo un tiempo en que tenían bastante poder".



El guitarrista recuerda sin rencor la época en que su banda no era considerada para ningún evento de jazz. "A nosotros nunca nos invitaban porque consideraban que no teníamos méritos para estar ahí, pero ahora las cosas caen por su propio peso. Escuché el último disco de Lencina y no tiene nada fresco, nada nuevo. No me convence repetir un standard que hizo Louis Amstrong hace 60 años; creo que la cosa no va por ahí", opina.

"Cuando alguien es joven se puede entender que se está perfeccionando y que puede cometer errores, pero si eres viejo y tienes la experiencia y te jactas de haber tocado con todo el mundo y sacas un disco que no tiene nada interesante… son cosas que pasan por algo", agrega.



Ángel Parra prefiere apostar por los músicos más jóvenes. "Hay muchos talentos jóvenes y super potentes. Este país siempre ha sido un semillero de grupos talentosos". Y aprovecha de lanzar un último dardo: "Pero lamentablemente no hay muchas instancias para tocar. Sería bueno que de una vez por todas el gobierno apoyara a la cultura, a los músicos y dejara de descansar en eventos municipales que sólo se dan una vez al año".

Publicidad

Tendencias