Hoy, a las 21:00 horas, Julieta Venegas inaugura como corresponde el ciclo Latinas en Vivo. Y, sorpresa, sorpresa, tocará dos canciones junto al grupo chileno Lucybell. A pesar de que la compositora mexicana recién se está dando a conocer masivamente en Chile, ha tenido un más que aceptable recibimiento del público.
Una llegada sorprendente ha tenido la cantante mexicana Julieta Venegas en Chile. Aunque su segundo disco Bueninvento fue editado sólo hace unas semanas en nuestro país, las radios y los canales de televisión alaban la simpatía y desplante de esta artista. Ya se ha vendido más de la mitad de las entradas para el recital.
El debut de Julieta, Aquí (97), producido por Gustavo Santaolalla, tuvo una edición limitada -«casi simbólica»- en nuestro país. "La prensa se ha dado cuenta de quién soy", dice a El Mostrador respecto a estos intensos días de promoción desde su llegada a Santiago. Ella dice tener una relación muy cercana a Chile, no sólo por su matrimonio con el ex vocalista de Los Tres y por los amigos, como Nicole, sino también por una cuestión de carácter. Sus anteriores visitas sólo fueron de promoción y para cantar en presentaciones de Los Tres.
Nacida en Tijuana a comienzos de los 70, comenzó a tocar el piano a los nueve años. Luego tomó clases de vocalización, violoncello y teoría en la Escuela de Música del Noroeste, estudios que amplió en el South Western College de San Diego. La compositora, que además toca el acordeón, formó parte de la banda Tijuana No!, con quienes grabó "Pobre de ti", canción descrita como un one hit wonder en México. En 1991 dejó esta agrupación y comenzó su carrera solista.
Ella se define como melómana y tijuanense de corazón, aunque ya lleva seis años viviendo en Ciudad de México. "Mi formación como persona y musical es norteña. Lo de vivir en fronteras te enseña a ser exigente contigo misma también. El escuchar música de Estados Unidos, Europa y México me hace querer trabajar a ese nivel".
Esto quedó totalmente probado en Bueninvento, disco en el que participan como músicos invitados Joey Waronker (baterista de Beck y R.E.M.), el guitarrista Joe Gore (Tom Waits y PJ Harvey), Fernando Saunders (que ha trabajado con Lou Reed y Laurie Anderson), Quique Rangel de Café Tacuba y su ex marido Alvaro Henríquez, entre otros.
-¿Qué has aprendido con este nuevo disco?
-Es un aprendizaje más musical porque fue revelador para mí saber que tengo la capacidad de llevar un disco con la cantidad de músicos que trabajo. Ser capaz de dirigir. Trabajar con tantas personas en el estudio te pone nervioso, pensar que no salga como tú querías, pero lo padre fue que sí anduvo la cosa. Ahora estoy tocando con grupos diferentes en España, en México y en Los Angeles. Eso me ha hecho crecer, ahora estoy más confiada.
-¿Cómo fue la experiencia de tocar con músicos como Joe Gore y Joey Waronker?
-Yo empecé a tocar con más gente por falta de presupuesto. Llegué a los Angeles e invité a Joe Gore, él se lo comentó a Joey Waronker y dijo: ‘ah!, yo me apunto’. Y luego en la fiesta de los Oscar, por la prémiere de Amores Perros (en cuyo soundtrack participó) me dijo que Justin Medal-Johnsen (bajista de Beck) quería tocar conmigo. A los tres días de llegar a Los Angeles tenía una banda que me moría. Fue un show increible.
-¿Crees que tuviste suerte?
-Es afinidad musical. Ahora lo veo como que estoy conociendo gente con la que cada vez quiero trabajar más. Es diferente porque ahora proyecto el tercer disco y estoy pensando en músicos en particular para cada canción.
-¿Ya tienes algo listo para el próximo disco?
-Todavía no porque me gusta trabajar en casa. Voy a parar en septiembre y mi idea es entrar a grabar a principios del año que entra. No quisiera quedarme atorada y tardar tanto como lo hice entre el primer y segundo disco. Tampoco me voy a presionar, pero llevo más de un año entre viajes. Entremedio cuando he estado en casa he compuesto canciones y me doy cuenta de que las cosas que han ido surgiendo son diferentes. Estoy en plan amor feliz. Antes mis canciones hablaban de la vida difícil… Me da gusto ver cómo voy cambiando.
-Musicalmente también hubo un cambio. El primer disco era más acústico, de piano y acordeón, ahora entraron muchos más estilos: bossa nova, lounge, etcétera.
-Siento que ahora va a haber más todavía porque recién me las estoy empezando a creer de cantante. Antes me consideraba más una compositora que canta. Ahora me invitó Pedro Guerra (español) y he comenzado a explorar mi lado interpretativo. Y siento que está tomando otro rumbo lo que estoy haciendo. No sé que irá a resultar porque mi proceso creativo es muy emocional.
En julio Julieta Venegas viaja a España donde realizará una gira de 15 fechas junto al grupo colombiano Aterciopelados y la argentina María Grabriela Epumer. Luego se presentará nuevamente en Los Angeles, para finalmente volver a su tierra natal.
Las entradas para el único recital que Julieta dará en Chile, en el marco del ciclo Latinas en Vivo, cuestan $10.950, $8.800 y $6.600.
