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Eva Ayllón está de vuelta, ahora -por fin- con disco

Eva Ayllón llega por octava vez a Chile para presentarse hoy en el Teatro Municipal de Viña del Mar, mañana en Santiago y el viernes en Temuco. Aprovechando esta visita, se publica, demás -y con cinco años de retraso- el disco "25 años, 25 éxitos", primer registro de la Reina del Landó editado en nuestro país.


Eva llega con más confianza que nunca a pisar los escenarios chilenos, luego de presentar un breve show en el Festival de Viña del Mar, donde era la única invitada extranjera como jurado de la competencia folklórica, y cuando la disquera Sony Music decidió editar por primera vez un compacto de la cantante en Chile. "Me siento hasta el momento satisfecha -aunque no completamente- porque he sido una de las pocas peruanas que ha llegado hasta donde estoy. Llego a este país, como a muchos países de Latinoamérica y Europa, sin tener editado un disco. Recién después de 25 años, salió el disco en este país. Cuando mis actuaciones siempre han sido con teatro lleno. Entonces, ¿cómo no voy a sentirme afortunada, amada y querida?", dijo a El Mostrador.



Su nombre de nacimiento es María Angélica Ayllón Urbina, y adoptó el nombre Eva en homenaje a su abuela, quien la apoyó desde los inicios de su carrera. La familia tiene un fuerte peso en la vida de la intérprete peruana que comenzó a cantar a los nueve años. Por esas fechas participaba en distintos eventos escolares, programas juveniles de radio y televisión y en veladas artísticas que la llevaron a codearse con figuras importantes de la canción peruana. "Jamás me enteré de cuándo me profesionalicé. Me involucré porque a mi abuelita le gustaba esto, en mi casa desde que tuve uso de razón se escuchaba música peruana. Mi abuelita se peleaba conmigo porque yo solamente escuchaba a dos mujeres: Mercedes Sosa y Chabuca Granda. Cuando tenía 12 años, no tenía TV pero sí mi tía, vivíamos en una quinta de tres pisos, y si me paraba en la escalera podía ver la ventana de mi tía. Cuando pasaban un recital de Mercedes Sosa o de Chabuca Granda, me volvía loca. Mi primo Paco, que ahora es mi compadre espiritual, me cerraba la ventana y yo lloraba desconsoladamente. Esas cosas me marcaron, yo veía a Mercedes Sosa o a Chabuca Granda y decía: ‘yo quiero ser como ellas’. Pero jamás me imaginé que una tarde me llamara Chabuca Granda a su casa y me presentara en un show. O hacerme amiga de Mercedes Sosa. Ahora, llego a la casa de Mercedes y me invita a comer, camino con ella por la calle, con los brazos tomados. Es como una ilusión".



La historia dice que Eva se unió a al legendario grupo Los Kipus en 1973 y comenzó a brillar con luz propia gracias a la versatilidad de su voz. Los valses, landós y festejos que interpreta tomaban nuevos aires en su particular estilo. Ya en 1977 era reconocida como la mejor intérprete criolla de su país, lo que sería ratificado con premios del diario Última Hora y Radio Libertad en 1979. Pero estos datos no tienen un significado importante para Eva Ayllón: "Yo no soy una purista, ni una estudiosa del folklore, simplemente soy una cantante, una intérprete. Es posible que yo no sepa mucho de mi historia, cómo se incició tal cosa, en qué siglo y en qué año, pero sé que desde muy pequeña he gozado de las fiestas de mis padres, de las fiestas del ambiente donde crecí, para eso no necesitas saber la historia, sino simplemente sentir".



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