Después de 20 años sin pisar un estudio de grabación, la artista cubana Olga Guillot ha sacado un nuevo disco de boleros para recordarles a los jóvenes cantantes que sigue siendo la reina de este género musical.
Faltaba yo, es el título del nuevo álbum, en el que se incluyen nuevos arreglos de famosas canciones, como Miénteme, Tu me acostumbraste y No sigas por favor, con la participación en la trompeta de Arturo Sandoval y del bajista Israel López »Cachao».
Guillot explicó que su última producción discográfica se titula Faltaba yo, ya que «todo el mundo está grabando boleros ahora y yo quiero recordarle a la gente que fui la pionera de este género. Que nadie se olvide de eso».
Para ella, entre los cantantes jóvenes que mejor interpretan los boleros están los mexicanos Luis Miguel, Alejandro Fernández y Christian.
Sin embargo, piensa que ella está entre el grupo de los tres que inmortalizaron el bolero y que hicieron escuela. Los otros dos serían el mexicano Pedro Vargas y el Lucho Gatica.
«El bolero nunca va a desaparecer, siempre estará vigente y una prueba es que la balada no pudo matarlo», dice Guillot.
A la cantante no le gusta revelar su edad y sólo reconoce que acaba de cumplir sus 62 años «de carrera profesional».
Cuando tenía siete años integraba un dúo con su hermana Ana Luisa, que se llamaba «Las Hermanas Guillot», que en los años treinta participó en programas radiofónicos y en 1938 obtuvo el premio del concurso de radio la Corte Suprema del Arte.
Su debut como solista, después de haber sido la segunda voz del cuarteto Siboney, fue en 1945 en el Zombie Club de La Habana.
En 1961 recibió el Disco de Diamantes por ser la cantante cubana con más discos vendidos entre 1954 y 1960.
En ese mismo año, también abandona Cuba con su hija Olga María (fruto de su relación con el compositor René Tourez) después de que el gobierno de Fidel Castro le confiscara sus propiedades.
Desde entonces ha sido una de las artistas cubanas que más ha denunciado enérgicamente al régimen castrista.
«Mi patria me duele y tengo un gran dolor por mi país, pero nunca regresaré mientras estén en el poder los hermanos Castro», afirma la bolerista, quien revela que ha pedido a su hija que si se muere «antes que Cuba sea libre, que me entierren en cualquier lugar, menos en la isla».
Para ella, su segunda patria ha sido México («el país que me ha dado todo, como persona y artista»), donde ha vivido más de 40 años, aunque suele pasar temporadas largas en Miami, «donde está mi pueblo». Agustín Lara escribió de ella: «Después del cielo, Cuba, y después de Cuba, Olga Guillot».
La cantante recuerda que el famoso compositor mexicano vio en 1957 su espectáculo y después vino a saludarla al camerino para felicitarla por lo bien que cantaba su Noche de Ronda. No oculta que estuvo casada cinco veces. «Me han amado y yo he amado mucho, algunos me botaron y yo a otros. Los que me han querido de verdad, nunca duraron. Lo único que me ha sido fiel es mi profesión».
Reconoce que como las letras de sus canciones, lo más importante de su vida es haber amado y haber sido amada, sin importarle si la otra persona fuera famosa o rica.
EFE
