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Chancho en Piedra: «Hacemos el folclor del futuro»

Algo inusual en las tradiciones de Cancho en Piedra es el recital de que brindarán hoy en la sala de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), a partir de las 21 horas.


Luego de un historial que incluye cuatro discos, los muchachos de la banda se sienten aptos para profundizar un poco en los temas raigales del peculiar estilo que dieron a conocer a principio de los noventa.



Ahora se lanzarán en vivo a la interpretación de melodías poco tradicionales en su repertorio, nuevas versiones y covers de sus grupos mentores. Además, darán a conocer el nuevo single Me vuelvo mono.



«Preparamos un show sobre la base de revisiones de nuestros temas -algunos ya descatalogados del repertorio habitual- y covers de grupos y artistas que nos han influido. Queremos mostrar a quienes admiramos y decir que nosotros también somos capaces de hacer música como ellos», contó Felipe Ilabaca.



Chancho en Piedra vio la luz cuando Eduardo Libeas (Lalo) y Pablo Ilabaca (K-V-Zón) estaban sometidos a una rigurosa escolaridad en el Liceo Don Bosco hasta que empezaron a sentir el cosquilleo de una pulsión musical que canalizaron en el conjunto con nombre de aderezo criollo. Pronto se sumó Leonardo Corvalán (Toño) y Felipe.



La propuesta era hacer música con un espíritu irreverente y sin darse cuenta se produjo la alquimia. Ya para 1994 se dijo que eran una de las bandas más promisorias del próximo siglo y el anuncio resultó profético. Alcanzaron el éxito, la difusión radial y los reconocimientos de los especialistas.



Vinieron a refrescar el panorama del rock nacional, incluyendo en su repertorio alusiones a concursos de belleza, a la adicción tecnológica y al consumismo junto con toda clase de personajes, como Mampato, la caricatura de Temo Lobos. La posición adquirida es crítica con bases en bandas como los Jackson Five, Los Jaivas y Los Ramones, que serán parte del recorrido del extraño ciclo.



Felipe– En estos recitales la idea es presentar los estilos. Son canciones hechas en diversas épocas. Vamos a recrear un momento de Earth, Wind and Fire que tiene una onda ochentera y otros.



Lalo:- Nosotros tocamos los temas que no son nuestros, queremos aprender más música. Escuchamos cosas que nos parecen que tienen una capacidad musical súper cerebrada y con harto sentimiento. Eso nos nutre. Además, es un compromiso con la gente para mostrarles cosas que a lo mejor no están a su alcance.



-En todo ámbito se ha tendido a rescatar la memoria ¿Cuál es la posición de ustedes?



K-V-Zón:- Muchos grupos tocan covers como una forma de abrirse paso y demostrar que están ahí. Los Chanchos no tenemos nada que demostrar. Al contrario, tocamos temas que nos gustan. Son temas de los setentas porque ahora esos grupos ya no los tocan en vivo y no los podrías ver.



Toño:-Hemos preferido crear en vez de citar. Nosotros no necesitamos recrear temas de nada. Cada canción que hemos escogido la elegimos por lo que significa, por el mensaje.



-Hay muchos grupos que recurren a las antologías para sobrevivir.



Felipe:-La gente tiende a poner de moda algo, explotarlo al máximo, pero después lo olvidan hasta matarlo. La música que es realmente buena no muere. Los grandes artistas después de un tiempo tienen el derecho a relajarse y en ese lapso los sellos empiezan a sacar antologías, pero no son los creadores los que pierden su capacidad.



Lalo:-El que vengamos acá no es nada comercial. No estamos grabando ningún disco. Cuando algún día saquemos uno en vivo de covers ahí nos podrían decir algo, pero ahora es sólo un concepto.




Química Romántica



Chancho en Piedra empezó tocando en centros culturales, colegios, universidades con una buena dosis de adrenalina y detalles histriónicos y de vestuario que fueron dando el sello alocado a la emergente banda que asume la chilenidad con humor.



Albergados en Alerce concretaron su primera producción, Peor es mascar lauchas (1995), un producto centrado en personajes típicos de la cultura popular en que los muchachos dieron a conocer su declaración de principios.



Al poco tiempo les sobraron las categorías de los aficionados. Ellos siguieron trayendo a colación un puñado de figuras, como Pepe Tapia, Yeruba, Vickin Valdés, el Tío Memo y Enrique Maluenda. Se lanzaron al sitial de los jóvenes más críticos de su generación sin piedad contra los romanticismos.



La segunda producción fue La dieta del lagarto (1997). El tercer disco Ríndanse terrícolas sigue con las ironías en una suerte de homenaje a la frasecita de las seriales televisivas. El cuarto producto, Marca chancho, concretó una fina selección de cánticos, como Buenos días a todos, Eligiendo una reina -un temazo alegre en la frecuencia del funk- y Kiltro virtual, la alusión sonora al consumismo y la tecnología.



En el trayecto con más reconocimientos que grandes derrotas, los empecinados tributarios del rock funk no transan con el aprendizaje musical y plasman lo intrascendente de lo cotidiano.



-Dentro de los grupos jóvenes les ha ido bastante bien. ¿Tienen alguna fórmula?



K-V-Zón:-La única es aplicarse heavy en lo que a uno le gusta.



Toño:-No creo que haya una técnica, si la hubiera la gente no nos habría pescado. Es que cuatro personas se puedan unir y hacer algo interesante y tocar en el momento justo.



Felipe:- Hay que encontrar a las personas para que exista sinergia, que es la que hace que las cosas funcionen.



Toño:- Es una magia que hay entre las personas indicadas. Hay grupos que tocan pero no-pasa nada.







-¿Es alquimia?



Felipe:-Sí. Hay algunos románticos que lo llaman química.



-¿Qué cuestionan ustedes en sus calidades de representes de la música popular inserta en lo social?



K-V-Zón:- Estamos súper claros en que hay que estar lúcidos y cautelosos. Obviamente la energía más negativa está ahí dando vuelta y no se ha disipado.



Lalo:-Pero tratamos de mirar bien antes de pisar y dar el otro paso. Ahora no hay un solo enemigo. Pero el universo como que se abrió, existe la diversidad. Es mucho más rico hablar de cualquier cosa, en ese espacio se abrió la mente.



Toño:-Ahora hay mayor acceso a grabar y tener discos. Hay más información.



-Insisto, ¿qué temas les parecen cuestionables?



Lalo:-Nos llaman la atención todas las cosas, desde lo más intrascendente hasta lo más importante. Hay que saber rescatarlas y que queden en un tema es lo que hacemos. A mí me llama la atención el niño perro de Talcahuano.



K-V-Zón: A mí que a la gente ahora le guste la música tan mala y barata.



-¿Qué crítica le harían a la generación de ustedes?



Lalo:- Cuando creces se te olvida lo que vas pasando. Prefiero hablar hacia delante que del pasado. Estamos en esta edad para hablar de nosotros. Criticamos y nos reímos de las cosas que la gente ya sabe que están en los discos.



Felipe:-Nosotros representamos a más de una generación. El Toño y yo tenemos 27 años y ellos (K-V-Zón y Lalo) tienen como 23 o 24. Hay claramente dos generaciones distintas y esa es la mezcla que hacemos. La gente de nuestra generación es mucho más tímida que la de ellos.



-¿Muestran menos miedo que los más viejos?



Felipe:-¡Claro!



Toño:-Imagínate como es más pa’tras.



Felipe:- Sí. Tenemos hermanos grandes y nos damos cuenta que es peor. Pero los más nuevos son mucho más patudos, ganadores porque desconocen el miedo. Nosotros representamos a una generación de recambio, la del final del milenio.



-¿Hasta qué punto les interesa la música de raíz folclórica?



Felipe:-Hemos ido investigando cada vez más en el tema, pero la real aproximación la logramos a través de la música popular. Sin embargo, estamos más influidos por temas de otros lados, en nuestras vidas escuchamos más música de allá que de acá.



Lalo: El artista no tiene lugar, es global. En cierta manera estamos haciendo el folclor del futuro.



VEA IMÁGENES:



Vea un adelanto de lo que Los Chanchos presentarán en el ciclo Esas raras tocatas



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