Por segunda vez en los anales de la Corporación Cultural Balmaceda 1215, brindarán un montaje más de 70 alumnos de los cuerpos estables, para contar la historia de un aventurero que va en busca del paraíso.
Dicen que no hay primera sin segunda. Así será en Balmaceda 1215, donde preparan un nuevo montaje de gran envergadura. El debut en ópera fue con KRÁ (La Luna), del cual se realizaron 30 funciones con más de sesenta personas, que superaron los 6.000 espectadores entre estudiantes y público general. Ahora viene la segunda patita con la ópera Colón y Colón que estrenarán el próximo sábado 18 de agosto a las 20 horas en la Cúpula del Parque.
Se trata de un gran elenco que emerge de más de 70 los alumnos que integran los cuerpos artísticos estables de la corporación. Durante cinco meses estuvieron trabajando hasta dar vida a la obra que incluye un coro, una compañía de danza contemporánea y actores. En un trabajo articulado, como si fueran una compañía, han ido superando etapas bajo la dirección de artistas profesionales.
La pieza aborda de una manera diferente la historia del Cristóbal Colón con un relato basado en la concreción de una utopía que marcó la historia del hombre antes y después del descubrimiento de América. No es una reseña histórica del viaje colombino que
cambió el rumbo de la cultura occidental, sino que una versión interpretativa de las motivaciones profundas que pudo haber tenido Colón para llevar adelante su empresa. La propuesta es un Colón que fue en la búsqueda del paraíso.
«La obra es una imaginería sobre el personaje central. La historia sucede en el mar, en los dos últimos días previos a la llegada de Colón a las costas americanas en el momento en que él es condenado para ser arrojado al mar, por un motín de la tripulación de hombres alucinados. Antes de morir tiene una serie de chispazos», cuenta Jorge Springinsfeld.
La puesta en escena indaga en la estética moderna, en la música, el teatro y la danza, realizando importantes innovaciones en el lenguaje de la ópera. El libreto y la música están a cargo de Jorge Springinsfeld y la regié en las manos de Claudio Pueller, quienes trabajaron sobre la base de diferentes cuadros, como el del encuentro con los ángeles en que comunican una profecía o el recuerdo de una tempestad en que imagina que es atacado por monstruos mitológicos.
«Se llama Colón y Colón porque en escena hay dos colones: uno está representado por el cantante, que es el místico medieval que siente que Dios le ha encargado una misión; y el otro, el actor, el renacentista, capaz de planificar y convencer. Hay una escena en que ambos dialogan acerca de esta gran meta» dice el músico.
– ¿Qué vigencia tiene la obra?
– Es una situación dramática donde coexisten el teatro, la danza y el hilo conductor es la música. La obra hoy es una interacción de lenguajes que se atan con una historia. Eso la pone en relación con un pasado dramático. Colón corresponde a un prototipo de hombre que imagina un proyecto, se obsesiona y dedica su esfuerzo a algo sin visualizar las consecuencias. En ese sentido, es un arquetipo de la humanidad. El hombre siempre está buscando proyectos descabellados que buscan transformar la vida de la humanidad. Nos interesó porque se lanza al igual que un artista detrás de una empresa loca y pone la vida en eso.
– ¿Qué destaca del montaje?
– Hay todo un tratamiento del tiempo, donde hay momentos en que este hombre retrocede, avanza y no se sabe en que época se está, porque es como estar dentro de la cabeza de él. Eso ópera porque es un drama puesto en música pero también puesto en teatro.
¿Cómo trabajaron la música?
– Hubo un compositor que la compuso, un director de teatro. El grupo de chicos tiene el rol de intérpretes. No trabajamos con música de los estilos juveniles actuales. Está emparentada con canciones, baladas y arias. El coro canta en vivo y la base orquestal está realizada en midi (técnica basada en la computación).
– ¿Cómo está presente lo americano?
– En la música. Además hay una escena, Visión del paraíso, donde un personaje imaginario le cuenta a Colón que estuvo en un lugar mitológico donde había gente vestida de extraña manera y eso se desarrolla a través de una visión de la danza con personajes americanos y sonoridades de esa índole.
Las presentaciones de Colón y Colón se realizarán además el 20, 21, 22, 23 y 24 de agosto, con dos funciones diarias, a las 15 horas y a las 16 horas, en el Teatro Cúpula del Parque O’Higgins. Entrada liberada.
