Joe Vasconcellos cuenta detalles de las grabaciones con Chichi Peralta en República Dominicana, país que lo cautivó. Además comienza una gira para dar a conocer algo de su último disco, Taxi para tres, que corresponde a la banda sonora del filme.
Joe Vasconcellos parte el jueves en gira acústica con un cuarteto por el sur del país después de dar a conocer su primer trabajo musical para cine con la banda sonora de Taxi Para Tres, que fue lanzado recientemente.
El itinerario de actuaciones comienza el 9 en Viña del Mar, en el Teatro Municipal para seguir el 14 de agosto en San Fernando en el gimnasio techado, el 15 en Talca, el 16 en Parral, el 17 Cauquenes, el 18 Concepción, 19 en Los Angeles, el 20 en Nacimiento, el 23 en Angol, el 24 Coyipuyi, 25 en Victoria, 26 en Temuco, 27 en Villarrica, el 30 en Valdivia, 31 en Osorno y en septiembre, el 2 Puerto Montt, 3 Ancud, 4 Castro.
Y después de eso ¿qué?
– De ahí me interno.
– ¿Viajas con un cuarteto en una tendencia más íntima?
– El haber hecho las canciones de Taxi para tres me abrió esa posibilidad de hacerlo. Después de la gira anterior vi muchas caritas haciendo pucheros porque no pudimos ir. No nos quedaba tiempo para los lugares más pequeños.
– ¿Cómo surgió la música de la película?
– Cristián Galaz me puso en contacto con el director del filme Orlando Lübbert. Hicimos muy buenas migas, quizás por el hecho de haber vivido afuera tenemos muchas cosas en común. La película posee muchas señales que a veces en Chile no se perciben.
-¿Habías hecho algo para cine?
– Nunca. Lo que hice fue ponerme a disposición de Orlando, él me dirigió. Eso me dio el pretexto, como son canciones con guitarra para hacer la gira.
– En tu salida a República Dominicana ¿con qué te encontraste?
– Fue espontáneo, no hubo sello Emi. Surgió de dominicanos que estuvieron en Viña, se llevaron el disco y me contactaron. Fue increíble, al nivel que estaba en el supermercado y la niña que estaba moviendo los carros estaba cantando Huellas .
– Ellos tienen la vena rítmica desarrollada. Llama la atención que un músico chileno les vaya a hacer música en esa línea.
– Fue una de las cosas que más motivó y me emociona. Conozco Salvador Bahía y el nordeste de Brasil y consideraba que esas eran las tierras más musicales existentes. Pero ahora, en República Dominicana, descubrí al pueblo más rítmico, adorable que he conocido hasta el momento y no lo digo de chupamedias. Es un carácter, un espíritu muy lindo.
– ¿Qué novedades traes de República Domincana?
– Allá grabamos con Chichi Peralta. El primer día nos encerramos con algunos de mis músicos también en el estudio con él y salieron cosas buenas.
– ¿Eso tiene algo que ver con tu próximo disco?
– No sé. En el siguiente habrán canciones que voy a probar en esta gira, algo de lo hice con Chichi y de lo que grabé con el Negro Rada en Uruguay.
– Estás trabajando con emblemas de la música latinoamericana.
– Sí. Es que yo tengo 42 años. A mí me pillaron, cuando escuché a Rada por primera vez fue un baño de alegría y quise trasmitirla a otras generaciones. Corresponde a la necesidad de seguir haciendo cosas entretenidas y mientras más latinoamericanas mejor.
– ¿Cómo ves a la cultura en este momento?
– He permanecido muy alejado de todo, de la gente, de escuchar. He andado creando. Con esta gira pretendo salir a sentir el feeling, porque en todas estas ciudades he estado antes. No e puedo quedar sólo con la tele, sigo con un espíritu positivo y apolítico para volver a sentir lo que me dice la gente.
– Hace un par de años tuviste mucha actividad, ¿qué pasó después?
– No me fui a la India, simplemente me retiré para trabajar pa la película y fue un excelente pretexto porque armé mi estudio y me permitió salir de la sobre exposición.
– ¿No te mareas?
– Claro, ¿cómo logras equilibrar la creación, que es lo que da vida a mi vida, con toda la parafernalia. En un momento eres comida para los malos entendidos y tienes que protegerte. Gracias a Dios tengo buena relación con la prensa.
– En Chile se percibe la ausencia de creaciones
– Falta de todo. Mi teoría es que los grandes consorcios radiales funcionan sobre la base de fórmulas que les han resultado en los países en los que ellos están. Eso deshumaniza muchas veces. Yo soy uno de los afortunado porque hay algunas ue le dan prioridad a la música nacional.
– ¿Una canción necesita tanta producción?
– Bueno eso es lo que traté de hacer con la música de la película. Ir a lo menos parafernálico del mundo. Acordarnos que somos un país de guitarra, aunque se ha perdido un poco y ya no está más esa guitarra con un ají dentro.
