El festival de Lucerna, que se celebra en esta ciudad medieval junto al lago de los Cuatro Cantones, en pleno corazón de Suiza, está dedicado este año a la Creación y rendirá homenaje a Prometeo.
Un total de ochenta conciertos, incluidos diez estrenos mundiales, podrán escucharse durante el festival, que se celebra del 10 de agosto al 10 de septiembre en la bellísima sala de conciertos diseñada por el arquitecto francés Jean Nouvel y en algunas iglesias del entorno.
Los organizadores del festival han elegido el tema de la Creación como símbolo del comienzo de un nuevo milenio, pero también como reflexión de las fuerzas creadoras musicales y presentación de obras inspiradas por la creación bíblica y mitos similares de otras culturas.
La Creación, de Haydn, la Octava Sinfonía de Mahler, Los Planetas, de Gustav Holst, Así habló Zaratustra, de Richard Strauss, y el Zoroastro, del barroco francés Rameau, ilustrarán ese mito del origen del mundo.
Así culmina una trilogía que comenzó en 1999 con el tema de los Mitos y siguió el año pasado con las Metamorfosis.
El más destacado compositor estadounidense de la actualidad, Elliott Carter, de 92 años, y el suizo Hanspeter Kyburz, nacido en 1960, han escrito sendas composiciones para el festival: un cuarteto para oboe, violín, viola y violonchelo y una composición sinfónica para Daniel Barenboim y la Sinfónica de Chicago, respectivamente.
Un ciclo está dedicado a Prometeo, el titán de la mitología griega que robó el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres, dando así comienzo a las artes y a la civilización.
Incluirá desde el Prometeo: Tragedia de la Escucha, del italiano Luigi Nono, sobre textos de Hesíodo, Esquilo, Píndaro, Herodoto, Eurípides, Walter Benjamin y Hoelderlin, hasta Las Criaturas de Prometeo, de Ludwig van Beethoven.
Esta obra del músico de Bonn abrirá precisamente el festival en la interpretación de la Orquesta de Cámara de Europa, dirigida por Heinz Holliger, que presenta también una composición propia para celebrar el 20 aniversario de ese conjunto musical.
La noche inaugural, el grupo de artistas que creó las iluminaciones de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 y las de la torre Eiffel en la celebración del milenario, presentará un espectáculo pirotécnico en torno al Centro de la Cultura y de Congresos de Lucerna.
La Chicago Symphony Orchestra, uno de los conjuntos más prestigiosos del mundo en este momento, dirigida por Barenboim, inicia su colaboración con el festival y se encarga de tres de los casi treinta conciertos sinfónicos, con obras de Elliott Carter y Gustav Mahler, entre otros.
El festival contará también con la presencia estelar de la violinista Anne Sophie Mutter, cuyo descubrimiento en 1977 en Salzburgo por Herbert von Karajan marcó el comienzo de una gran carrera internacional.
Mutter dirigirá a la Camerata de Salzburgo e interpretará al violín varios conciertos de Mozart y tocará junto al pianista Lambert Orkis y con Lynn Harrell al violonchelo tríos de Clara Schumann, Johannes Brahms y Félix Mendelssohn Bartholdy.
Con Orkis interpretará también composiciones de Prokofiev, Pablo de Sarasate, Henri Wieniawski y estrenará una obra del conocido director de orquesta André Previn titulada Tango Song and Dance para violín y piano.
Entre los directores estrella de esta edición figuran Riccardo Muti, que dirigirá a la Filarmónica de la Scala en obras de Mozart, Tchaikovski, Rossini y Schumann, y el británico Simon Rattle, que interpretará varias sinfonías de Beethoven al frente de la Filarmónica de Viena.
También estará aquí la Filarmónica de Berlín, que, bajo la batuta del maestro Claudio Abbado, y con Maurizio Pollini al piano, interpretará el primer concierto de Johannes Brahms, mientras que la Orquesta Revolucionaria y Romántica, que dirige John Elliot Gardiner, ha elegido obras de Mendelssohn y Mozart.
Entre los solistas destacan también el veterano Isaac Stern, que se estrenó aquí en 1948 e interpretará en esta ocasión a Beethoven y y Brahms, o la mezzosoprano Cecilia Bartoli, que interpretará obras de Vivaldi y Gluck con la Academia de Música Antigua, de Berlín.
EFE
