Publicidad

Tambores tradicionales de Africa y Japón buscan nuevos ritmos

Los tambores del músico japonés Eitetsu Hayashi y del percusionista guineano Mamady Keita se dieron cita el pasado fin de semana en el Teatro Nacional de Tokio, para crear ritmos nuevos y tratar de romper con las tradiciones más puras de sus respectivos países.


Los ritmos de ambos músicos y de otros grupos invitados hicieron las delicias de una nutrida y variopinta audiencia en la que se mezclaron por una noche jóvenes peinados con «dreadlocks», los tirabuzones típicos de los «rastas», con un público más serio y adulto, el de los amantes del «taiko», el tradicional tambor japonés.



La actuación comenzó con el grupo «Gocoo», una formación musical creada en 1997 por Kaori Asano que utilizó una variedad del tambor tradicional japonés, «wadaiko», e instrumentos tradicionales como el «dijiridoo» australiano para incitar al público a que bailara.



Después Mamady Keita invitó a los presentes a viajar con él por los festivales de Mali, Guinea y Costa de Marfil con el sonido de sus tambores del Africa occidental o «jembe».



Keita interpretó también algunas piezas junto a Eitetsu Hayashi, uno de los músicos más reconocidos e innovadores del mundo de la percusión japonesa que abandonó las interpretaciones dominadas por la fuerza física de grupos como «Kodo» y «Ondekoza» para tratar de hacer poesía con sus tambores.



La actuación de casi cuatro horas finalizó con Hayashi y otros cuatro músicos japoneses tocando cinco tambores de más de doscientos kilos cada uno en un escenario en penumbra.

Publicidad

Tendencias