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Sepultura trae el rock tercermundista

El grupo brasileño actuará en el Teatro Providencia los días 2 y 3 de octubre, en un recital en que mostrarán parte de su reciente álbum Nation. A la cita están invitados como teloneros Dracma y Trío Boa.


La impetuosa banda de rock oriunda de las cálidas tierras del Brasil, Sepultura, confirmó su llegada el país para brindar dos actuaciones, los días 2 y 3 de octubre, en el Teatro Providencia.

Después que muchos devotos del metal presagiaron el final de la banda, por segunda vez el cuarteto mítico arremete con un disco. Ahora es Nation, y viene a suceder a Against (1998). El registro se dio a conocer hace unos meses y pronto llegará al submundo local el entrañable sonido de esta tribu sudamericana, que mantiene el estilo predicado en: Beneath the Remains, Arise, Chaos AD y Roots.




«Estábamos de vuelta en Brasil después de la última gira», dijo Andreas Kisser, el guitarrista, al recordar los días que siguieron a la tumultuosa gira de presentación de Against.



Y agregó: «Empezamos a pensar en el nuevo álbum y en cómo habíamos crecido como banda. Estudiamos este disco: en qué lugar nos ubicábamos como banda y dónde estaba el mundo al final del milenio. Sentíamos que comenzaba una revolución para nosotros».

Against tuvo la colaboración de músicos como Jason Newsted, de Metallica, y Gordo, de Ratos De Porao. Tras este tiempo Max Cavalera reapareció con Soulfly, lgor, Paulo Jr. y Andreas Kisser con Against.



Así, bien reencontrados con el Thrash, Sepultura recuerda la metafísica de canciones, como One Man Army y Uma Cura, que será parte del letal repertorio del concierto que darán en Santiago.



La historia de Sepultura se remonta a 1984, cuando en Belho Horizonte los hermanos Igor y Max Cavalera, a los que se unieron el bajista Paulo Pinto y el guitarrista Jairo T, se nutrieron con velocidad sideral las huestes hambrientas de hardcore y death metal.



¿Sepultados?




«El metal es una música muy abierta, ilimitada, sincera y honesta, como las melodías indígenas, pero con el aporte adicional de que es más cruda. Personalmente creo que la música nativa es original y tiene mucho en común con el metal, por eso las puedes trabajar al mismo tiempo. Aunque provienen de dos culturas diferentes, tienen la misma composición espiritual», precisó uno de sus integrantes.



La primera explosión discográfica fue Bestial Devastation y siguió Morbid Vision, Arise (1991), Chaos A.D. (1993) y el rompedor Roots (1996). Desafiaron todo lo posible con la combinación de elementos del metal de vanguardia y la rítmica tribal de los indios Xavantes, en la mezcla de esa mixtura alquimica de los sepultureros.



No saben lo que es el miedo a lo nuevo y a pesar del tiempo transcurrido, siguen vigente como una banda joven que no quiere repetir canciones ni esquemas: dicen ser pura innovación.



En 1986 el cofundador Max Cavalera dejó el proyecto y si bien los menos creyentes aseguraron que eso los sepultaría la incorporación de tono hardcore de Derrick Green produjo en Against el bendito renacimiento.



Se sumó a ese nuevo signo vital el disco Nation, que según Derrick fue: «Un proceso completo que estar de repente en el medio de todo. Tuvimos tiempo para estar juntos y ser más un grupo».



Entonces, ya para el año 2000 se integraron al itinerario de tours, compartiendo estridencias junto a bandas como Slipknot y Sevendust, influencia que se revela en el nuevo material incluido en reciente disco.



«Teníamos que ser geniales. Si había alguna duda sobre nosotros, en esa gira la disipamos completamente. Es lo que siempre hemos sido. Una banda del Tercer Mundo, un grupo brasileño sin límites ni fronteras. Creo que la gente de todo el mundo se puede identificar con ello más que nunca. De una tribu a una nación».

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