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Argentina envía refuerzos: Más leña al fuego del blues

Botafogo, el argentino que tiene un lugarcito privilegiado en la sinfonía rockera junto a B.B King y Santana, entre muchos otros, llegará a Chile a La Reina Blues Festival 2001, para dar un recital el lunes 1 de octubre.


Desde de la vecina república de la Argentina arribará Miguel Botafogo, el paladín del blues. Viene un poco dividido entre la misión de reportear para El Clarín y Rock and Pop para el recital de Eric Clapton y el concierto que hará por primera vez en Chile. Es primera vez que está desde este lado de Los Andes y en realidad poco conoce a parte de Salvador Allende poco conoce.



"Estaba pensando en camiseta con la cara de Salvador Allende", dice por teléfono y pregunta después -"¿Se puede hablar de esto allá?" .




Sería torpe y algo ocioso ubicar a Botafogo en las líneas de fuego de la música de propaganda. Lo de la polera es sólo una anécdota. Su itinerario habla de las huellas y altitudes de su viaje: Compartió con toda la realeza del blues, incluidos Pappo, Durazno de Gala. Actuó como soporte de B.B. King (en sus presentaciones en la Argentina 1991,1992, 1993, 1994, y 1995), James Cotton (1993), Guns & Roses (1993), Carlos Santana (1993), Buddy Guy (1995), Scott Henderson (1998) y Jeff Beck (1998). Grabó junto a Taj Mahal (1994) y ofreció conciertos junto a Deacon Jones y de Johnny Rivers, con Hubert Sumlin y Larry Mc Cray. Tiene un prontuario musical sublime (que no se puede incluir completo en una sucinta nota periodística).



El es un modesto endorser de las guitarras y amplificadores Fender, elegido como el mejor músico de 1999 por Página 12 que se instalará frente al Pacífico Sur para desenvainar una pequeña muestra del extenso repertorio clásico del blues internacional y argentino.



"Haré algunos clásicos y algunas cosas de Manal, de Pappo, que son los que empezaron con esto en los años ’60", comentó.



– ¿Quiénes son las raíces del blues argentino?



– Manal se desarmó hace muchos años y Pappo es el paradigma de los rockeros. El es una figura muy importante acá, no sólo por sus discos y actuaciones, sino porque de las filas de músicos que armó han salido decenas de otras bandas.



– ¿Cómo ves el blues de hoy?



– En la capital federal hay un ambiente muy chiquito y no hay decenas de bares para tocar blues. Existen un par de bandas, como, Menphis, pero otra cosa es cuando sales a las provincias. En todas hay dos o tres bandas de blues y muchos chicos que estudian.



– ¿Todavía intentan seguir al pie de la letra el modelo anglosajón?



– A partir de Pappo y Manal criamos un concepto de blues porteño y de blues argentino. Hay letras jugosas que pintan la aldea realmente bien. En cada provincia, también, hay gente que toca blues a su manera.



"Es como el agua"



Botafogo participó en Engranaje, Avalancha, Carolina y Studebaker. Integró bandas con Cucharada, Antonio Flores, Mariscal Romero, Micky, Ramoncín, Kevin Ayers, Whisky David y Ciro Fogliata. Formó Durazno de Gala y estuvo en las bandas de Rinaldo Rafanelli, Miguel Cantilo, Vitico, Las Blacanblus, Los Guarros y Javier Calamaro.



A la fecha tiene cinco producciones discográficas Trío (1995), Botafogo y Amigos (1997), Cambios (1998), Solo-Acústico (1999), Live in Hollywood (1999) y Live in Japan(2000). Además, se ha presentado en Estados Unidos, invitado por el armoniquista Bruce Ewan, compartiendo el escenario con la Carey Bell Chicago Blues Band y estuvo en Legends, el club de Blues de Buddy Guy.



Y a su cuenta se suma la creación de seis métodos de enseñanza de guitarra editados por Ricordi: Seis cuerdas (junto a Gustavo Gregorio) (1990), Seis cuerdas de blues (1995), Más blues (1996), Armonía para seis cuerdas (1996), Bajo blues (1996) y La banda y yo (1996).




"Mis libros se venden mucho. Me consta que hay miles de personas interesadas en aprender a tocar. Algunos lo harán como hobby y otros profesionalmente, pero les interesa todavía", contó.



– ¿Al escribirlo, racionalizarlo y explicarlo, sigue siendo blues?



– Hay que aceptar que el blues tiene una raíz callejera. Yo lo enseño orientado al saber esos datos técnicos que le sirven al músico.



– Este tipo de música se asocia a transgresiones, trasnoche, bohemia, drogas duras y blandas, éteres y una multiplicidad de excesos, pero tu postura ha sido contraria a esto.



– Soy un convencido que la música está en el universo, en el cosmos, en al creación o en como se llame. Es algo que existe para el espíritu. Hace años en la Argentina se decía que no era lógico estudiar para tocar esta música, que había que tomar drogas para tocar mejor. Todo eso creó una idiosincrasia, en algunos músicos, pero después nos dimos cuenta que era destructiva. Hoy no podemos disfrutar de muchos músicos porque estuvieron tomando drogas. Hay tantas letras de rock o blues que apoyan el uso de la droga o que nombran las drogas de una forma graciosa; eso a mí no me gusta.



– ¿Qué percepción tienes del acontecer rítmico latino con la inclusión de house, rap, funk y todas sus variantes?



– No veo nada novedoso. Los ritmos latinos están metidos en el blues desde sus comienzos y te hablo de 70 años atrás, con la rumba y el calypso. No me parece que haya cosas novedosas, como lo fue cuando apareció el reagge. El hip hop o el rap no me parecen modernos, salvo por ciertos sonidos, por el proceso de como se compone o hacia donde está dirigida esa música. Hay cosas que me gustan de eso, incluso una vez hice una versión de Imagine de John Lennon con una batería hip hop.



-¿Crees que el blues argentino ha evolucionado o sólo recuenta temas antiguos y se instala como clásico?



– Es un clásico, pero también hay mucha gente, entre los nuevos músicos, que toman al blues como punto de referencia para después tocar la música que les gusta más. Acá, Menphis es un grupo muy comercial y después muy pero muy lejos están todos los demás. Se les ha criticado que dejaron de tocar blues para ser un poco más pop, eso es un poco cierto. Acá hay un respeto por las figuras de Pappo y a pesar de que ahora no es exitoso en las radios no hay lugar de Argentina en que la gente no lo cante.





– ¿Quiénes representan al blues argentino hoy?



– El blues local está representado por bandas como Menphis, Durazno de Gala, Blacanblues, Luis Robinson y los Chevy Rockets, La Mississippi, King Size, Yaría Brothers, La Napolitana, La Asociación y Los Delta Blues, y hay otros más.
– De toda la experiencia que has tenido con figuras mundiales, ¿qué permanece aún en tu memoria?



– El año ’91 cuando hice la apertura de BB King. El haber grabado con Taj Mahal y haber estado con él, comiendo y jugando a la pelota fue muy lindo. De lo último, que está más fresquito, la gira con Deacon Jones, el tecladista de John Lee Hoocker fue hermosima. La verdad es que me conformo con cosas chiquitas, como cuando vinieron dos viejitos negritos afro americanos a sacarse una foto conmigo. Eso es una cosa que a mí me da vergüenza, ¿viste? Pensar que yo les robé la música a sus abuelos y me vienen a pedir un autógrafo. Esas cositas, como ahora mismo, que vengo de tocar en un pueblito chiquito en Córdoba o como lo voy hacer en allá en Chile, tocar con gente que no he visto nunca y comunicarnos.



– ¿Crees que el blues sobrevivirá entre tanto movimiento?



– Estoy seguro que siempre va a seguir aunque no le toque vivir en la cresta de la ola, eso está hecho para los jóvenes, para los exitistas. El blues estará siempre, es bueno para el alma. No siempre tienes que tocar, pensando «voy a llenar el estadio River o el Colo-Colo». El rock and roll sin equipos y un montón de volumen no se puede tocar. En el blues con una guitarra barata puedes tantas cosas. El blues es como el agua.





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Filosofía de Miguel Botafogo




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