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Multitudinario adiós a Gilbert Bécaud

Sus funerales se celebraron a sólo dos pasos de la famosa sala Olympia, donde Bécaud dio una treintena de espectáculos a lo largo de medio siglo de carrera profesional.


Familiares, amigos, políticos y cientos de admiradores despidieron hoy en el parisino templo de la Madeleine a una de las voces más representativas de la canción francesa, Gilbert Bécaud, cuya vida se apagó el pasado martes debido a un cáncer.



Sus funerales se celebraron a sólo dos pasos de la famosa sala Olympia, donde Bécaud dio una treintena de espectáculos a lo largo de medio siglo de carrera profesional.



Sus restos mortales fueron inhumados en el cementerio parisiense de Pere Lachaise en la intimidad familiar.



Conocido como «señor mil voltios» o «señor dinamita», Bécaud cantó o compuso unas 400 canciones durante su trayectoria profesional, como Et maintenant, Nathalie, L’important c’est la rose o Quand il est mort le poete.



Su segunda esposa, la estadounidense Kitty Saint-John, y los seis hijos que el cantante tuvo en sus dos matrimonios, incluida una niña de Laos que adoptó cuando ésta tenía 7 años, acompañaron en todo momento al féretro del artista, que iba cubierto con una tela de color violeta.



En la homilía, el párroco de la Madeleine, Bernard Mollat de Jourdin, destacó la «creencia feroz» de Bécaud, su «optimismo, su entusiasmo y su alegría de vivir».



Entre otros, asistieron al acto religioso los cantantes Charles Aznavour, Enrico Macias, Nana Mouskouri, Marcel Aumont, Carlos y Philippe Lavil.



Estuvieron presentes también la ministra de Cultura, Catherine Tasca, y el de Sanidad, Bernard Kouchner, en representación del Gobierno; así como un consejero del presidente francés, Jacques Chirac, y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de París, Christophe Girard.



Sala Olympia



De camino al cementerio, el cortejo fúnebre ralentizó su marcha al pasar por delante de la sala Olympia, templo del «music hall», en cuyas luces de neón puede leerse desde el día de la desaparición del cantante: «Salut Gilbert Bécaud».



Su primer espectáculo como estrella de cartelera en la repleta sala parisina del «Olympia» en 1954 quedó en los anales por ser la primera vez que los espectadores rompían los asientos, llevados por el entusiasmo, en un concierto celebrado en Francia.



Bécaud, que murió de un cáncer de pulmón en su gabarra amarrada junto al puente parisino de Saint-Cloud, tenía una enorme energía que le llevó a dar 250 conciertos al año en la cúspide de su éxito e hizo giras por todo el mundo.



Nacido, como Francois Gilbert Silly, en Tolón (sur) en 1927, Bécaud inició su carrera como pianista en clubes de París justo después de la Segunda Guerra Mundial.



Su trabajo con el cantante Jacques Pills fue determinante, ya que la esposa de éste, Edith Piaf, le alentó a dar el salto como cantante, así como su encuentro con Charles Aznavour.



Al margen de su carrera musical, Bécaud actuó en películas de los cineastas Marcel Carné y Claude Lelouch, aunque sin mucho éxito, como tampoco lo tuvieron sus incursiones en el mundo de la ópera (L’Opéra d’Aran», de 1962) y la comedia musical («Roza», de 1986).



EFE

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