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«Tantas secuencias te aburrirán»

Hace once años, en un agitado primero de enero un grupo de amigos, que se juntó a tocar en una fiesta de año nuevo, se hicieron llamar Machuca. Hoy celebrarán el suceso con una recital en la sala de Santa Filomena 110, a partir de las 21 horas. Son una de las bandas de rock peso pesado entre los competidores nativos.


A estas alturas Machuca cuenta con tres discos en el cuerpo y un cuarto en etapa de gestación, destinado a nacer en abril próximo. Algo de eso y un poco de material actual presentarán en la celebración del natalicio, hasta donde llegarán Alvaro España, de Fiskales Ad Hoc; y Jimy Fernández, de La Pozze Latina, entre otros.



"Como es nuestro cumpleaños queremos que estén todos los amigos. También tratamos de ubicar a Jando, de Los Revoltosos, para que toque armónica pero no nos hemos podido comunicar con él, incluso le mandamos avisos por radio. Yo creo que va a llegar", dice Francisco Muñoz, en un informal llamado a su amigo extraviado, lo que no deja de ser un gesto habitual entre los habitantes del rock.



La banda emergió integrada por Felipe Infante Basurita (batería), Giancarlo Canessa Huaso (voz), Claudio Infante Basura (bajo) y Francisco Muñoz Pollo (guitarra). Y aunque provenían de las vertientes más apegadas al rock clásico, Machuca rendía tributo a Los Ramones. Luego de la salida, en el año 2000, de Canessa y la consecuente integración de Cachano, dieron a los toques de hardocore el sello agro metal; ese fue el aporte del nuevo vocalista, un chico menor en edad que las huestes originales que vino a refrescar la sonoridad de estos porfiados saurios.



En los días en que comenzó Machuca en Concepción la bohemia se tomaba los bares, al mismo tiempo Alvaro Henríquez se instalaba con Los Tres, Emociones Clandestinas cambiaba el eje de las propuestas y Los Cuatro Amigos Del Doctor lanzaban sus notas al viento sur. En esa frecuencia desarrollaron sus primeros pasos y a mediados de los ’90 decidieron probar suerte en Santiago, partiendo convencidos a la capital.




A un año de su formación ya habían presentado su primera auto producción Si Tapas Tus Oídos, logrando difundir su música fuera de la VIII región. En 1992 integraron el disco Octopus: Rock en Concepción, con los temas No quiero morir antes de haber vivido y Hogar dulce hogar, que dio el nombre al primer LP.



El reconocimiento de sus fieles los sitúa como una de las bandas potentes en el repertorio criollo, al que se han preocupado de nutrir con un estilo cambiante, denominado un «híbrido entre Sex Pistols y Black Sabbath».



En 1997 graban un EP de seis canciones (tres nuevas y tres en vivo) titulado Ella, el que destacó por el single El Lado Asesino (donde invitaron a Joe Vasconcellos en la percusión). A este le siguió Viva Machuca, registro que los consolidó como una banda de punk rock. El siguiente disco salió bajo el nombre de Tercero, con el Olvidando, como primer single.



Machuca se perfila como uno de esos raros casos de bandas longevas entre tanta estrella fugaz y pirotecnia musical emergente. Hoy son casi una institución del rock chileno que ha logrado mantener la vena de la rebeldía en esta larga y angosta faja de tierra austral.



"La tónica de nosotros ha sido seguir tocando y no abdicar ante el rock, que es parte de nuestra vida, lo hemos asumido así y no lo vamos a dejar. Eso ya está muy claro en todos los músicos de Machuca. A pesar de varios costos negativos igual hemos podido formar nuestras familias, tenemos hijos y seguimos haciendo música. El costo es no ganar tanto dinero pero sí, seguimos disfrutando", comentó Francisco Muñoz.



– ¿Cómo ves el panorama rockero nacional?
– En Chile, más que en otros lugares, el rock está muy fuerte. En Alemania y España el techno y otros ritmos están pegando mucho más que el rock pero acá el rock esta muy bien. Acá al rock se han ido sumando otras corrientes y mezclando. El rock no va a morir, le queda mucho por seguir sonando.



– ¿Crees que la tecnología ha cambiado el modo de componer y las sonoridades?
– Son opciones nomás de gente que prefiere ser más cibernética, lo encuentro excelente porque si están las máquinas y los medios hay que usarlas, pero igual uno vuelve a los principios. La gente que vive en las grandes ciudades también quiere alejarse un poco del boche y busca algo más natural, lo mismo pasa con el rock, al final tantas secuencias te aburrirán y vas a tender a hacer un trío o un cuarteto que es mucho más natural.



– ¿De qué manera han adaptado el modelo de rock anglosajón?
– Lo adaptamos con el vocalista que entró, él es de otra generación (tiene 22 años) y trae esa cultura, la que nosotros estamos tomando recién. Me refiero al agro-metal y a todas esas corrientes no despreciables pero nuevas para nosotros. Hemos aprendido de este nuevo chico, nos ha incentivado.



– ¿Necesitaban refrescar el estilo?
– Creo que sí. Esta llegada del vocalista ocurrió en el momento preciso, pero eso no quiere decir que dejemos los clásicos The Clash, que son nuestros antecedentes.



– ¿Cómo crees que aporta Machuca al panorama rockero chileno?
– Hemos aprovechado todas las influencias posibles; en lo técnico hemos ocupado las afinaciones de los agro y las hemos llevado al formato que nosotros sabemos hacer. Además, incorporamos temas y contenidos chilenos, de todo el rollo que hay acá con los mapuches, nuestros gobiernos, nuestros dirigentes y hasta nuestras esposas.



Y con la misma rebeldía que los vio nacer, Machuca endurece los contenidos cada vez más, alejandose a paso veloz de los temas visiblemente más adolescentes que entonaban al principio de la ruta.



"Antes le dábamos mucho a que estábamos muy solitos a la espera y éramos los corazones destrozados. Ahora somos más duros y estamos más comprometidos con lo social", concluyó el rockero.

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