Publicidad

Soprano chilena Verónica Villarroel: «ópera necesita innovación»

Se considera una cantante «flexible, muy flexible», abierta a cualquier idea innovadora desde el punto de vista escénico, «porque la ópera -dice Villarroel- es un género muy viejo que necesita innovación».


Tras abrir temporada en el Metropolitan de Nueva York, un escenario en el que es querida y admirada, y cantar una Madama Butterfly por la que recibió inmejorables críticas, la soprano chilena Verónica Villarroel llega a Madrid para pisar de nuevo el escenario del Teatro Real con la ópera Fastaff, de Verdi.



Se considera una cantante «flexible, muy flexible», abierta a cualquier idea innovadora desde el punto de vista escénico, «porque la ópera -dice Villarroel- es un género muy viejo que necesita innovación».



«Me gustan los directores fuertes, con ideas, que me exijan. Aprendo más cuanto más me exigen. De todos los directores de escena aprendo algo, pero más de los exigentes.», asegura la soprano que, a partir del próximo día 14, representará un papel que hasta ahora le era desconocido: Alice, de Falstaff, la última ópera de Verdi.



Falstaff es un título que se suma a las otras diez óperas verdianas que la soprano tiene ya en su repertorio. «Después de tanta tragedia, de tanto drama, me apetecía pasarlo bien en el escenario. Espero divertir y divertirme», dice quien con «Alice» asegura estar explorando «nuevas facetas artísticas. Es el comienzo de algo nuevo. Un cambio radical», dijo la cantante.



Hace ahora cuatro años debutó en el nuevo Teatro Real. Era la primera temporada del recién estrenado coliseo y con un papel, Liu de «Turandot», que conoce muy bien. Pero la experiencia no fue todo lo gratificante que ella esperaba, al ser abucheada por un sector muy minoritario del público con el que ella, desde el escenario, se encaró en una actitud «espontánea y educada».



Verónica Villarroel no elude la conversación sobre lo ocurrido entonces, que dice le sirvió «para ser más fuerte, para darme cuenta de que hay que estar preparado para este tipo de accidentes. Somos seres humanos y nuestro instrumento de trabajo, la voz, está dentro de nosotros y es tan frágil…, Lo ocurrido entonces fue algo puntual. No me gustó, pero en ningún caso vengo con actitud de confrontación, ni mucho menos. Vengo a hacer el amor».



Trabajo en españa



La cantante chilena se siente en España como en su propio país. Aquí ha cantado mucho y bien. «Aquí empecé y me gusta venir a un país que siento como el mío, porque aquí descubro de donde vengo. Vengo a impregnarme de cultura, y a enriquecer mis personajes», agrega quien entiende que la ópera, si no hay renovación, es «un género en peligro de extinción».



Cuando acabe en Madrid, Villarroel cantará «Trovador» en el Covent Garden londinense con otros dos cantantes, dos grandes voces, que sufrieron en el Real abucheos similares por parte de un sector minoritario del público: el tenor argentino José Cura y el barítono ruso Dmitri Hvorostovsky. Por ello, ambos han dicho que no volverán al Real en mucho tiempo.



Verónica Villarroel llegó a la ópera «por azar», recuerda. Era muy joven y estudiante de publicidad cuando, por una desgracia familiar, tuvo que ponerse a trabajar para ayudar económicamente a su familia. Por casualidad la escuchó la gran Renata Scotto, «mi madre artística», y gracias a ella fue a Nueva York a estudiar en la prestigiosa escuela Juilliard.



Fueron años difíciles, porque no podía soportar estar alejada de su familia, en los que más de una vez pensó arrojar la toalla, «pero mi familia necesitaba el dinero», recuerda. Ello hizo que durante mucho tiempo no disfrutara ni de su trabajo ni de sus éxitos.



Villarroel dice que ahora vive el momento «más dulce» de una carrera llena de éxitos internacionales, como el que espera próximamente en Japón junto a Plácido Domingo, con quien ha trabajado muchas veces, en «Otelo».



Admira a Domingo y al resto de grandes cantantes de esa generación. «Pero nadie es repetible. Todos somos únicos. Además su tiempo y el nuestro son diferentes. Ahora los cantantes no tenemos poder. El poder está en otras manos. Hay mucho politiqueo. Pero hay -dice- muchos tesoros, muchos talentos en las generaciones jóvenes de cantantes».



EFE

Publicidad

Tendencias