El ex bajista y cerebro de la banda Pink Floyd, se declaró feliz de actuar en Latinoamérica y particularmente en Chile, segunda escala de su gira mundial In the Flesh, que comenzó la semana pasada en Sudáfrica.
Un atraso de varias horas en la llegada de Waters a Chile, este lunes, causó una gran ansiedad a los fanáticos que le esperaban en el aeropuerto y nerviosismo entre los organizadores de la presentación, que finalmente pudieron respirar y anunciar que «todo está listo» para el recital de hoy en el Estadio Nacional.
«Es la primera vez que vengo a Latinoamérica y estoy muy feliz de estar aquí», dijo el compositor de The Wall, Dark side of the Moon y Whish you Were Here, tres álbumes del legendario grupo y que serán piezas claves de su recital.
En medio del tumulto, Waters también agregó que estaba ansioso por ver la respuesta de los chilenos a su música.
El ex bajista británico fue recibido por un grupo de fanáticos que lo esperaron toda la noche en la terminal aérea del aeropuerto al que llegó 14 horas después de lo programado.
No todos los seguidores eran chilenos, también había peruanos y bolivianos que viajaron especialmente para ver su concierto.
Hoy, el artista británico jugó golf en una cancha fuera de Santiago y asistió a la prueba de sonido en el estadio.
Según la productora del recital, Roger Waters repasará los antiguos éxitos de Pink Floyd y mostrará algunas piezas de In the Flesh, su álbum solista de 2000.
Desde Chile partirá a Argentina y continuará su gira por Brasil, México, Japón, Corea, India, Líbano, Tailandia y prácticamente toda Europa, y culminará en Londres en junio próximo.
El rockero, de 59 años, llegó junto a una comitiva de 37 personas, de las que diez son músicos, uno de ellos su hijo, el tecladista Harry Waters, de 25 años.
EFE
