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Viena inaugura su «Paseo de la Fama» de la música clásica

Una gran fiesta y mucha música inaugurarán mañana el «Paseo de la Fama» que discurre por el centro de Viena y en el que han sido inmortalizados setenta compositores, intérpretes y directores de música clásica vivos o ya fallecidos.


«La Milla Musical de Viena», en imitación del «Paseo de la Fama» en Hollywood de los grandes actores del cine, rinde homenaje a, entre otros, los compositores Franz Schubert y Franz Liszt con placas de un metro cuadrado de granito negro, enmarcadas en bronce, en el que aparecen estrellas en mármol blanco.



Sobre cada una de ellas aparece el nombre, el retrato, algunos datos biográficos y la firma del homenajeado en la Milla, que tendrá su origen en el Theater an der Wien, muy ligado a la tradición musical centroeuropea, y su fin en el centro de la ciudad, ante la catedral de San Esteban, patrono de Viena.



El Theater an der Wien, perteneciente a la Asociación de teatros públicos de Viena, que ha querido conmemorar así los 200 años de existencia de ese escenario, fue el lugar en el que Ludwig van Beethoven estrenó allí su Fidelio, en 1805.



Ese teatro vienés de gran tradición, escenario donde Mozart estrenó muchas de sus óperas en su época, como La Flauta Mágica, se ha convertido en los últimos años en el mayor productor de musicales propios de todo el Viejo Continente, tras el éxito de Elisabeth -sobre la vida de la emperatriz Sissí- y La danza de los vampiros, escenificada por el cineasta polaco Roman Polanski.



Fundado en 1801 por Emanuel Schikaneder, libretista de La Flauta Mágica, en él actuaron y representaron sus obras dos autores de teatro y actores austríacos tan famosos como Ferdinand Raimund y Johann Nestroy.



Igualmente, en ese teatro se escucharon por primera vez operetas como El Murciélago, de Johann Strauss, en 1874, o La Viuda Alegre, de Franz Léhar.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el Theater an der Wien, llamado así porque estaba en las márgenes del río Viena, afluente del Danubio, se utilizó durante diez años para representar óperas que no podían montarse en la Staatsoper, destruida por las bombas aliadas.



La Milla, en la que figura también ya una estrella en memoria del legendario director de orquesta Hernert von Karajan, verá cada año aumentar de tres a cinco sus estrellas, tras su elección por un jurado.



EFE

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