Los nuevos bríos que llegaron al conjunto luego de la partida de Horacio Salinas no le restan nostalgia a Jorge Coulon, líder natural de la agrupación, quien confiesa que «afectivamente, me habría gustado que Horacio siguiera con nosotros». Pero el compositor también habla sobre la izquierda política, la que, asegura, «no es una alternativa».
Ya no hay tiempo para más lamentaciones. La partida definitiva de Horacio Salinas y José Seves quedó atrás y los integrantes históricos que van quedando más los nuevos que se incorporaron esperan disipar la nostalgia con un mini ciclo de conciertos que empezó ayer y culmina hoy en la sala de la SCD de Bellavista.
Inti-Illimani está aprovechando la ocasión para mostrar «pedacitos» de canciones nuevas que ya han compuesto, dice Jorge Coulon.
Con la partida definitiva de Salinas, la agrupación quedó sin su creador principal. No obstante, ello ha implicado que todos los integrantes estén participando activamente en la composición y el resultado final sea, sin dudas, producto de un trabajo más general y no tan personal como era antes.
«Esto es como los matrimonios», se ríe Jorge. «Afectivamente hubiera preferido que siguiera con nosotros porque nos hace falta, pero son cosas de la vida, de un matrimonio muy largo que simplemente se acabó».
De proyectos, giras y otras cosas
Hoy, la fisonomía del grupo da cuenta de la mixtura entre dos generaciones distintas. Por un lado están Jorge Coulon, su hermano Marcelo y Horacio Durán como los históricos, y por otro Daniel Cantillana, Cristián González, Juan Flores, Efrén Viera y Manuel Meriño como los nuevos, siendo este último quien reemplaza a Salinas como director musical.
Coulon cuenta que la adaptación e integración de los nuevos músicos no ha sido difícil, puesto que el proceso comenzó antes del adiós de Horacio Salinas, con la incorporación un par de años antes de Cantillana y Meriño.
Los Inti se encuentran en pleno proceso de elaboración de su nuevo disco, que debiera estar listo en septiembre u octubre de este año
Respecto a las letras y el contenido de las canciones, el compositor cuenta que aún no está definido, pero que "la indiferencia social y la soledad son dos tópicos que me inquietan mucho, por lo que es muy probable que estén presentes de algún modo en el disco".
La temática social y política tan característica en sus canciones no estará ausente. Ello porque, confiesa, "siempre he escrito desde mis vivencias y cómo veo el mundo. Lo que no puede suceder, es tomar ciertos temas conflictivos con el afán de caer bien en ciertos sectores. Eso no es legítimo".
Pero el requisito más importante que se imponen y que prima a la hora de escoger, es que musicalmente sea interesante. "Finalmente y más allá de cualquier otra consideración, la temática de nuestras canciones la abordamos siempre desde un punto de vista que estética y musicalmente nos sea atractiva".
El conjunto tendrá la difícil tarea de trabajar en su nueva placa y al mismo tiempo realizar una gira mundial que los llevará a países como Singapur, Italia, España, México y Colombia, e incluso a tierra palestina.
«Es que la sociedad de mercado no nos permite darnos el lujo de descansar», dice el músico.
«La izquierda no es una alternativa»
El octeto viene de participar la semana pasada en un acto de conmemoración en Nueva York a Charles Horman, ciudadano estadounidense desaparecido durante el régimen militar, historia que fue contada en la película Missing de Costantin Costa-Gavras.
«En Chile, estos temas se tratan de meter debajo de la alfombra mientras afuera la verdad es cada vez más conocida. Pero estamos en un país sin memoria y dónde aún no se castiga a los culpables de los crímenes y asesinatos», reflexiona el líder de los Inti.
A Coulon no sólo le inquieta lo que ocurrió en el pasado, sino que también la apatía generalizada que hoy reina en la sociedad chilena.
Para él, es un síntoma preocupante la poca socialización entre las personas, lo que se traduce, cree, en una comunidad menos solidaria que antaño.
No obstante, considera «irresponsables» a los sectores de izquierda que dicen que la situación del país es igual o peor que en los ochenta. «Es muy distinto a la dictadura, porque ahora no se anda matando gente que protesta o que simplemente piensa distinto», enfatiza.
«El drama de la izquierda es que se quedó sin una respuesta clara de sociedad. No ha sido, tampoco, capaz de hacer reflexiones profundas y se ha dedicado sólo a testimoniar sin proponer. Hoy la izquierda no es una alternativa y comente el tremendo error de hacer política como si la derecha no existiera», concluye.
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