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El exitoso regreso a casa de «Los Bunkers»

Álvaro López (voz), Mauricio Durán (guitarra), Francisco Durán (guitarra y teclados), Gonzalo López (bajo) y Mauricio Basualto (batería), están felices por la excelente acogida de su segunda placa, Canción de Lejos y muy entusiasmados con lo que viene después del concierto realizado en el Teatro Concepción el sábado, porque -según ellos mismos confiesan- «que te pesquen acá es un poco más complicado».


Desde hace unos años Concepción tiene la mala costumbre de ver nacer buenos músicos. Bandas formadas en la zona han nutrido el repertorio de la escena rockera nacional, con primeros lugares en ventas de discos y en los ranking de popularidad de radios, y por supuesto con una gran acogida del público.



La última «víctima» de esta estrecha relación -Concepción y rock- fueron «Los Bunkers», grupo formado hace cerca de tres años y que hace un año y medio comenzó a buscar su destino en Santiago, tal como antes lo hicieron «Los Tres», «Machuca» y «Santos Dumont», entre otras bandas. Y tal como a éstas -en especial la que lideraba Álvaro Henríquez, productor musical del último disco-, Concepción se les sale por los poros.



Álvaro López (voz), Mauricio Durán (guitarra), Francisco Durán (guitarra y teclados), Gonzalo López (bajo) y Mauricio Basualto (batería), están felices por la excelente acogida de su segunda placa, Canción de Lejos y muy entusiasmados con lo que viene después del concierto realizado en el Teatro Concepción el sábado, porque -según ellos mismos confiesan- «que te pesquen acá es un poco más complicado».



Si bien esta no fue la primera actuación en Concepción, será la más recordada, no sólo porque fue la primera vez que sus familias los vieron en vivo -Álvaro y Gonzalo son hermanos, al igual que Mauricio y Francisco-, sino también por la respuesta del que ellos mismos califican como exigente público penquista.



Terminada la exitosa presentación, con los once temas de su nuevo trabajo y clásicos de su primer disco homónimo como El detenido y Fantasías animadas de ayer y hoy, «Los Bunkers» piensan en sus próximas presentaciones: este miércoles en Santiago y el jueves, viernes y sábado en Valparaíso.



Entre Conce y Santiago



Aunque «Los Bunkers» están radicados en Santiago, a Concepción lo añoran y cada vez que pueden, juntos o separados, vienen a ver a los amigos, las familias y a las pololas, recorriendo los lugares donde más de alguna vez soñaron con ser un gran banda de rock.



El baterista del grupo, Mauricio Basualto, resume en una frase el vínculo con la ciudad penquista: «Nunca nos hubiéramos ido si las cosas se pudieran hacer desde acá».



– ¿Esperaban esta respuesta del público de Concepción el sábado?

Álvaro– En realidad no, pero mucho mejor, hizo que la adrenalina fluyera a mil por hora, nos sentimos muy bien arriba, lo mejor que nos ha tocado en Concepción. Cuando tocamos Miño casi todos se sabían el tema.

Mauricio Basualto– Estamos felices de haber hecho el recital en Conce, además porque vinieron nuestros padres. Nunca planeamos que el primer recital de teatro fuera aquí en Conce, porque no dependía de nosotros venir a tocar acá.

Francisco– La acogida de la gente fue excelente e inesperada. En Concepción la gente es como más arisca, para los santiaguinos es más fácil mover la patita. Lo bueno es que por el hecho de ser de Conce, como que se nos endurece un poco la piel, porque que te pesquen acá es un poquito más complicado.

Mauricio Basualto– La gente que nos vino a ver lo pasó bien, espero que se hayan ido contentos a su casa. Anhelo que esto sirva para que la gente se de cuenta de que en Concepción hay buenos grupos y que hay que escucharlos.



– ¿Qué esperan ahora?

Mauricio Basualto– Espero que seamos profetas en nuestra tierra. Nosotros nunca hemos dejado de ser penquistas, aún cuando nos fuimos a Santiago hace un tiempo. Nunca nos hubiéramos ido si las cosas se pudieran hacer acá. Echamos de menos nuestras casas, nuestras familias y nuestra tierra.

Álvaro– Queremos salir al resto de las provincias, porque están como alejadas. Igual está la necesidad de comunicación con la gente, a quienes no les consta que existimos porque nunca nos han visto.



El carismático vocalista del grupo, Álvaro López, reconoció que tuvo algunos problemas con la garganta, pero esto «se solucionó con el público y su energía», concluyó.



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