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Chile rinde tributo a Violeta Parra en su natalicio

Diversos artistas conmemorarán el cumpleaños 85 de la fallecida artista. Angel Parra, junto a su tío abuelo Eduardo, el cantante Joe Vasconcellos, Pedro Foncea y otras destacadas figuras de la escena musical, recordarán a Violeta en diversas manifestaciones de arte.


Con cantatas, retrospectivas y un libro con pinturas y escritos inéditos, el mundo cultural chileno recuerda la figura de Violeta Parra, una de las grandes renovadoras del folclore latinoamericano, que hoy hubiese cumplido 85 años.



La creadora que sigue haciéndose escuchar en voces que cantan en diferentes idiomas su composición «Gracias a la vida», es homenajeada por trovadores populares, escritores y todos sus descendientes.



«Este será un gran tributo a la Violeta, por todo lo que ella sembró y nosotros estamos cosechando. Sin ella habríamos sido poca cosa, toda nuestra música, todo lo que hacemos, lo que hemos logrado es gracias a ella», dijo Eduardo «Lalo» Parra, artista, como los nueve hermanos de Violeta.



Lalo Parra, quien alcanzó notoriedad cuando cantó con el grupo «Los Tres» sus hoy conocidas cuecas, será el encargado de liderar los tributos a la artista con un concierto gratuito mañana, sábado, en el Parque Violeta Parra de Santiago.



«En forma especial, aparte de los temas que pertenecen a mi nueva producción, cantaré de Violeta ‘Casamiento de Negros’ y ‘Qué pena siente el alma'», destacó el cantautor.



Sus cositas en Louvre



Han pasado 35 años desde que el sábado 4 de febrero de 1967, Violeta Parra, con un acento raro en la voz, le dijo a su hermano mayor Nicanor, candidato al Nobel de Literatura: «Voy a descansar». Lo repitió tres veces y al día siguiente se olvidó de vivir.



«Ella nunca murió, su música sigue viva y cada día cobra más fuerza en América, Europa y en el mundo entero», señaló Angel Parra, uno de los nietos de esta mujer morena que un día de 1964 se detuvo en París ante el Museo de Louvre con una atado de tapices pidiendo un hueco para mostrar sus «cositas».



Durante meses, con gran éxito, exhibió sus trabajos, para muchos una revolución en el arte naif y quedó en la historia como uno de los pocos creadores chilenos que accedió al famoso museo.



Angel Parra, junto a su tío abuelo Eduardo, el cantante Joe Vasconcellos, Pedro Foncea y otras destacadas figuras de la escena musical, recordarán a Violeta en diversas manifestaciones de arte.



«Yo cantaré con el tío Lalo, pero todos sin excepción, hasta aquellos miembros de la familia que serían hoy bisnietos de la Violeta si estuviera viva, la van a homenajear», destacó, y añadió que se siente feliz de que un libro recopile parte de la obra de su abuela.



«Veinte pinturas y lanigrafías de Violeta Parra» se titula el libro que intenta sintetizar parte de la obra de esta artista, que desde 1953 escribió poemas, bordó tapices, transformó la arcilla en esculturas, tejió cantos y músicas y cultivó amores.



Su autora, la académica y escritora María Eugenia Alarcón, señaló que intenta dar a conocer momentos de la vida de la compositora de «Volver a los 17» y «Los pueblos americanos», a través de fotografías de trozos de su pintura, extractos de sus canciones y de su autobiografía en décimas, entre otros elementos.



«En el libro, que será distribuido gratuitamente a partir de hoy, quedan expuestos, por ejemplo, los sentimientos que acompañaron a la folclorista durante todo su vida: amor, ternura, solidaridad, patria y soledad», resaltó.



La vida de Violeta



Fue atormentada la vida personal de Violeta Parra, que en 1953 grabó sus primeros discos y superó aquello de recoger unas cuantas monedas por las noches, como ocurrió en los primeros años de su vida trashumante, cuando únicamente se le abrían las puertas de cantinas y restaurantes para pobres.



Dejó muy joven la casa materna para llegar a Santiago, donde su hermano Nicanor luchaba para abrirse paso como pedagogo, científico y «anti-poeta», actividad que le llevó a los premios Nacional de Literatura, Juan Rulfo y Reina Sofía.



Violeta era indómita, rebelde, tal vez porque su padre, que no resistió el hechizo del vino, conoció la pobreza con toda la dureza del invierno, dijo una vez Pablo Neruda, Premio Nobel de 1971, sobre esta mujer que comenzó a tocar la guitarra a los 7 años y compuso a los 9 el vals «Judas» .



Hermana también del fallecido Roberto, famoso por sus cuecas urbanas y por «La negra Ester», escenificada con éxito en América y Europa, Violeta será homenajeada en todos los rincones de Chile durante todo este mes.



EFE



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