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Charly García regresa a casa ‘defraudado’ de Ecuador

El popular rockero argentino Charly García retornó hoy a Buenos Aires defraudado con los promotores del concierto y la policía ecuatoriana que lo detuvo por protagonizar un escándalo el sábado por la madrugada ante 10.000 asistentes a un concierto en la capital ecuatoriana.


Demacrado por los dos días de arresto al que fue sometido, García sólo atinó a exhalar un profundo y desconsolado «pufff», cuando los periodistas le preguntaban sobre su estado anímico al abandonar el hotel donde se hospedó y dirigirse al aeropuerto de Quito.



No quiso hablar, pero sus ayudantes confirmaron el malestar con los organizadores y la Policía ecuatoriana que no entendieron los matices que el artista suele dar a sus presentaciones.



García, en la madrugada del sábado, cuando se aprestaba a cerrar un «megaconcierto» en el coliseo «Rumiñahui», se enfadó por el sonido, pateó micrófonos y equipos de amplificación, generando malestar entre los miles de fans que esperaban escucharle.



El rockero argentino alternó con sus compatriotas Fito Páez, Gustavo Cerati (ex Soda Stereo), el grupo colombiano «Aterciopelados» y la banda ecuatoriana «Crucks en Karnak».



Fito Páez, que precedió a García en el escenario, encendió en una gélida noche el ánimo de los quiteños que aguardaban el «plato fuerte» con la actuación del músico argentino con bigote de dos colores.



Charly García comenzó su presentación cantando y ejecutando los teclados a dos manos, lo que causó gran entusiasmo entre los asistentes, hasta que interrumpió su segunda melodía para arremeter contra los equipos de sonido y también arremeter contra el público.



Salió del escenario y continuó el desenfreno en los camerinos, según testigos.



El exabrupto de Charly fue inmediatamente atendido por la Policía que le llevó detenido, sin que los organizadores hicieran nada para evitarlo sino que acusaron al artista por «incumplimiento de contrato».



El intendente de Policía, Víctor Hugo Olmedo, lo sentenció a dos días de arresto en el Centro de Detención Provisional (CDP), bajo el cargo de «desorden público».



Olmedo ordenó hoy su libertad, aunque inició una causa contra los organizadores del concierto, la empresa colombiana «Show Time Producciones», a quienes pedirá que paguen los daños causados en el escenario y la indemnización, de alguna forma, a los decepcionados fanáticos de García.



Uno de los representantes comentó que todo hubiera salido a bien si los policías hubieran esperado un poco hasta que Fito Páez terminará de componer el sonido.



Y es que Charly García tenía previsto actuar dos horas más, después de que Fito arreglara el sonido, y con un público hilarante y expectante por verlo.



Además, habían preparado algunas canciones junto a Fito Páez y Gustavo Cerati.



El concierto se suspendió y García fue a hacer compañía a otros 200 detenidos en el CDP, un edificio contiguo al penal García Moreno (una cárcel de alta seguridad).



Según el intendente Olmedo, el controvertido compositor argentino no tuvo ningún privilegio, «fue tratado como todos los demás», aunque guardianes de ese recinto indicaron a EFE que estuvo en una celda especial.



Tras abandonar la cárcel, García fue a un hotel de Quito a refrescarse, tomar una ducha, hacer las maletas y dirigirse al aeropuerto para retornar a Buenos Aires.



Se despidió con gestos amistosos y visiblemente cansado por la peripecia vivida en la capital ecuatoriana donde tiene una gran cantidad de seguidores que le disculpan todo y le piden que vuelva.



Olmedo ordenó el arraigo de los dos representantes de la firma «Show Time Producciones», los colombianos Oscar Camayo y Gandi Villota, quienes deberán afrontar un proceso para la reposición de daños y el pago de las indemnizaciones a los asistentes al concierto.



Dicha firma se ha comprometido a pagar los daños y a buscar formas para indemnizar a los perjudicados.

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