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Los pequeños dioses vuelven a bajar del Olimpo

"La mayor parte de los poetas que vienen la gente no los conoce. ¡Y esa es la gracia!", comenta el Director de ChilePoesía José María Memet, quien conversó con El Mostrador.cl para dar a conocer algunos de los detalles de este encuentro poético que está vez se extenderá a ciudades como Iquique, Antofagasta y Punta Arenas. Plata hay poca, pero ingenio para suplirla, asegura, para regalar.


Pedro Shimose y José Watanabe. O Charles Kenneth Williams y Rafael Vargas. ¿Los ubica? ¿Les suena algo? No mucho, ¿verdad? Pues bien, ellos son algunos de los poetas -tremendamente reconocidos entre sus pares, por lo demás- invitados a esta segunda versión de ChilePoesía, que el 2001 congregó a escritores de renombre y conocidos con cierto grado de popularidad entre los simples mortales como Cardenal, Gelman o Enzensberger.



Y no falta el chileno suspicaz que exclama: "¿viste? Las segundas parte nunca son buenas". Pero José María Memet, director del evento, no se amilana. Es más, el también poeta explica las diferencias entre el encuentro que comenzará el próximo 20 de marzo y el que ocurrió hace dos años:



"El del 2001 fue un encuentro fundacional, y para hacer un encuentro fundacional necesitas figuras que impliquen un posicionamiento, un conocimiento de la gente sobre ellos, que refleje y que masifique una opción. Si nosotros no hubiéramos tomado la decisión en ese entonces de contar con poetas conocidos, probablemente no podríamos estar haciendo hoy ChilePoesía por segunda vez. Ahora, en cambio, la mayor parte de los poetas que vienen la gente no los conoce. ¡Y esa es la gracia!".



Más de alguno se preguntará, "pero José María, para qué estamos con cosas ¿no es una apuesta arriesgada acaso no contar con escritores de renombre siendo que ésta es apenas la segunda edición del encuentro?" Y ante esa natural inquietud, obvia si se quiere, Memet responde:



"No, porque se trata de construir y crear un opción estética, de interacción entre los poetas chilenos y los extranjeros. El punto no está en medir exitista y frívolamente como muchos lo intentan hacer. A mí no me preocupa cuanta gente llevemos o no, sino que es una cuestión de profundidad, que tiene que ver con un nexo entre la palabra, la oralidad, los sueños y encantamiento de un país en torno a la palabra".



Pero el signo que quizás realmente sea importante y que da cuenta de la evolución que ha tenido ChilePoesía, es la visión de Armando Uribe, quien hace dos años cuestionó el evento por considerarlo poco abierto a nuevas voces y quien hoy lo defiende plenamente:



"He cambiado mi parecer. Primero porque esto persiste, y segundo, porque se adentrará más a las ciudades y el resto del país. Además hay invitados que yo echaba de menos la primera vez, como es el caso de la poeta española María Luisa Castro que es joven y que es considerada de lo mejor que hay en España y ahora es contemplada. Valoro el hecho que se mantenga, porque toda obra que perdura en el tiempo, sobre todo en un país como éste, pasa a tener más sentido", justifica don Armando, quien participará esta vez mediante unas grabaciones que se expondrán en alguna de las actividades.



Prepárese, se vienen los Mopoderas



Además de los nombres y los hombres, las diferencias entre ambas versiones pasan por otras cosas también. La más importante es, sin duda, que esta año el encuentro se realizará no sólo en Santiago y la Quinta Región, sino que también se incluirán ciudades como Iquique, Antofagasta, Valdivia, Osorno y Punta Arenas. Esa son las que están confirmadas, aunque José María Memet no descarta que se sumen algunas en los próximos días.



No obstante, Memet se lamenta porque el diseño original, que contemplaba cubrir la mayoría de las ciudades de Chile, no va a poder ser. Faltan 40 millones de pesos y esa cifra la ve prácticamente imposible de alcanzar.



Poeta Pedro Shimose.


Pero a falta de recursos, dice, "la imaginación se ensancha". Canjes, auspicios, publicidad. De a poco han ido paliando situaciones como la de la Fundación Ford, que el 2001 se puso con 100 mil dólares y ahora, producto de las pérdidas y la devaluación tras el 11 de septiembre, "sólo" dará 20 mil de los verdes. ¿Y el Gobierno? No se oye, padre. Pero a Memet no le complica tanto, ya que la vez pasada auspiciaron con 10 millones de pesos, lo que para los costos de producción del evento es poco, bastante poco.



¿Contar con menos recursos condicionó la elección de los poetas extranjeros?
– En parte sí, pero hay mucho otros condicionamientos. Este año, por ejemplo, nos costó más que los poetas respondieran porque los mayores no quieren viajar por la actual situación internacional tan inestable y tan volátil. Muchos no quieren salir porque tienen una presencia en sus países muy importante y son parte de movimientos de poetas que participan activamente en actividades anti bélicas.



Otro aspecto distinto, y que han querido resaltar, es la transversalidad que se propusieron para este año. Y que no sólo se refleja en la incorporación de otras regiones del país, sino que también en las mismas ciudades, puesto que comunas como Las Condes o Cerro Navia también serán ahora escenarios de ChilePoesía.



"Asimismo -comenta- vamos a hacer recitales en cárceles. Nos parece un sector muy golpeado de la sociedad que también debiera tener acceso a la belleza. ¿Por qué vamos a execrar a posibles personas que tal vez con un poema les pueda cambiar la vida? No los va a hacer ricos, pero los puede transformar, puesto que a fin de cuentas la poesía tiene la posibilidad de hacer mejor a las personas".



La pregunta cabe de cajón. ¿Cómo van a cubrir tantas ciudades del país en tan pocos días? ¡Ah!, eso ya está resuelto, pues para la ocasión crearon los… Mapoderas. ¿Mapo cuánto?



"Los mapoderas son módulos poéticos de desplazamiento rápido. Es para ironizar las tácticas militares, como jugando, siendo más lúdicos. En los mapoderas irá un grupo de poetas, tanto extranjeros como chilenos, desplazándose de un lugar a otro en avión de forma muy rápida", dilucida Memet.



"Los países no cambian sólo con dinero"



Para ChilePoesía 2003 se sabe que los vates bolivianos serán los invitados especiales. Entre ellos, destaca Pedro Shimose, quien además de poeta es ensayista, periodista y compositor. El escritor, que en 1972 obtuvo el Premio Casa de las Américas en Cuba por su libro Quiero escribir pero me sale espuma, es el autor de la canción El Sombrero de Saó que ha sido interpretada por Tito Fernández, el Temucano. Pero, ¿por qué Bolivia? Memet explica:



"Aquí se desconoce mucho la literatura boliviana. Además, siempre se mira tanto a los bolivianos como a los peruanos con una cierta sorna, una cierta despección. Queremos demostrar y acercar poéticamente a los distintos pueblos latinoamericanos. Debemos dejar de mirarnos en el ombligo, porque están pasando muchas cosas en otros países. Estamos demasiados neuróticos viendo nuestro propio esmog, mientras que al lado nuestro hay proyectos poéticos notables que quizás van a ser una sorpresa hasta para los mismos poetas chilenos".



A la cita, que según José María Memet es una, sino la más importante que se realiza en el mundo por su masividad y cobertura, han confirmado su asistencia los peruanos Monserrat Alvarez y José Watanabe, este último autor de, entre otros, libros como El Guardián del hielo y El huso de la palabra. Además, Watanabe se ha destacado como guionista de cine, trabajando en cintas como La ciudad y los perros de Francisco Lombardi.



¿Y los chilenos? Eso no se sabe, y en ese aspecto, el director del evento es absolutamente hermético. Pero tampoco hay que ser muy ingenioso para suponer quiénes serán los cerca de cuarenta poetas nacionales que declamarán entre el 20 y el 27 de marzo. ¿Chihuailaf? ¿Berenguer o Cameron? ¿Carrasco y Véjar? Sin desmentir ni confirmar, ante los nombres Memet no demuestra ninguna señal, pues quiere que los participantes se conozcan recién el primer día del ChilePoesía. Será, pero es un hecho que de los cinco mencionados, al menos cuatro estarán. Le apuesto.



Cómo director de ChilePoesía, ¿hasta qué punto te preocupa ese lenguaje a veces críptico de los poetas que para algunos puede ser hasta ininteligible?

– Hay una especie de menosprecio por las personas y por su capacidad de entendimiento que están ligados a la forma en que los mass media y la televisión particularmente ha pretendido instalar atontizando a la sociedad en su conjunto. Hay una masa crítica y de lectores importante en nuestro país y que no solamente lee poesía y tal vez esa especie de corte o de lejanía entre el lector potencial y el libro de poesía se debe más que nada a un problema de índole comercial y de marketing, porque las grandes editoriales no les interesa publicar poesía, ya que el ritmo de venta es más lento que la narrativa, por ejemplo.



Pero también es un problema cultural ya que leer poesía requiere de un espacio de ocio que nuestra sociedad, por cómo está constituida, ofrece cada vez da menos.
– Lo que pasa es que es espacio de ocio es un derecho y los sistemas de explotación que existen hoy en día impiden ese derecho como muchos otros, por lo demás. Sin embargo, tenemos resultados fidedignos, reales, que el indican que el ochenta por ciento de la gente que fue a los recitales de ChilePoesía el 2001 eran jóvenes, lo que da una esperanza bastante notable.



En su momento, el Instituto Libertad y Desarrollo los criticó porque vieron en ChilePoesía la conjugación entre la poesía y el poder, basando ese análisis en los discursos de algunos poetas, como Cardenal, y por la aparición de ellos por las ventanas de La Moneda. ¿Cómo ves esa crítica ahora?
– ChilePoesía lo fundé yo y no pertenece al Gobierno. Somos simplemente un grupo de amigos a quienes les planteé la idea de este encuentro y buscamos apoyos dentro de distintas instancia. Lo que hicimos fue utilizar La Moneda y la Plaza de la Constitución porque es un derecho que cada ciudadano pueda ocupar los espacios públicos. Es decir, que los poetas hayan recitado en La Moneda y que se haya bombardeado con poemas es un hito importante en nuestro país y que se recordará durante muchas generaciones. Era importante hacerlo también porque fue una suerte de sanación. Ahora que algunos lo vean como que nos prestamos o sucumbimos frente al poder, es su miopía la que está en juego.



¿Crees que tal vez esa crítica esconda cierto resentimiento y abnegación por parte de una derecha que ha perdido contacto y representantes del mundo de la cultura?

– Efectivamente, los poetas que pudiera tener la derecha son mínimos y han sido mínimos a lo largo de la tradición. Sin embargo, la burguesía ilustrada, que ha sido mayoritariamente de derecha, ha ayudado a crear también esta tradición poética. No obstante, la derecha de estos últimos 30 años es la más inculta de la historia, porque antes la derecha intelectual se preciaba de tener un gran acerbo cultural que hoy evidentemente no tienen. Ellos así como políticamente ha ingresado mediante un trabajo organizacional muy potente en las poblaciones, han abandonado absolutamente una concepción formativa, liberal, respetuosa del desarrollo cultural chileno. No han logrado plasmar un proyecto de cultura y menos artística en este país. Es la gran falta que ha cometido la derecha. Los países no se cambian sólo con dinero, sino que también con ideas.

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